El analista político, Fernando Mires, profesor emérito y catedrático en el Instituto de Ciencias Políticas de la Universidad de Oldenburg, aseguró en exclusiva para El Nuevo País y Zeta que en Venezuela, la alternativa para evitar que Nicolás Maduro cumpla sus objetivos, es ir a elecciones.
Mires, insiste en que los comicios regionales -convocados para el próximo mes de octubre-, permitirán que la dirigencia opositora se recupere a través de una agitación política, que sumada a la fortaleza electoral de la oposición creará una nueva tribuna de denuncia.
-Con esta convocatoria de las elecciones regionales, se dice que Maduro se aprovechó del ímpetu electoral de la oposición. ¿Considera que es así?
-FM: Pienso que Maduro ha intentado tender una trampa a la oposición, en el sentido de que después del 30 de julio, quedó tan abiertamente demostrado que él está dispuesto a hacer fraude sea como sea, que ha amedrentado a gran parte de los electores, que están señalando que no vale la pena ir a votar y creo que eso es justamente lo que quiere Maduro. Se trata entonces de evitar que Maduro cumpla sus objetivos. Yo diría que la alternativa que queda, porque no hay otra además, es ir a votar.
-¿No cree que más que desmoralizar a la oposición, el gobierno logró desmoralizar al pueblo?, ¿Cómo se recupera nuevamente la aceptación de una población desmotivada?
-FM: Todo depende de la forma cómo la oposición enfrente el proceso electoral, porque no es un proceso electoral común y corriente. Se trata de un nuevo contenido, se trata más bien de continuar la línea de las protestas por el canal electoral. Se trata de una recanalización en el proceso de las protestas. Creo que es necesario. La protesta no podía durar hasta el infinito. Ya había quedado demostrado que se estaba produciendo un choque, que ya de hecho estaba desmoralizando a los manifestantes. Se estaba llegando a un punto en que la calle se estaba enfriando y la única alternativa es continuar el proceso por otras vías. Esa vía del enfrentamiento total, la del enfrentamiento formal, no estaba produciendo los resultados que alguna vez imaginó la oposición o parte de la oposición que podían ser logrados.
-Hay quienes aseguran que la Constituyente no fue lo que enfrió las calles, fue la falta de reacción de la MUD, la falta de un plan B o la inacción de pasar al siguiente nivel con esas protestas de calle. Pero, ¿cuál sería exactamente ese plan, qué más podía hacer la oposición en ese caso?
-Yo creo que nada. Creo que Capriles y Pizarro lo han dicho muy bien. Se hizo lo que se tenía que hacer y no se pudo. No todo lo que uno se propone, se puede hacer en esta vida. Hay momentos en que hay que aceptar que hay límites ineludibles y en este caso se hizo lo que se tenía que hacer. La población salió a la calle a demostrar su rechazo. Tenían que hacerlo, debían hacerlo y no había otra alternativa. Ahora, que de ahí muchos habrían imaginado que como consecuencia de la intensidad de la protesta, iba a caer Maduro ese es otro problema. Creo que allí apareció una ilusión que en ese instante no tenía nada que ver con el proceso. Lo que se trataba era de crear una protesta enorme y se logró, una protesta enorme en contra de la Constituyente. Y esa protesta va a continuar, porque la historia sigue y sigue. Esas protestas que vienen desde abril, tienen su origen. La protesta por el revocatorio tiene su origen y así sucesivamente. No se trata de un hecho, se trata de una cadena de hechos.
-¿Hubo un error comunicacional por parte de la oposición al crear esta “ilusión” en la población, al hacer creer que con las protestas se saldría de Maduro?
-FM: De parte de un sector, claro que lo hubo. No señalaron que se podía hacer, en caso de que se produjera una situación como la que se produjo, donde había una absoluta imposibilidad de crear una salida distinta.
-¿La oposición no tenía esto claro, por qué crearon esa expectativa?
-FM: Parte de la oposición la creó, otra parte se sumó a las protestas porque había que protestar. Creo que también, entre los manifestantes existía el mismo problema que en la oposición. Lo que quiero decir, es que la oposición no es una cosa distinta al resto de la ciudadanía, la oposición es la ciudadanía y está llena de contradicciones. Esos ciudadanos que salieron a protestar tampoco protestaban por lo mismo, una parte de esos ciudadanos protestaban en contra de la Constituyente, pero había otra parte que le dio otro carácter, exigiendo que Maduro tenía que irse como consecuencia de la protesta. Ahora, todos sabemos que como consecuencia de la protesta ninguna dictadura se ha ido, luego creo que un sector de la oposición estaba pensando era dividir al ejército como consecuencia de la protesta y eso no se pudo.
-¿Usted cree que eso también fracasó?
-FM: Creo que sí. Eso fracasó, entre otras cosas porque dio a conocer que el ejército no solamente es un instrumento al servicio del dictadura, es parte de la dictadura y escuchando a Padrino López, diría que es la dictadura.
-¿Cree que ir a estas elecciones significa doblegarse ante el régimen y ante el CNE fraudulento?
-FM: No creo que sea así. Porque ese CNE es exactamente el mismo del 6 de diciembre. La situación no ha variado. Lo que ocurrió el 30 de julio no está en continuidad con el 6 de diciembre. El 6D fue la demostración que cuando existe presión, vigilancia mesa por mesa, cuando hay una militancia electoral, es posible derrotar al propio CNE. Lo que intentó Maduro es demostrar que el CNE es tramposo y parte de la ciudadanía está cayendo en esa trampa. Se le puede derrotar, por una razón sencilla, la historia lo ha demostrado.
-Ciertamente, el CNE actual es el mismo del 6D de 2015, pero en ese momento no se tenía la denuncia de Smartmatic, que confirmó la falta de credibilidad del ente electoral.
-FM: ¿Dudaba alguien que el CNE era tramposo? La trampa más grande que ha hecho el CNE ocurrió en 2013 en las elecciones presidenciales, al lado de ese robo que cometió el CNE, el robo del 30 de julio es un juguete de niño. Tibisay Lucena no quiso mostrar los cuadernos electorales y eso fue una confesión abierta de que se las habían robado, pero bueno con ese mismo CNE se ganó el 6D, porque la oposición aprendió la lección, entendió que hay que revisar voto por voto y ganó.
-¿Cuál sería el escenario para la oposición y para la población si decide acudir de forma masiva?
-FM: Nadie puede pensar que mediante las elecciones va a caer Maduro, también se puede pensar que sin elecciones tampoco va a caer. Se trata de usar todos los espacios que están en la Constitución y las elecciones lo están. Si no se va a votar, se le regalaría una parte de la Constitución al propio Maduro y eso podría ser fatal, porque él va a presentarse ante el mundo como el que ofreció elecciones y no quisieron venir a votar. ‘No soy dictador, ellos son los que se niegan a practicar la norma constitucional’.
-En ese escenario de que la oposición vaya a elecciones y arrase con las gobernaciones, queda el riesgo de la mayoría chavista en los concejos legislativos. ¿Cómo cree que esto pueda repercutir?
-FM: No estoy seguro si arrasarán, hay que contar también que habrá trampa, que serán insuperables de faltar, estamos ante un gobierno tramposo, antielectoral y yo creo que se van a ganar una enorme cantidad de gobernaciones, pero creo que ese no es el objetivo. Veo a las elecciones como un medio de agitación política, donde cada candidato puede ser al mismo tiempo, un líder popular con la posibilidad de llevar el llamado de las protestas mucho más allá de lo que ocurrió recientemente. Irán a los pueblos, a las aldeas, al monte y culebra. Esa gente normalmente no iba a las grandes manifestaciones porque el peso fundamental recayó sobre los jóvenes universitarios, entonces solamente en las grandes ciudades o en las ciudades donde habían universidades, ocurrieron manifestaciones. Entonces las elecciones posibilitan penetrar en los pueblos. Agitar, eso es lo fundamental. Usar las elecciones como tribuna de denuncia, aunque se las roben.
-¿Cree que las elecciones regionales sirvan como último mecanismo para denunciar que se está frente a un gobierno antidemocrático?
-FM: Creo que ya todo el mundo lo sabe, pero sería como un certificado más ante la opinión publica mundial, ante los países latinoamericanos y allí se señalaría claramente el último resquicio que le falta por destruir en la Constitución, lo ha destruido.
-¿No han sido suficientes los elementos que lo han demostrado anteriormente?
-FM: Son suficientes, pero es mejor tener más, que menos.