El clamor en Twitter es que la Asamblea Nacional forme un Gobierno de Transición, pero en Estados Unidos no apoyan la idea. Así lo dejó claro este martes el encargado de Suramérica en el Departamento de Estado, Michael Fitzpatrick, en entrevista con la agencia de noticias española EFE.
Según Fitzpatrick, su país sigue considerando legítimo a Nicolás Maduro así lo consideren un dictador, teniendo en cuenta que fue electo por los votos. Es decir, legitimidad de origen. La Casa Blanca no se plantearía reconocer un eventual Ejecutivo paralelo formado por la oposición.
La oposición venezolana controla la Asamblea Nacional, desde donde un sector espera que nombren un gobierno paralelo. Sin embargo, esas no son atribuciones del parlamento. Con la declaración de Fitzpatrick, queda claro que, si usan la vía parlamentaria para nombrar un nuevo Ejecutivo en Venezuela, la Asamblea perdería la legitimidad que le permite ser reconocida ante el mundo como el único poder que se mantiene en el hilo constitucional y democrático. «No reconocemos necesariamente gobiernos paralelos o aparte. Respetamos el gobierno oficial de Venezuela y del presidente Maduro en este momento», subrayó el funcionario estadounidense.
El presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, tiene claro que no pueden salirse del canal constitucional, por más que un grupo, comandado políticamente por María Corina Machado, así lo exija. «A nosotros no nos toca nombrar un presidente. Yo quiero recordarle a todos los que nos escuchan que la lucha de todos los venezolanos sigue siendo la lucha por lograr que (…) todas las personas en el país tengan la capacidad de votar, votar libre y transparentemente para elegir un nuevo gobierno», señaló el martes el también coordinador de Primero Justicia en entrevista con César Miguel Rondón.
«Esa es nuestra lucha, nuestra lucha no es para que la AN nombre un nuevo gobierno sino para que todos los venezolanos democráticamente elijan un nuevo gobierno», recalcó Borges.
Estados Unidos, por su parte, insiste en mantener relaciones con Maduro para lograr un acuerdo o fomentar un diálogo que solucione la crisis. Queremos apoyar al pueblo venezolano (para) salir de esta crisis y mantener conversaciones diplomáticas con el gobierno», explicó Fitzpatrick.
La calificación como «dictadura» del régimen venezolano por parte de los estadounidenses responde a varios factores, explicó el diplomático, entre ellos la celebración de una Asamblea Nacional Constituyente que consideran ilegal e ilegítima.
«Lo que hemos visto durante los últimos 18 meses es una serie de decisiones y acciones por el gobierno de Venezuela (para) asfixiar el mundo democrático, cerrar más espacio para diferencias de opinión, atacar a cualquier organización o grupo de personas que piensen diferente», declaró Fitzpatrick.
«Esto tiene que acabar. De una forma u otra, tarde o temprano, y se va a acabar», sentenció.
Error comunicacional de la MUD
«¿Aprueba que se proceda a la renovación de los Poderes Públicos de acuerdo con lo establecido en la Constitución, así como la realización de elecciones y la conformación de un nuevo gobierno de unidad nacional?» fue la tercera pregunta de la Consulta Popular realizada por la oposición el pasado 16 de julio. Con la primera parte han empezado a cumplir al nombrar a nuevos magistrados del Tribunal Supremo de Justicia en sustitución de los express nombrados por el anterior parlamento a finales del 2015. Sin embargo, están en mora con la designación de nuevos rectores del Consejo Nacional Electoral, apartado polémico porque, en principio, la Asamblea Nacional dejó pasar esa oportunidad cuando no consiguió quórum en la última sesión disponible para ello, en diciembre del 2016. En ese momento, dos diputados de Un Nuevo Tiempo no se presentaron a la plenaria.
Sin embargo, en el punto de la conformación de un gobierno de unidad nacional, la mala redacción -señalada por el chavismo disidente en su momento- se prestó a confusiones. Es un mandato a futuro: una vez que la oposición alcance el gobierno, deberá cumplir con un gobierno de unidad nacional que incluya a todos los factores políticos. De hecho, con este punto la MUD ya cumplió al suscribir un acuerdo común que solo objetó María Corina Machado, a pesar de que participó en las reuniones de su elaboración y su representante estuvo presente el día en que fue anunciado. Sin embargo, el mal uso de las palabras dio a entender que formarían un gobierno paralelo al de Maduro, algo simplemente fuera de la legalidad que le ha ganado al parlamento su legitimidad mundial, lo cual buscan capitalizar algunos sectores. Si la oposición pisa ese peine, con el que ya coquetean partidos como Voluntad Popular aparte de Vente Venezuela y sectores representados políticamente por Diego Arria, caerían al mismo nivel del madurismo.
Nota de redacción: Este informe fue editado. Se aclara que Michael Fitzpatrick fue entrevistado por la agencia EFE, no por El Nuevo Herald, como habíamos dicho anteriormente. El periódico estadounidense reprodujo la entrevista de EFE.