El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia emitió un comunicado el viernes en la noche, haciendo referencia a la situación crítica que atraviesa Venezuela, la cual advierte se estaría «calentando» por un «grupo de la oposición radical que ha tomado el control del parlamento».
En el texto con notable apoyo al gobierno de Nicolás Maduro, se asegura que ese sector opositor, al que caracterizan de «radical» ha intensificado»su retórica belicosa, llamando a la desobediencia civil. Se están preparando protestas en los próximos días, que podrían provocar, o están más bien destinadas deliberadamente a promover enfrentamientos entre manifestantes y la policía, resultando en bajas”.
Para Moscú, estos escenarios de caos representan la llamada «revolución de color», que se refiere en si a una serie de movilizaciones políticas en el espacio ex soviético llevadas a cabo contra líderes supuestamente «autoritarios» acusados de «prácticas dictatoriales».
«No es ninguna novedad. No es difícil prever lo que traerá si uno mira los eventos que han tenido lugar en otros países en los últimos años», reza el resto del comunicado.
En ese sentido, el gobierno ruso reitera la necesidad de un diálogo entre el Gobierno y la oposición como «única salida» para encontrar soluciones a los “problemas acumulados”.
También, el escrito destaca que “los provocadores tienen que entender que no van a lograr apoyo”, ya que ello “contradice las decisiones a favor de la legitimidad y orden constitucionales adoptados por todos los Estados del hemisferio oeste”. Tono que revela la parte tomada por el gobierno de Putin, acorde con el discurso oficial en Venezuela.
Foto Archivo ENPaís