Aulas vacías por hambre y miseria

El equivalente a 10 estadios Universitarios repletos de niños y adolescentes dejó las escuelas en Venezuela este año: 251.180 muchachos ingresaron a la estadística de “deserción escolar”. ¿Cuántos de esos muchachos dejaron los pupitres por no tener con qué ir a la escuela? ¿Cuántos cambiaron la “Canaimita” por un arma? ¿Cuántos sustituyeron la lonchera con la arepa con un huevo por un pedazo de cualquier cosa que parezca digerible que esté en medio de la inmundicia?

Por RICHARD SANZ

Una mano adolescente, de no más de 16 años, empuña una pistola dentro de una buseta de transporte público que circula por la avenida Baralt, a la altura de Capitolio, a eso de las 11:00 de la mañana… Tres cuadras más abajo, detrás del Mercado de Quinta Crespo, un enjambre de niños con sus padres improvisan una especie de “comedor de la miseria”: revuelven bolsas y cajas repletas con basura en busca de algo que mitigue el hambre. Ya casi es mediodía y ni siquiera han desayunado.

Esas escenas se repiten como un déja vu en distintas zonas de la capital del país que tiene las reservas más grandes de petróleo del mundo.

¿Cuántos de esos muchachos dejaron los pupitres por no tener con qué ir a la escuela? ¿Cuántos cambiaron la “Canaimita” por un arma? ¿Cuántos sustituyeron la lonchera con la arepa con huevo por un pedazo de cualquier cosa que parezca digerible que esté en medio de la inmundicia?

Tragedia educativa

Y es que los números correspondientes al período 2017-2018 revelan la magnitud de la tragedia que significa la deserción escolar en el país: el equivalente a diez estadios Universitario de Caracas repletos de niños abandonó los estudios este año. La cifra de 251.180 muchachos que dejaron sus pupitres vacíos la precisó en declaraciones El Nacional el profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Luis Bravo Jáuregui, quien llegó a esa conclusión al comparar la cantidad de alumnos que inició clases el período anterior (7.446.515) con la que dio a conocer el ministro de Educación, Elías Jaua, que comenzó sus estudios el pasado mes de septiembre (7.195.335).

Nadie puede estudiar con hambre

El más reciente estudio de Cáritas, organización no gubernamental vinculada a la Iglesia Católica, explora una realidad que incide en la cifra sin precedentes de deserción escolar en Venezuela: la proporción total de niños menores de cinco años, con “déficit nutricional en alguna de sus formas”, se incrementó en tan solo cuatro meses de este año, del 54% registrado en abril a 68% en agosto.

¿Qué madre envía a la escuela su hijo con hambre? El salario mínimo y bono de alimentación se diluyen “en horas” frente a un cartón de huevos en 40 mil bolívares, un kilo de queso en más de 50 mil, un pollo entero que no baja de 35 mil o una lata de leche completa en 42 mil, por solo mencionar el precio de algunos alimentos básicos.

Es allí, cuando la plata no alcanza, que hurgar en la basura para buscar comida se convirtió en una opción de sobrevivencia para al menos cuatro millones de venezolanos, de acuerdo a las cifras que maneja el diputado a la Asamblea Nacional, Carlos Paparoni, que dio a conocer a través de su equipo de prensa.

En este aspecto, el parlamentario que resultó electo por el estado Mérida relató la realidad que azota al pueblo: “Hay padres que prefieren que sus hijos dejen de estudiar para que puedan comer por lo menos una vez al día, otros contaban con la alimentación escolar, hoy miles de niños dejan de estudiar por culpa de este Gobierno (de Nicolás Maduro), que prefirió enriquecerse con el negocio de la importación que apostar a la producción nacional”.

Por su parte Cáritas atribuye a la caída de los precios del petróleo así como a la inflación -que este año se ubicará nuevamente como la más alta del mundo, en 750% según el Fondo Monetario Internacional-, la crisis económica que conduce a la desnutrición a los niños venezolanos.

Canasta Básica Escolar

pulverizó el salario mínimo

 Aún en el caso de que algunos padres lograran solventar la alimentación de sus hijos para poder enviarlos a la escuela, otro escollo sumó para que parte de ese cuarto de millón de niños y adolescentes abandonara los salones de clases este año: el costo de la Canasta Básica Escolar.

Y es que según al Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), por los útiles, textos, uniformes escolares y otros implementos para un niño de edad pre-escolar, los padres deben desembolsar al menos 1.286.030 bolívares, lo que equivale a más de nueve salarios mínimos.

Si ese precio parece exorbitante, en la medida que los muchachos son mayores, los costos también se incrementan.

El Cendas también investigó que la Canasta Básica Escolar para un alumno de educación básica se ubica en 1.292.715,50 bolívares (casi 10 salarios mínimos), mientras que para uno de diversificado el monto asciende a 1.709.493,75 bolívares (más de 12 salarios mínimos).

El Gobierno de Nicolás Maduro, cuyos voceros dijeron estar “preocupados” por el costo que acarrea para los padres la educación de sus niños, ofreció a los que tuvieran el “carnet de la patria”, un bono para sus hijos de 200 mil bolívares, lo que en la práctica, si acaso, cubriría el costo de un par de zapatos…

El Cendas concluyó su estudio afirmando que para enviar a tres hijos a los distintos niveles de instituciones públicas, los padres deben disponer de al menos 4.288.239,25 bolívares, lo que es igual a más de 34 salarios mínimos, una cifra inimaginable para la mayoría de las familias venezolanas que se gana la vida de forma honesta.

Ni un municipio rico como

Chacao se salvó de la crisis

Si algo evidencia la magnitud de la crisis es lo que se vive en estos momentos en uno de los municipios más ricos de Venezuela, como es el de Chacao: ”Los padres no están mandando a sus hijos a la escuelas por falta de útiles, falta de uniformes y en algunos casos porque no tienen desayuno que ofrecerles”.

Así lo reveló ante distintos medios de comunicación Gustavo Duque, alcalde de Chacao, uno de los municipios más prósperos del país de acuerdo a las últimas cifras oficiales disponibles del Instituto Nacional de Estadísticas, del año 2011.

“Es por ello que en Chacao ofrecemos comida, útiles y flexibilizamos el uso de uniforme. Hacemos un llamado a los padres a que manden a sus hijos con la ropa que tengan, porque en nuestras escuelas serán recibidos con útiles, comida y un equipo de docentes preparados”, agregó Gustavo Duque en esa declaración que ofreció con motivo del inicio del año escolar.

El alcalde de Chacao también deslizó otro dato que desnuda la magnitud del rostro de la crisis que afecta a las familias venezolanas: “El número de solicitudes para las escuelas municipales se incrementó en casi 270%, de esas solicitudes, 60% corresponde a estudiantes provenientes de colegios privados que no pudieron seguir pagando la matrícula”.

La realidad puede ser aún peor

Si la cifra de 10 estadios Universitarios repletos de niños y adolescentes que dejaron las aulas puede resultar una hecatombe social en cualquier país, las proyecciones que maneja el secretario de educación del estado Miranda, Juan Maragall, pudieran equivaler a una catástrofe sin precedentes en el país: “Si Venezuela se comportara similar a Miranda -donde unos 10 mil menores dejaron las aulas-, y proyectas la cifra a nivel nacional podrían haber abandonado la escuela unos 560 mil alumnos este año”, explicó el funcionario a la agencia EFE.

Juan Maragall sostuvo que la deserción escolar se puede atribuir a diversas causas, entre las que destacó “el encarecimiento y la escasez de alimentos, así como del transporte público”, además del componente de la inseguridad, dado que hay escuelas ubicadas en sectores donde se registran enfrentamientos a tiros entre bandas, por lo que los padres prefieren que sus hijos se queden en casa.

Twitter: @rsanz777