Estudiantes asumen con cautela diálogo entre oposición y régimen

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Luego de muchos rumores, se confirma. Oposición y gobierno se sentaron a dialogar. Algo que, en política, es necesario, lógico y básico. Incluso, es un principio del oficio.

Sin embargo, aquí en Venezuela, es una práctica excepcional esa del diálogo.

Como en otras oportunidades con informaciones sensibles para el país, los venezolanos se enteraron de este “encuentro formal” por el canciller Francés Jean-Yves Le Drian luego de un encuentro que mantuvo con su par venezolano, Jorge Arreaza. Un detalle importante a tener en cuenta. Detalle que se une al hecho de que, tanto el presidente como el primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges y Freddy Guevara, respectivamente, mantuvieron una reunión con el presidente de Francia, Emmanuelle Macron, una semana antes.

Retomando este encuentro entre oposición y gobierno, que tuvo lugar en República Dominicana bajo la mediación del presidente de la isla, Danilo Medina y el ya conocido en estas latitudes, José Luis Rodríguez Zapatero, llega luego de que el país viviera cuatro meses intensos de protestas que dejaron un saldo de cien personas asesinadas y mas de 600 opositores privados de libertad; alcaldes opositores destituidos y condenados por el Máximo Tribunal a 15 meses de prisión, de los cuales, solo uno está preso mientras que el resto está en el exilio. Un encuentro que llega en medio de amenazas por parte de una Asamblea Nacional Constituyente (ANC), de encarcelar a otros tantos dirigentes de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

También llega en medio de sanciones económicas al país, por parte de la comunidad internacional encabezada por Estados Unidos, que ha colocado al gobierno en una posición complicada. Este hecho, constituye para varios analistas la principal diferencia de los encuentros e intentos de 2014 y 2016: el gobierno llega con una necesidad imperiosa de acuerdos que le permitan un margen de maniobra económica.

Pero, también llega con dos ventajas, según se vea: con su instancia de la ANC, que puede ser motivo o no de negociación, y con el hecho cierto de que Nicolás Maduro llega a 2018.

Como casi todo en Venezuela, las opiniones en torno al diálogo están divididas. Unos la consideran ceder, otros las apoyan y otros tantos consideran que es “darle oxígeno al gobierno”.

Antes del 16 de julio, la oposición presentó al país dos plataformas en las que, la sociedad civil organizada, participaría activamente en las protestas y en la “defensa de la Constitución”: el Frente Social como incluso, instancia de la MUD y el Movimiento Libertador.

Ambos han quedado relegados tras el cese de las protestas. Uno de los sectores que conforman ambas instancias es el Movimiento Estudiantil. Un sector que busca ser la referencia que fue en 2007.

Daniel Ascanio, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Simón Bolívar (USB), señala que, desde hace mucho los estudiantes plantearon la necesidad de constituir mesas de trabajo con el gobierno a través de mecanismos como la protesta. Sin embargo, Ascanio considera que, en esta oportunidad, “no hay razón alguna para entablar un diálogo con personas que juegan con la voluntad de los venezolanos. Con quienes tampoco tienen voluntad de buscar soluciones”.

Por su parte, Samuel Díaz, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Metropolitana (UNIMET), cree que las conversaciones son parte del juego político.

Aunque no existe una posición unitaria del ME, Ascanio y Díaz coinciden en muchos aspectos. Uno de ellos es la vía electoral y no la violencia como forma de salir de la crisis que vive Venezuela.

Ascanio manifiesta mucho más abiertamente su desconfianza con el gobierno y los voceros, Jorge y Delcy Rodríguez, ya que, a su juicio, “son los mismos que han atacado y perseguido al pueblo”.

El representante de la USB tampoco escatima en calificar al gobierno de Nicolás Maduro como una “dictadura” e insiste, “¿cómo confiar?”.

Tanto él como Díaz, señalan además que, dentro del ME se ha debatido la necesidad del cumplimiento de las exigencias que llevaron a millones de venezolanos a las calles en el mes de abril: liberación de presos políticos, canal humanitario, cronograma electoral y cambio de gobierno.

También coinciden en afirmar que las protestas, de cierta forma, obligaron al gobierno a sentarse así como las sanciones y presiones internacionales que, para Ascanio y Díaz, son consecuencias de las mismas protestas de calle.

Por ello, los estudiantes insisten en la necesidad de retomar la presión de calle, y “hacerle ingobernable al gobierno el país”, en palabras de Ascanio. La presión de calle además, no solo traducida en marchas y trancas.

Díaz explica que hay que transformar la manera en la que se reclama. Sostiene que en “la lucha no violenta existen 198 mecanismos de protesta” y que el ME se pondrá como tarea explicarle cada uno de ellos a los venezolanos.

“Es importante minimizar los costos. Nunca serán cero pero hay que reducirlos”, dice el representante de la UNIMET luego del saldo de las protestas.

-¿Cómo se minimiza el costo de protestar contra una dictadura como la califican?

“Protestando de forma inteligente y efectiva. Con logros de objetivos”, refiere Díaz.

Una “calle” que recibió un balde de agua fría luego de concretarse la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) y que la oposición no ha podido reactivar.

“La victoria tiene muchos padres y la derrota es huérfana”, reflexiona Díaz, quien asegura además que el ME asume parte de esa responsabilidad al tiempo que critica la “falta de conducción política” por parte de la dirigencia.

En cuanto a la forma en como la MUD manejo este nuevo encuentro que, según Nicolás Maduro estuvo antecedido de conversaciones durante varios meses, Ascanio y Díaz reconocen los “errores comunicacionales” de la alianza opositora y el “mal manejo de las expectativas”.

Luego de la opacidad en cuanto a quiénes integrarían la comisión de la MUD y si se sentarían frente a frente, vino un Comunicado en el que se establecen varios puntos como la conformación del Consejo Nacional Electoral; que las elecciones se re realicen de forma “libre” sin inhabitados, la presencia de un conjunto de países que distribuyen “las fuerzas” de forma paritaria y la posibilidad de realizar un referendo para que sea el pueblo quien decida lo acordado.

Al respecto, Ascanio considera que, ya sentados, las fechas de las reuniones se deben con mayor frecuencia. “los problemas en el país son muy graves y deben ser atendidos”. Condiciona la posibilidad de diálogo a la presencia de “interlocutores serios que representen valores democráticos”.

Díaz, quien no solo habla de problemas de comunicación sino que también cree que se cometen “errores de novatos”, califica de “bueno” el comunicado de la alianza y la posibilidad de realizar un referendo.

Sostienen que el mismo debe precisar, “cuál es el motivo y ser claro. Si esta basado en el cumplimiento de las exigencias y el cambio político, estaremos de acuerdo porque cambio político conllevara al cambio social que necesita el país.

Pero si es para permitir que el gobierno se mantenga, no tiene sentido”, dice Ascanio.

Los estudiantes “no se sentaran sin condiciones”, manifiestan ambos. “es necesario transparencia, claridad y Unidad”, agrega Samuel Díaz.

Un punto polémico del comunicado, por el hecho de no estar claramente definido es el que respecta a la ANC.

Un punto, el único, en el que no coinciden en forma más sí en el fondo Ascanio y Díaz.

Para el primero, no es innegociable el diálogo si no se elimina esta instancia ya que, “el país tiene ahorita problemas mucho más graves a los cuales hacerle frente. La ANC es el producto del mayor fraude registrado en el país y no la reconocemos. Sí, esta tomando decisiones porque cuenta con el deshonroso apoyo de las Fuerzas Armadas y debe eliminarse pero hay otras prioridades”, dice.

Por su parte, para Díaz sentarse y negociar, sí pasa por la anulación de la ANC.

Una entidad creada para perseguir y castigar disidentes, según relatan no solo ambos estudiantes sino la mayoría de la dirigencia opositora.

Sin fiesta

En relación a las elecciones regionales, Ascanio y Díaz se muestran a favor de participar, “siempre y cuando se entiendan y asuman como un mecanismo de lucha, un escenario más de batalla y no como una fiesta electoral”, dice Díaz.

Ascanio considera que acudir a ellas este próximo 15 de octubre, debe ser para y por, “la consolidación de la Unidad, más allá de la MUD, para seguir presionando por un cambio de gobierno”.

Habla Venezuela

Daniel Ascanio y Samuel Díaz, jóvenes cuyas referencias de gobiernos totalitarios están el libros, son concientes de que “nunca se esta preparado para esto”, en relación a enfrentar un gobierno que ha sido denominado como una dictadura no solo por la oposición sino también por parte de la comunidad internacional.

Aunque no ha sido fácil, coinciden en que están por “vocación y convicción”.

“Venezuela se lucha”, dice Ascanio.

“Venezuela vale la pena”, agrega Díaz.

Esperan que la próxima semana, el ME fije posición unitaria no solo sobre el diálogo sino sobre cuál será el rol de los estudiantes este próximo 15 de octubre y cuáles son sus exigencias.

Asimismo, hablaran de la situación de las Universidades y la amenaza latente contra la autonomía que ya tiene varios precedentes como el de la propia USB.

También para presentar una nueva fase de protestas enmarcadas en un proyecto ya iniciado llamado “Habla Venezuela” en el que invitan a distintos sectores a escuchar y escucharse con propuestas de país.

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