Con promesas de parlamentarismo de calle, oposición se pasa el testigo en la AN

Aunque con menos dificultades para el ingreso que hace un año, desde tempranas horas los alrededores de la Asamblea Nacional fueron tomados por la Guardia Nacional.

Los invitados comenzaban a llegar. El patio de la Asamblea los recibía  “decorado” con una pantalla y cornetas para que, quienes no pudieran acceder al Hemiciclo, siguieran lo que allí ocurría.

Los diputados también llegaron temprano, muchos acompañados de familiares.

A pesar de las reuniones que mantuvieron, juntos y separados, para ultimar detalles en torno al nombramiento de la directiva, varios diputados continuaron reunidos por espacio de dos horas y salían, de vez en cuando, para fumar o estirar las piernas. Momento aprovechado por fotógrafos e incluso, por ellos mismos para ser retratados.

Uno de esos “momentos” lo protagonizaron el actual presidente del Parlamento, Julio Borges y el nuevo primer vicepresidente, Freddy Guevara trajeado como lo hiciera hace un año, con un liquiliqui.

Borges conversó con algunos medios sobre cinco Proyectos de Ley con los cuales espera iniciar su “mandato” orientados al sector económico, social y de Derechos Humanos, aunque no quiso especificar sobre ellos.

También se refirió al nuevo gabinete ministerial, señalando que “es reciclaje. Una rotación de un equipo fracasado. Venezuela necesita un cambio radical”.

Desmintió mantener comunicación con el presidente Maduro y pidió respeto para los 14 millones de venezolanos que “votaron por esta Asamblea”.

Borges le restó importancia a lo dicho por el presidente Maduro y otros voceros sobre la no publicación en Gaceta Oficial. “Lucha está en otro plano. Si no aparece en Gaceta, es una formalidad. En un país donde no hay ley”, sostuvo.

Mientras Borges saludaba a quienes se le acercaban para pedirle el respectivo “selfie”, un grupo musical comenzaba a instalarse en las escalinatas del Palacio Federal entonando música criolla.

Ya cercana la hora, 11 de la mañana, los invitados y medios fueron ingresando al Hemiciclo de Sesiones.

Representantes diplomáticos de las embajadas de Japón, Estados Unidos, entre otras; miembros del Partido Acción Nacional de México y del Parlamento Italiano; Lilian Tintori, Mitzy Capriles de Ledezma, Bony de Simonovis también acudieron al “pase de testigo” opositor así como los mandatarios regionales Henrique Capriles, Henry Falcón, Carlos Ocariz y Ramón Muchacho.

Aquí me detengo para resaltar dos cosas. Una, la ausencia del Secretario Ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús “Chúo” Torrealba y como, a pesar de un saludo bastante “formal”, entre Capriles y Falcón se sentaron dos personas a modo de muro de contención.

La sesión inició puntual y con el protocolo característico de la Sesión de Instalación. Pasadas las 11:00am, comenzó a ingresar la bancada oficialista. Esta vez, a diferencia del año pasado, sin barras, sin Diosdado Cabello y sin Cilia Flores.

Una vez que el presidente saliente, Henry Ramos Allup nombró le dio la palabra al nuevo jefe de la bancada opositora, Stalin González, éste procedió a nombrar a los “escogidos” para conformar la nueva directiva y señalar que la fracción de la Unidad trabajará “por una agenda legislativa que vele por las garantías y derechos de todos los venezolanos”.

Su contraparte, Héctor Rodríguez hizo lo propio. En su caso, rechazó la gestión anterior y señaló que la elección de la nueva junta directiva era “nula” puesto que la Asamblea se encuentra según él, en desacato.

Rodríguez continuo con el discurso del presidente Maduro, señalando que Borges, “tanto en público y como en privado ha dicho que la relación será diferente y que acatarán las sentencias del Tribunal Supremo de Justicia pero no les creemos nada».

Como es habitual y a modo de despedida, el ahora solo diputado Ramos Allup le respondió a Rodríguez: “Con éxitos como los de su gobierno, nadie necesita fracasos”.

Aplausos iban y venían así como pitas del lado oficialista.

El diputado Víctor Clark también ejerció su derecho de palabra resaltando que en el año que culminó no hubo ni Carta Democrática,  ni revocatorio. “Ni siquiera tuvieron quórum para designar unos rectores”, apuntaba. Mientras sus palabras era recibidas con pitas por la bancada contraria, Clark le espetaba a uno de los diputados (Carlos Paparoni) «¡siéntate muchacho gafo!», al tiempo que aseguraba que el país necesitaba «debates de altura».

La bancada opositora continuaba gritando “¡elecciones ya!” y Clark alzaba su voz insistiendo en que “el chavismo va a seguir de pie. Somos una fuerza irreductible. Resuelvan sus contradicciones y aspiraciones”.

El diputado Julio César Reyes, por su parte, intervino para señalar que “aún sin recursos y sin remuneraciones cumplimos un trabajo importante”.

Llegó la hora de votar por cada uno de los miembros de la directiva: Julio Borges como presidente; Freddy Guevara como primer vicepresidente; Dennis Fernández como segunda vicepresidente; José Ignacio Guédez como secretario y José Luis Cartaya repitiendo como subsecretario.

Una vez hecha la señal de costumbre, y previo a un “emotivo” abrazo entre el presidente saliente y el entrante, procedieron a juramentarse y ocupar sus respectivos puestos.

Justo cuando Borges se paro en la tribuna de oradores para ofrecer su discurso, inició una cadena nacional.

El presidente de la Asamblea inició su primer discurso, el cual, fue interrumpido en numerosas oportunidades por el diputado Pedro Carreño quien, a modo de “intertítulos” colocaba frases cada vez que Borges terminaba oraciones.

Un primer discurso que “despertó” la molestia de los oficialistas por contener un mensaje a las Fuerzas Armadas y reiterar las intenciones opositoras que rigen el Poder Legislativo de declarar el abandono de cargo del Presidente de la República. La bancada oficialista se retiró una vez culminado el discurso de Borges.

Mientras, a las afueras del Parlamento, grupos oficialistas ponían canciones alusivas al gobierno y quemaban una bandera de Primero Justicia.

Una hora y media duró aproximadamente la sesión de instalación del nuevo período legislativo. A la salida, una alfombra roja, con papelitos con los nombres de cada uno de los nuevos miembros designados como indicativo de donde se iban a parar, aguardaba a las recién nombradas autoridades quienes desfilaron para, al final, escuchar las notas del himno nacional y el Alma Llanera.

Aunque votaron de forma “unitaria”, el ambiente parlamentario no fue inmune a las diferencias que reinan, desde hace meses con mayor intensidad, en la MUD.

Aún y cuando se reconoció la gestión pasada, los discursos de quienes asumen las riendas de la Asamblea tenían “veladas” críticas así como contenían promesas típicas de eso, de una nueva gestión y no de una continuidad administrativa.

Lo cierto es que 2017 parece un año de mucha más confrontación entre Poderes. Empezando por ver si el nombramiento de esta nueva junta aparece en Gaceta Oficial.

Este lunes 9 será la primera sesión ordinaria de este ciclo y en la cual se espera se dirima la situación de los diputados de Amazonas así como la continuación de las discusiones sobre el abandono de cargo y la determinación de responsabilidad política del presidente Nicolás Maduro.

Foto José Mayorca /ENPaís