Los hallazgos datan de hace 300.000 años, y fueron descubiertos en el yacimiento de Jebel Irhoud, por un equipo dirigido por el paleoantropólogo francés Jean-Jacques Hublin. Entre los fósiles encontrados, resaltan fragmentos de una calavera y de una mandíbula.
Hasta ahora, se creía que los primeros «Homo Sapiens» databan de hace 195.000 años y que provenían de Etiopía. Sin embargo, con este nuevo descubrimiento, la brecha aumentó considerablemente.
Según los nuevos estudios y la reconstrucción virtual mediante los restos encontrados en Jebel Irhoud, se pudo graficar el cráneo de estos «Sapiens», y los resultados sugieren que la cara de aquellos humanos pasaría desapercibida en la actualidad. No obstante, la forma de cráneo es ligeramente distinta, pues es un poco más chato y no tan alto como la de los humanos de hoy en día.
«¡La evolución existe!», expresó Hublin, para la revista Nature.
De esta forma, se consigue una respuesta más clara ante la interrogante de dónde viene la especie humana, pues ahora surge una hipótesis de un proceso evolutivo en todo el contiende africano, en lugar de creerse que el «Homo Sapiens» surgió únicamente en Etiopía.