El Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil retomó este martes el juicio contra el presidente de facto Michel Temer por las acusaciones sobre supuesta financiación ilegal de la campaña electoral de 2014. Entre los fundamentos presentados para el caso resaltan el «uso indebido de medios de comunicación» y la entrega de sumas millonarias a través de la petrolera estatal para los partidos de la coalición gobernante. Así lo expuso el relator del caso, Herman Benjamin.
El juicio contra Temer fue suspendido el pasado 4 de abril para escuchar a nuevos testigos, y ahora se espera que los debates del TSE se extiendan por tres días, sin embargo, el proceso podría alargarse si alguno de los siete magistrados pide la suspensión del debate para revisar el caso.
El proceso maneja 7.962 páginas de pruebas documentales, declaraciones, argumentos de acusación y de defensa sobre la sospecha de que el Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB) de Temer y el Partido de los Trabajadores (PT) de Dilma Rousseff cometieron abuso de poder político y económico en los comicios de 2014.
Una sentencia condenatoria del TSE implicaría la destitución del mandatario, aunque este tendría derecho a apelar varias veces y seguiría en el poder hasta que no ocurra un dictamen definitivo, algo que podría tardar meses.