El australiano Daniel Ricciardo dejó el nombre de su escudería (Red Bull) bien en alto luego de ganar ayer (domingo) el Gran Premio de Azerbaiyán, octava carrera del Mundial de Fórmula 1 que se caracterizó por los retorcidos sucesos registrados en el circuito urbano de Bakú.
El buen presagio de Red Bull inició en los primeros entrenamientos libres del pasado viernes, cuando el piloto holandés Max Verstappen ganó las dos prácticas. Sin embargo, su par británico y líder de la clasificación Lewis Hamilton (Mercedes), amenazó con arrebatarle el protagonismo al equipo de la bebida energizante tras ganar la pole position hace par de días, sábado 24 de junio.
Al día siguiente, los fanáticos del automovilismo que se encontraban cerca del trazado de Bakú no solo presenciaron a Ricciardo ganar su quinto gran premio de su carrera, sino que fueron testigos de una serie de acontecimientos alocados. Entre los que destacaron tres coches de seguridad, una bandera roja y un choque entre Hamilton y su homólogo alemán de Ferrari, Sebastian Vettel.
En la vuelta 22, el piloto británico dio una fuerte frenada que provocó que Vettel, quien se encontraba detrás, impactara su Ferrari con el auto de su rival. Esto generó mucha molestia por parte del germano. “Creo que está claro. No estaba contento con la manera en la que él condujo. Así que me puse a su altura y se lo hice saber”, dijo el teutón en rueda de prensa.
Al final de esta historia, Ricciardo se quedó con el primer lugar del GP de Azerbaiyán y estuvo escoltado en el podio por el finlandés Valtteri Bottas (Mercedes) y su par canadiense Lance Stroll (Williams).
Foto: f1aldia.com