Del autoengaño al autogolpe

La situación de Venezuela toma el giro de quien aguanta más, la Guardia Nacional Bolivariana o el pueblo en la calle.

¿Cuántos días seguidos y sin respiro, aguantarán la Guardia y la Policía Nacional Bolivarianas? Uno los ve parados durante horas bajo un sol candente, con sus gruesos y apretados uniformes, botas, casco, coraza, sin un soplo de viento por el obstáculo del escudo. ¿Cuándo comen? ¿Les traen agua fría o un refresco?  Antes todos tenían máscaras anti-gas, ¿ahora será que también  escasean?

No salen a la calle ni el Ejército, ni la Marina, ni la Aviación. Ni que les cante Billo. Nadie quiere embarrarse con tareas de represión, que ni prescriben ni tienen fronteras. Lo dejan a la Guardia. Allá ellos.

Para quienes tenemos memoria, lo más insólito es que la Guardia, la que se desvive para  sostener al régimen,  Chávez la odió al extremo de haber considerado su abolición. El difunto Alberto Garrido, quizás el mejor analista que tuvo el chavismo, me contó y escribió, que después del año 1992, cuando el 4 de febrero y el 28 de noviembre la Guardia fue la que con mayor contundencia defendió a Carlos Andrés Pérez, entre los proyectos de Chávez estaba eliminar ese cuerpo creado por Eleazar López Contreras, para defender la democracia.

 Volvió a tocar ese tema hace poco, el ex Fiscal General Isaías Rodríguez, entrevistado por Clodosvaldo Hernández: “Chávez me dijo que le preparara un proyecto de reforma del artículo de la Constitución para eliminar la Guardia Nacional. Yo se lo preparé y se lo entregué. Me dijo que le iba a dar unos retoques, y a los cuatro días me lo hizo llegar. Era la misma idea, con mucho más sentido político de las cosas. A los dos días de haberme enviado esa versión, me llamó y me dijo: ‘No, Isaías, no puedo tomar esa decisión porque me tumban”.

Pregunto yo: ¿tanto temía Chávez a la Guardia?

No la eliminó, pero le quitó su poder y sobre todo, su garbo. La compra del disfraz de Ninjas, ¿ recuerdan que fue un negocio con España bajo Rodríguez Zapatero?, “yque” para enfrentar a los disturbios callejeros, era un golpe bajo a un cuerpo que sí tenía el honor por divisa. Luego vino la adoctrinación de muchachos y muchachas muy jóvenes, colocándoles el uniforme y la coraza. Siguieron llamándose Guardias Nacionales, les agregaron lo de Bolivarianos, pero ya era otro cuerpo y otras tareas.

Nombré a Garrido y vale la pena, sobre todo ahora, volver a los escritos de aquellos primeros años del chavismo heroico. El 24 de junio de 1992, todos los oficiales presos por el intento de golpe del 4F, firmaron un documento que debía haber sido histórico, pero no lo fue,  porque cuando los firmantes se convirtieron en gobierno, lo que reclamaban se volteó contra ellos mismos. Me permito citar algunos párrafos de ese documento:

En Venezuela no existe separación alguna entre las ramas del Poder Público, pues los Partidos Políticos, violando deliberadamente su función de intermediarios entre la sociedad y el Estado, conspiraron entre sí para usurpar la soberanía popular y lograr que el Ejecutivo se arrogase la totalidad de los Poderes del Estado. Con lo que el Ejecutivo devino en tiranía y el ejercicio de la soberanía popular, a través del voto, quedó reducido a una farsa grotesca, deliberadamente vaciada de todo contenido y propósito.”

Sigo con lo que decía el documento:
“Ante la situación de degeneración política, económica y sobre todo moral que continúa convulsionando y desgarrando la sociedad, el Movimiento Bolivariano Revolucionario (MBR-200) EXIGE la Convocatoria a un Referéndum Nacional para Revocar el mandato al Presidente de la República, a los Parlamentarios que componen el Congreso Nacional y a los integrantes de la Corte Suprema de Justicia, Consejo de la Judicatura, la renovación general del Poder Judicial, así como la renuncia del Consejo Supremo Electoral, devolviendo de esta manera la soberanía a su propio elemento: AL PUEBLO VENEZOLANO.”

Otro párrafo del documento:

“La Constitución Nacional, que recoge y refleja la concepción del Estado por nosotros señalada, establece de manera taxativa en su artículo 4º que «…la soberanía reside en el pueblo, quien la ejerce mediante el sufragio por los órganos del Poder Público…» y, recogiendo los principios que determinan la estructura del Estado moderno desde Locke y Montesquieu, reitera en su artículo 118o la estricta separación de las ramas del Poder Público.”

¿Suficiente? Allí estaban las firmas de todos los oficiales sublevados, la primera arriba, a la izquierda, era la de Hugo Chávez. Lo fecharon: “Desde nuestras cárceles de la dignidad, 24 de junio de 1992”.  Fue hace 25 años. Un cuarto de siglo en el que un país hermoso, fue convertido en un montón de ruinas.

¿Qué es lo que defiende la Guardia ahora? ¿Hay alguna sensatez en lo que hace?