«Ni asesinatos de nuestros jóvenes, ni heridos, ni perdigones, ni bombas, ni balas, ni amedrentamientos de ningún tipo serán suficientes para sofocar éste deseo incontenible e irrefrenable de libertad que tiene el pueblo venezolano que ha resuelto quitarse éste gobierno infame y narcocorrupto de encima», así inició el discurso del diputado a la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, durante una visita en el estado Valera, ante cientos de ciudadanos.
Este jueves estuvo en Monay, Flor de Patria, Pampán, Mucuche, La Concepción, Sabana de Mendoza y en Trujillo, la capital de la entidad, donde conversó con los habitantes y les habló sobre la situación del país. «El régimen cree que, con sus armas, con sus colectivos violentos, con sus organismos policiales y su persecución desatada, podrá detener el ímpetu de este pueblo. Con este pueblo arrecho no puede nadie», exclamó.
«Mucho hemos meditado sobre cómo salir pacíficamente de esta desgracia, y en la misma medida es que nos echamos a la calle, en ejercicio de nuestro derecho no regulado y no regulable, derecho constitucional de protestar», aclaró el parlamentario, quien puntualizó que la constitución tiene un capitulo que la protege, y que en ese caso dependería del Poder Ejecutivo y Poder Judicial.
Señaló que el artículo 350 de la máxima ley del país les da facultades a los venezolanos para mantenerla vigente, por encima de cualquier fuerza. «Los que violan la constitución es el propio Gobierno y ese burdel que es el Tribunal Supremo de Justicia. Por eso estamos aquí, en todos los municipios, barrios, parroquias y caseríos de Venezuela, el pueblo está en la calle», dijo.
Ramos Allup afirmó que el gobierno tiene un respaldo de un 12 a 14%, mientras que un aproximado de 85% de la población lo repudia. «Eso quiere decir que hasta la base chavista los rechaza. Eso no nos contenta, sino que nos preocupa, porque un gobierno con una base de respaldo tan endeble y un porcentaje de rechazo tan alto, puede cometer cualquier tipo de locura, en su miedo, en su culillo, para mantenerse en el poder», comentó.
Durante la actividad, preguntó a los asistentes si en Trujillo hay comida, medicinas, buen servicio de distribución de bombonas de gas doméstico, y calidad en los servicios públicos, y los ciudadanos gritaron que no. El legislador detalló que, en oriente, occidente, en los andes, en todo el país, la respuesta es similar.