Petro, según expertos, no es criptomoneda ni moneda sino un instrumento para lavar dinero

Manuel Corao, periodista venezolano activo en Miami desde hace varias décadas, sostiene que el Petro -de acuerdo a los expertos- no es ni una criptomoneda ni una moneda, sino un instrumento para lavar dinero.

Por MANUEL CORAO

Este 20 de marzo se cumple el primer mes del tercio del cronograma de acción del Petro, la criptomoneda lanzada al mercado digital por el gobierno de Maduro como una solución a la crisis financiera por la cual atraviesan las autoridades como consecuencia de una desmedida y continuada malversación de los recursos del estado.

En la oportunidad de su inicio de operaciones fue anunciado en cadena nacional por el gobierno de Venezuela como una divisa inmaterial convertible en bolívares en las taquillas del Banco Central de Venezuela.

Dicho instrumento está respaldado de hecho mas no de derecho por el bloque uno del campo Ayacucho de la Faja Bituminosa del Orinoco contentivo, supuestamente, de trescientos millones de barriles.

Indicó que el instrumento de pago aparente es ilegal por cuanto el signo que las autoridades presentaron no está aprobado por la Asamblea Nacional, único ente legal con capacidad constitucional autorizado para tal sentencia.

Las transacciones realizadas son de dudosa comprobación. Podrían provenir -estiman los expertos en finanza fiscal- de instituciones oficiales o progubernamentales, las cuales actuarían para animar el mercado potencial.

Dicho monto asciende a un millón de dólares, pero la opacidad de su desenvolvimiento pone en duda la veracidad del mismo.

Consultas de opinión pública en la fecha de proyección al mercado demostraron que el común de los ciudadanos no están enterados de su existencia y práctica utilidad. Más bien reaccionaron con alarma ante la posible desaparición del bolívar.

Este es el único signo constitucional de plena responsabilidad por parte del estado ante el público a todo evento.

La evaluación hecha de su cronograma de acción para los primeros tres meses publicado en su página web www.elpetro.com.gob.ve en cuanto a información general a la fecha, nada refleja de su operatividad, marcha de la planificación inicial, cotización y ventas del Petro, compromisos a futuro, recreación en las taquillas del BCV de su valor en bolívares, así como su cotización en la bolsa de valores de Alemania y otras naciones. Nada o casi nada se reporta por institución alguna.

En la apertura inicial de actividades del Petro, se anunció una inversión en miles de millones de yuanes, moneda asiática, en el sobrentendido signo de intercambio lo cual no se capta en texto reglamentario alguno del Banco Central de Venezuela.

Los funcionarios aportaron la entrega de cinco mil certificados para inversionistas o “mineros digitales”. El trámite y asiento de tal permisología de general conocimiento de ley no se ubica ni en creación digital del petro como tampoco en los registros de la Superintendencia de las Criptomonedas.

El profesional Ramón Castro, experto en materia financiera indica: “El Petro ha resultado un fracaso ya que hasta la fecha son limitadas sus operaciones. Esta no es una criptomoneda ya que no es virtual. Solo tiene un valor teórico en reservas y producción de petróleo no comprobada ni valorada. Tampoco es moneda ya que no está amparada por la leyes venezolanas”.

La criptomoneda servirá al gobierno para obtener nuevos empréstitos, los cuales pagará en bolívares a la tasa del Digicom.

De tal forma produce bolívares sin imprimir billetes y obliga por la falta de papel moneda a realizar transacciones vía puntos de venta, disminuyendo el reclamo del público pero presionando al alza el costo de productos ante la ausencia de efectivo.

Tal práctica motiva la venta ilegal del efectivo para ser utilizado en mercados que solo aceptan billetes como la minería en el estado Bolívar, quienes adquieren en el poblado de San Félix al doble del valor cualquier impreso legal.

Para Carlos Fernández, expresidente de Fedecámaras, es un instrumento creado por Rusia: “Con esto intentan los funcionarios venezolanos burlar el cerco de las sanciones impuestas, lavar el dinero proveniente de la corrupción, y el narcotráfico y beneficiarse por estas transacciones”.

Los venezolanos viven con la esperanza de ver partir al tirano colombiano Maduro. Solo ello será posible en la medida en que activen todos los días iniciativas que informen sin descanso a los compatriotas sobre la realidad nacional.