La comunidad deportiva en su generalidad repudia al régimen, y, de paso, rechaza a todo evento, que la inmiscuyan como adherente a un gobierno, cuya cabecera apela a un persistente vocabulario rastrero.
La comunidad deportiva, al rechazar el comportamiento irracional del actual régimen, clama por la inminente emancipación del país, invocando a la paz atinente a un cambio de rumbo.