Profesional médico cubano a la deriva en Venezuela

Un grupo de médicos cubanos que integra el programa sanitario «Barrio Adentro» en Venezuela, se encuentra ahora a la deriva tras la medida tomada por el Gobierno de Estados Unidos de cancelar el programa de Inmigración Profesional para Médicos Cubanos, según un especial publicado por el medio cubano Martí Noticias.

El el trabajo especial se relata la historia de Ariel Guzmán, quien se desempeña como fisioterapeuta en Venezuela y esperaba hacer puente desde el país sudamericano  a Colombia, para acogerese al programa que lo enviaría a Estados Unidos.

A continuación el especial íntegro:

El plan de este joven cubano de llegar a Estados Unidos se hizo añicos este jueves en la tarde cuando el Gobierno de Estados Unidos rescindió el Programa de Inmigración Profesional para Médicos Cubanos.

Ariel Guzmán viajó a Venezuela como fisioterapeuta de la misión médica cubana Barrio Adentro, pero su propósito, al igual que el de muchos de sus colegas, era usar este país como vía de escape a Colombia para allí acogerse al programa de parole para profesionales médicos de la isla, que ha traído a miles de médicos cubanos a Estados Unidos.

Ya con la visa colombiana en sus manos debió posponer el viaje por no tener el dinero necesario para continuar el viaje. Decidió entonces desertar de la misión cubana, pero permanecer en Maracai, Venezuela, hasta hacerse con los fondos.

Su plan se hizo añicos este jueves en la tarde cuando el Gobierno de Estados Unidos rescindió el Programa de Inmigración Profesional para Médicos Cubanos, la medida permitía los profesionales médicos de la isla solicitaran visa de entrada a Estados Unidos mientras se encontraban en el extranjero.

“Es un golpe”, dice lacónico a Martí Noticias. Para él, esta decisión de la Administración Obama deja desamparados a profesionales cubanos explotados por el régimen cubano, que les paga por sus servicios menos del 10% de lo que realmente reportan al país.

“A veces muchos cubanos abusaron, pero el Programa Parole es algo aparte, porque si un médico cuando deserta no puede entrar en 8 años en su país, qué mayor violación de los Derechos Humanos quieres”, se pregunta el joven.

Ariel busca ahora entre los medios de prensa información para reorientarse, para decidir su próximo paso, porque Venezuela no es el lugar donde desea pasar el resto de su vida.

“El mes que viene, si Dios quiere, yo me voy, no se para dónde, pero me voy de aquí”, comenta decidido, y agrega: “Tenía pensado eso de cruzar pero ahora con esto…”

Contempla pedir refugio en una embajada estadounidense, pero sabe que ahora el proceso será diferente y la respuesta mucho más incierta.

Profesionales de la salud cubanos en Colombia: “¿Qué pasa con nosotros?”

Unos 900 profesionales de la salud cubanos permanecen en Bogotá, Colombia, en espera de una respuesta a su petición de parole como parte de este programa de Estados Unidos.

A pesar de las afirmaciones del Gobierno de Estados Unidos de que se mantiene el proceso para los que solicitaron visas a través de este programa con anterioridad a la eliminación de la medida, estos cubanos están llenos de incertidumbre.

“¿Qué pasa con nosotros?”, se pregunta Carlos Antonio Lee, técnico en Optometría, de 45 años, quien espera una respuesta hace 4 meses. “Allá (en Cuba) no vamos a ser nadie. Tomamos esta decisión confiando en el parole para que ahora lo cambien de momento”.

Cuando un profesional de las misiones médicas cubanas abandona su puesto, inmediatamente es considerado un traidor y como castigo, el gobierno cubano le prohíbe la entrada al país durante años.

A raíz de la crisis migratoria de cubanos por Centroamérica, el gobierno de Castro dijo que aceptaría sin represalias a todo el que hubiese abandonado la misión y se encontrara varado en Costa Rica, Panamá o Colombia. Pero reportes de quienes regresaron aseguran que la vida no regresó a la normalidad, como les habían prometido.

Familiares de Lee, de Cuba y de Estados Unidos, le han llamado preocupados por su situación, dispuestos a ayudarle en cualquier modo, pero él los tranquiliza: “Yo tengo fe en Dios”.

Más información en MartíNoticias.

Foto EFE

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