El Valle, La Vega, Montalbán, La Candelaria, Santa Rosalía y Catia son zonas ubicadas al oeste de Caracas, que hasta hace un par de meses, se creyeron afectas y defensoras del gobierno de Nicolás Maduro, sucesor del fallecido Hugo Chávez, a quien siempre le reconocieron con votos.
Las recientes protestas en estas zonas, que fueron reprimidas por cuerpos de seguridad del Estado dan muestra de que el madurismo logró cambiar esa visión. El hambre, la inseguridad y la indolencia con los problemas del día a día de los venezolanos, despertó a esta población que ahora será difícil controlar.
El ataque con bombas lacrimógenas que se extendió desde horas de la tarde hasta pasada la medianoche del sábado en los Jardines de El Valle, fue parte de la estrategia gubernamental para silenciar el clamor de los venezolanos más vulnerables, que exigen al igual que el resto del país un cambio político.
Así, también sucedió con la protesta en la parroquia La Vega, donde por más de 12 horas los vecinos se mantuvieron en las calles, pese a la fuerte represión de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), a la que le tocó pedir refuerzos al Sebin y otros elementos de seguridad, que entre allanamientos y detenciones lograron «calmar» el ambiente.
Santa Rosalía y Catia también han sido zonas populares que han alzado su voz en los últimos días en contra de una administración política que ha conducido a la peor crisis en la historia venezolana.
Los denominados colectivos, que realmente fungen como paramilitares han activado sus planes de amedrentamiento en contra de los habitantes de estas localidades en el centro de la ciudad capital.
Aún así, el temor de los caraqueños se ha transformado en indignación y ello ha permitido que crezca aún más la convicción en que Venezuela merece un cambio.
Seguirán en la protesta espontánea mientras les sigan negando sus principales derechos, como lo son el acceso a la alimentación y la seguridad social.
Para el gobierno, resulta perturbador que estas zonas populares -anteriormente bajo su dominio-, se levanten. El Valle, particularmente siendo el cinturón de seguridad de Fuerte Tiuna activa siempre una alarma para el Alto Mando Político, que espera retenerlos con la promesa de bolsas Clap cada 15 días, en lugar de un mes.
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