El sobrevuelo de un helicóptero del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) sobre dos instituciones públicas en la ciudad capital, como el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y el Ministerio de Interior y Justicia causó desde temor hasta esperanza e incluso incredulidad ciudadana el pasado martes.
El hecho, en el que Oscar Pérez, funcionario activo del organismo de seguridad se rebelaba contra el régimen de Nicolás Maduro dejaba al descubierto no solo la inseguridad aérea en Caracas, sino también el descontento que podría estar presente en la institución.
Para el abogado especializado en criminalidad, Fermín Mármol García, la inconformidad de los venezolanos que se ubica en más del 85% puede verse reflejada siempre en sus instituciones, que bien son representadas por venezolanos.
Mármol García, quien defiende la seriedad del Cicpc durante sus 59 años de fundado, en los cuales indica “jamás se había tenido ninguna insubordinación de ningún tipo”, también sostiene que instituciones como el Cicpc o el Ministerio Público, “son parte de esa realidad país que quiere elecciones y un cambio político”.
Aun así, el experto en materia criminal prefiere inclinarse hacia la hipótesis de que este es un tema individual, donde “él (Oscar Pérez) es el líder y una o dos personas más lo acompañaron”.
“Me gusta más la tesis de que es una agencia individual, por patriotismo o cualquier otro concepto. Claro, que también es muy fácil de llevar y corroborar, desde el punto de vista teórico, las causas del hecho”, expone el abogado, al insistir en la formación de calidad de los funcionarios de investigación criminalística y su idiosincrasia, de la cual asegura no forma parte la beligerancia en temas políticos.
Mármol, aunque expone que en las instituciones del Estado también se replica ese porcentaje de venezolanos que quieren elecciones y un cambio, no cree que los funcionarios del Cicpc “quisieran hacer lo que algunos quisieran”.
“Sacar todas las patrullas y ponerles 350 y pasear por todas las calles, no lo creo. Sí creo en la formación de los hombres y mujeres del Cicpc, y creo que cada quien busca su forma de protestar desde su espacio (…) La gente hace lo que puede hacer”, indica.
Capital desprotegida
Por otra parte, el criminólogo hace referencia a lo que el hecho del helicóptero dejó en evidencia. Una ciudad capital desprotegida, que no se vio “amurallada ni inexpurgable”.
“Si este helicóptero hubiese sido empleado como un kamikaze, tenemos la sensación de que nadie lo hubiese podido evitar. Hay protocolos de encierre aéreo para obligar a una aeronave a aterrizar, sin derribarla”, expone Mármol ante un mecanismo de seguridad que no fue aplicado.
De esta manera, considera que tanto la rutina del que “nunca pasa nada” como el exceso de confianza tumba hasta los mejores protocolos.
“¿Quién iba a parar al inspector Pérez llegando a la base aérea de La Carlota, si ese es su lugar de trabajo? Nadie, pero si se debió identificar a quienes lo acompañaban”, cuestiona Mármol al destacar que una falla como esta atenta contra la seguridad pública en cualquier parte del mundo y es lo que ahora debe revisarse.
Cordura y sensatez
En cuanto a las múltiples hipótesis que se ha encargado de manejar la sociedad, así como los adjetivos que se le han dado al hecho, Mármol García pide “cordura y sensatez”, además de equilibrio.
Para el abogado, los policías o militares no pueden ser “buenos o malos, de acuerdo a la conveniencia. Yo creo que tenemos que tener sensatez, cualquier policía o militar que haga uso de armas de fuego o artefactos explosivos en contra de estructuras donde se encuentren civiles desarmados, para mi tiene una condena, un reproche. No pueden haber policías buenos o malos, si son de derecha o militares buenos o malos, si son de izquierda”.
El criminólogo ve con preocupación la doble moral que se puede estar generando en torno al tema.
“Quien ataque un centro comercial con lacrimógena, un liceo o una escuela, quien ataque un hospital con lacrimógenas o le dispare a manifestantes desarmados ha tenido la condena de los venezolanos, bueno pues quien ataque sedes públicas con armas de fuego o artefactos explosivos, en el caso de que sea comprobado, tiene que tener nuestro reproche (…) lo que está bueno está bueno, y lo que está malo, malo”, apuntó.
En ese sentido, resaltó que los escenarios de violencia, caos y anarquía solo benefician al gobierno y hace que la oposición pierda aliados. Es entonces, cuando insiste en llamar a la cordura.
Foto Archivo ENPaísZeta