Resulta muy fascinante y además maravilloso, resaltar el preponderante desempeño de los venezolanos en el mundial de fútbol Sub-20. Un comentario - a ese respeto-, no sólo merece la más fina y hermosa exégesis del más alto valor histórico que se corresponde, ciertamente, frente a la apoteósica demostración combativa exhibida con tenacidad ante los más encumbrados equipos del universal balompié