El satélite Aqua de la NASA ha capturado una impresionante imagen del Mar Negro desde el espacio que hace preguntarse a todos si ya ha llegado la hora de cambiarle el nombre a este mar semicerrado en los confines de Europa, ya que una serie de gigantescos remolinos de color turquesa crecen en unas aguas que han sido tradicionalmente oscuras.
En realidad esta transformación cromática se produce cada verano, aunque cada año que pasa con más intensidad. Se debe a la presencia cada vez mayor de fitoplancton microscópico que sigue el flujo de las principales corrientes marinas y remolinos de las costas. Para quien no lo sepa, el fitoplancton es un organismo flotante microscópico, que produce su propio alimento a partir de la luz solar y de los nutrientes disueltos en el agua. El contraste se aprecia mejor en la siguiente foto, donde se puede ver el color más oscuro del Caspio e incluso el Mediterráneo:
Las espectaculares imágenes del satélite presentadas fueron capturadas el 29 de mayo por el espectro-radiómetro de imágenes de resolución moderada (MODIS) instalado en el satélite Aqua de la NASA. Las causas de esta proliferación de fitoplacton son, por una parte, el flujo abundante y rico en nutrientes que aportan grandes ríos como el Danubio y el Dnieper, y por otra un proceso llamado eutrofización.
Tal vez esta transformación del color de las aguas del Mar Negro explique el color azul brillante de las aguas del Bósforo, en Estambul, como la siguiente imagen.