Venezuela en la mira para el proyecto ruso de Putin

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El editorial del diario norteamericano The Washington Post del pasado lunes 02 de octubre asoma casi de cuerpo entero lo que se sospecha en Europa: Rusia está detrás de muchas cosas que afectan la democracia mundial.

El editorial plantea que el irregular e ilegal referéndum realizado el domingo pasado en Cataluña, en el que solo participó el 42% de los convocados, fue ganado por Rusia, gracias a la torpe política del gobierno español. El diario norteamericano precisa: «Las tácticas de mano dura imprudentemente empleadas por el primer ministro español Mariano Rajoy se produjeron en respuesta a un impulso imprudente e irresponsable de los nacionalistas catalanes para crear una república independiente en violación de la ley».

El editorial incluye un recuento de que este plan comenzó cuando en 2015 las fuerzas nacionalistas de Cataluña, que incluyen facciones de extrema izquierda y de extrema derecha, lograron la mayoría en el parlamento regional, aunque ganaron menos de la mitad de los votos.

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Inmediatamente comenzaron a preparar un referéndum sobre la independencia, aunque el Tribunal Constitucional español lo decretó ilegal y la Constitución española de 1978 otorga considerable autonomía a Cataluña y otras regiones, pero expresa taxativamente que el Estado es indivisible.

El miércoles, los partidos independentistas convocaron un pleno del Parlamento catalán para el lunes donde analizarán los resultados de la votación y no se descarta que se produzca la declaración de independencia.

Lo cierto es que diarios como El País de Madrid, Le Monde de París y otros venían advirtiendo que detrás de los grupos separatistas está Rusia con la intención de debilitar a la Unión Europea.

Esos diarios alertaron sobre cuentas en redes sociales asociadas al Kremlin en las que emplearon noticias reales y falsas para agravar la tensión en Cataluña y los medios financiados por el Gobierno ruso dieron cobertura intensa y sesgada a todo lo relacionado con el referéndum, antes y después.

Facebook reveló esta semana que estima que unos 10 millones de personas en Estados Unidos vieron al menos uno de los más de 3.000 anuncios políticos pagados en esa red social por cuentas falsas operadas probablemente desde Rusia en los últimos dos años.

En cuanto a la inclusión de Venezuela en el proyecto ruso también se han publicado varias notas. Al parecer, Vladimir Putin retomó el proyecto iniciado en 1960 cuando la Unión Soviética instaló su primera base en Cuba.

The Washington Post plantea que en el mundo, los únicos partidarios de los nacionalistas catalanes son la Escocia separatista, el gobierno paria de Venezuela y el aparato de inteligencia y propaganda de Rusia que movilizó a sus medios de comunicación y bots de medios sociales en apoyo de los separatistas. Evidentemente, Moscú percibe al movimiento catalán como otro vehículo para dividir y debilitar al Occidente democrático.

Los insultos a Mariano Rajoy en todos los medios oficialistas de Venezuela por tratar de impedir el ilegal y cuestionado referendo separatista en Cataluña, impuesto a la brava, como fue impuesta la Asamblea Nacional Constituyente, refuerzan lo que se dice sobre la inclusión de Venezuela en el proyecto ruso.

Como si fuera poco, la visita del presidente Nicolás Maduro a Rusia y su reunión con Vladimir Putin, no solo es por negocios petroleros, la deuda de Venezuela con Rusia y otros temas. Después de 40 años de lucha contra los gobiernos democráticos e invertir tanto dinero en Cuba, Colombia, Venezuela y otros países con grupos guerrilleros,  Rusia no está para perder su ventaja actual sobre la Venezuela petrolera y rica en otros minerales como oro, hierro y coltán.

Los cuerpos de inteligencia norteamericanos y europeos también consideran que Rusia está detrás del incremento de actos terroristas en Europa y EEUU, al igual que los ataques sónicos contra diplomáticos norteamericanos en Cuba. Esos ataques lograron desmontar la presencia diplomática norteamericana en La Habana.

Occidente debe entender que el proyecto ruso está muy avanzado. Apostar a un presidente norteamericano y lograr que triunfara, no es poca cosa. Lograr que la fracasada guerrilla colombiana retome el camino hacia el poder político, tampoco es una bagatela.

Sobre todo eso hay bastante material escrito y los políticos venezolanos deben ampliar sus horizontes y entender que deben unirse totalmente para superar este gobierno y solo luego aspirar a los altos cargos políticos.

La reciente decisión judicial contra Teodoro Petkoff hizo recordar a alguien que ya el gobierno venezolano está utilizando políticamente la psiquiatría, tal como se hizo en la Unión Soviética y todavía se hace en Rusia, China y Cuba.

Eso comenzó cuando en 1959 Nikita Khruschev planteó que quien se opone al comunismo no puede ser una persona normal. El marxismo-leninismo es el gran recipiente de sabiduría y verdad. Ergo, el disidente solo puede ser alguien con una alteración mental.

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Declarar que Petkoff padece de «demencia vascular» y no es apto para afrontar un juicio, es lo que también algunos oficialistas quieren aplicar a la Fiscal General Luisa Ortega Díaz y otros disidentes.

La corrupción

La corrupción del gobierno venezolano es de tal magnitud que se dice en Estados Unidos que Pdvsa pudiera ser considerada oficialmente como una compleja organización criminal  y eso no solo afecta al pueblo de Venezuela sino al proyecto ruso y a sus socios chinos. Rusia no ha perdido sus esperanzas de manejar en territorio norteamericano a la empresa venezolana Citgo.

Por eso, muchos están extrañados con la diligencia con la que el Fiscal General nombrado por la ilegal Asamblea Nacional Constituyente, Tareck William Saab, está actuando contra las mafias de la industria petrolera, aunque hasta ahora solo ha tocado sus niveles medios.

Todos los crímenes financieros en los que se mencionan altos funcionarios venezolanos pueden ser la causa del fin de más de 18  años de un gobierno que abiertamente atenta contra todos los principios democráticos.

Eso puede complicarse con la instalación el viernes 13 de octubre en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington de los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) designados por el único poder legítimo, autónomo y reconocido por la comunidad internacional, la OEA y la ONU, como es la Asamblea Nacional que ahora preside Julio Borges.

Expertos internacionales explican que la legitimidad extraterritorial de esos magistrados, perseguidos por el actual gobierno venezolano, tiene precedentes en el juicio de Nüremberg entre 1945 y 1946 y el Tribunal Internacional de La Haya.

Por cierto que la Fiscal General Luisa Ortega Díaz está recopilando todas las denuncias contra el gobierno venezolano por violaciones a los derechos humanos para presentarlas ante esas instancias de La Haya.

La fiscal recibió varias denuncias durante una reunión realizada el sábado 30 de septiembre en Bogotá por parte de organizaciones de venezolanos en Colombia.

Por todo eso, es posible que después de la reunión del presidente Nicolás Maduro con su colega Vladimir Putin en Rusia, se observen algunas aperturas del gobierno venezolano tratando de superar todas esas amenazas legales y mejorar su imagen frente a la comunidad internacional.

 

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