El papa Francisco podría aprovechar su visita a Colombia en septiembre para mandar un mensaje a Venezuela, según explicó el vicepresidente de la Pontificia Comisión para América Latina, el profesor uruguayo Guzmán Carriquiry.
En rueda de prensa, Carriquiry dijo que debido a la cercanía de ambas naciones cree que el papa podría en algunos de los actos previstos en la localidad de Villavicencio, donde comienzan los Llanos que llegan a Venezuela, aprovechar para mandar un mensaje a este país.
Carriquiry recordó que el Vaticano invitó a todos los obispos a seguir el viaje de Francisco, del 6 al 11 de septiembre, y que estarán presentes los cardenales de Venezuela, el arzobispo de Caracas, Jorge Liberato Urosa Savino, y de Mérida, Baltasar Porras Cardoso.
Además reveló que algunos de los organizadores del viaje pensaron en la posibilidad de celebrar algún acto en el Puente Simón Bolivar, que cruza el río Táchira y es la principal vía terrestre que comunica a Colombia con Venezuela, pero se descartó esa posibilidad porque es una “zona repleta de problemas”.
Al respecto de la situación de la Iglesia en Venezuela, el vicepresidente de esta institución vaticana que se ocupa de América Latina explicó que la posición de los obispos tienen que ser de fuerte apoyo a los ciudadanos del país, mientras que el Vaticano tiene que “estar abierto a cualquier resquicio de diálogo para evitar más violencia o el estallido de una guerra civil”. Al respecto a la situación
“Esto no implica la estupidez de quien intenta oponer al papa con el obispado venezolano”, agregó.
Por otra parte, Carriquiry indicó que el tema transversal de todo el viaje a Colombia será el de la reconciliación en el país donde ha existido una “cultura de la violencia” y donde los acuerdos de paz han creado una “fortísima polarización en todos los ámbitos de la sociedad”.
Consideró que a pesar de que el papa llega tras los acuerdos de paz firmados por el presidente colombiano, Juan Manual Santos, y los guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) “no se puede instrumentalizar políticamente la visita porque se caería en el absurdo”.