Desde este 20 de enero, los ojos del mundo estarán, con mayor énfasis, sobre Donald Trump, quien arribó ayer a Washington en horas de la tarde para asumir hoy la presidencia de Estados Unidos (EE.UU), tras haber ganado los comicios presidenciales el pasado 8 de noviembre de 2016.
El magnate prometió durante su campaña una serie de proposiciones que pusieron en alerta no solo a la ciudadanía estadounidense, sino la de todos aquellos que viven en países que mantienen relaciones cercanas con la potencia mundial.
Para el internacionalista Kenneth Ramírez la promesa con mayor relevancia del ahora jefe de Estado es la de la construcción de un muro a lo largo de la frontera con México, que puntualizó durante la Convención Republicana en Cleveland, y con la que aseguró que se frenaría la inmigración ilegal y los carteles de la droga.
Otro punto que, en consideración de Ramírez, estará bajo la atención de muchos será el del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por sus siglas en inglés), donde Trump renegociará o se saldrá de él, amenazando con impuestos especiales a empresas estadounidenses, alemanas o japonesas que inviertan en México.
A esta lista sumó la proposición de sacar a EE.UU. del Acuerdo de París al exponer que el cambio climático es una “farsa”. “Esos son los tres grandes temas que llevan a mucha preocupación en el mundo”, sumó Ramírez en exclusiva para ENPaís.
También, consideró que Trump ha dado señales “muy sólidas” de concretar lo que ha ofrecido y esto se evidencia en las ruedas de prensa y en que los departamentos avalan estar trabajando en dichos proyectos. “¿Se mantendrá el candidato Trump como el presidente Trump?”, se cuestionó.
Por su parte, el internacionalista Félix Arellano coincideió en que los tres temas nombrados con anterioridad serán sobre los cuales estará la atención de las personas. Además, subrayó que cree que el mundo no quiere lo que Trump ha planteado.
“La gente que cree en la paz y en la convivencia esperaría que todo lo que prometió fueran promesas que olvide”, añadió el internacionalista también en exclusiva para ENPaís.
Para Arellano, Trump es un hombre autoritario, personalista, que quiere ser el centro del escenario, por lo que sostiene que es “muy factible” que algunas de estas cosas a las que dio su palabra las concrete.
En este contexto, explicó que si el primer mandatario decidiera llevar a cabo esta lista de promesas no tardaría mucho en realizarlas, pues en su opinión Estados Unidos es una nación con “mucha tecnología”, aunque consideró que implicaría una gran cantidad de dinero invertido.
“Se vería muy mal que despilfarre el Presupuesto de la Nación en construir un muro”, sentenció.
Por último, manifestó que Trump no tiene la potestad para obligar a un gobierno extranjero a que pague una cuenta interna, además de la constructora y al personal.
Un freno
Es debido mencionar que, pese a la rapidez con la que se mueven los republicanos en la Cámara y en el Senado, todas estos ofrecimientos podrían enfrentar desafíos sin precedentes, en el marco logístico y constitucional, puesto que todos estos requieren un consenso en el Capitol Hill, que surge de un proceso deliberativo que demanda tiempo y el estudio de circunscripciones electorales y de intereses especiales.
Promesas secundarias
Ramírez estableció que otros aspectos sobre los cuales se debería estar alerta son:
- Si Trump mantendrá su promesa de declarar a China como un “manipulador de monedas”, lo que de ser así generaría una guerra comercial entra ambas naciones.
- Cómo será el comportamiento del mandatario con ciertos gobiernos no democráticos de la región como Cuba y Venezuela.
- Cómo evolucionará sus relaciones con Rusia, luego de que varios informes expuestos por la Comunidad Inteligente señalaran que el país europeo habría intervenido en las elecciones presidenciales.
Aunado a esto, el magnate estadounidense prometió “seguros para todos” en el plan que sustituirá al Obamacare -nombre por el cual es conocida la ley para la Protección de Pacientes y Cuidados de la Salud Asequibles-; la deportación de inmigrantes indocumentados, vetar a los musulmanes; vetar total a los musulmanes; aumentar el Producto Interno Bruto (PIB) un 6%; derogar las políticas de Obama en materia migratoria y permitir la portación de armas en 50 estados.