Paúl René Moreno Camacho es uno de los 157 asesinados durante los cuatro meses de protestas en Venezuela. Era estudiante de quinto año de Medicina en La Universidad del Zulia (LUZ) e integrante de la Cruz Verde venezolana, ese grupo de médicos y estudiantes de medicina que prestaron ayuda sanitaria a los heridos leves y graves en las protestas. Los mismos que con máscaras antigases, su caso blanco con la cruz verde y sus instrumentos médicos, estaban allí, en la línea de fuego para salvar vidas, arriesgando la propia, tal como fue el caso de Paúl.
Músico, campeón nacional de esgrima, miembro de los Scouts, estudiante y socorrista son algunas de las características de este héroe universitario que perdió la vida con tan solo 25 años. Pero sobre todo era hijo, hermano, sobrino, primo. La familia Moreno Camacho ha sufrido su pérdida como las otras 156, pero, además, han volcado ese dolor en un trabajo conjunto: una familia que permanece unida en el legado de un joven y, en su nombre, han decidido registrar una ONG: Asociación Civil Dr. Paúl Moreno Camacho y su vertiente internacional, Paúl Venezuela.
“La muerte de mi hermano fue hace escasos meses atrás, el 18 de mayo de este año. Ese día mi vida cambió. Fue un antes y un después. Nosotros éramos un núcleo familiar muy reducido: mi padre, mi madre, él y yo. Fue un proceso duro para la familia, evidentemente, pero en el medio de todo ese dolor y de todos los apoyos que recibimos, principalmente afectivos, nos dieron una luz de esperanza y dijimos: “algo tenemos que hacer por la memoria de Paúl y porque su trabajo, porque su sueño se conviertan en hechos”, y emprendimos la carrera de inmediato, prácticamente en la misma semana, los primeros quince días de su fallecimiento comenzamos a transformar ese dolor en una actividad que de alguna forma yo lo siento como estar en comunión con él y esa misma conexión la siente mi familia y sus amigos, de estar haciendo algo donde está presente él, en muchos sentidos: en el amigo que te abraza fuertemente, en el médico que te dice vamos a poner todo aquí y están emocionados, en ver la cara de emoción a través de un teléfono, la cara de emoción de mi madre diciendo que ya vamos a lograr lo primero; él está ahí y eso a nosotros nos mueve mucho. Es un trabajo para toda la vida. No estoy apurado, tengo el tiempo que Dios me quiera dar, a mi familia igual y sé que tengo que dedicarle mucho tiempo a esto, mucho tiempo para hacer todo eso que estamos dibujando ahora, que es un dibujo y que después lo queremos ver hecho ya realidad”, expresó.
El 14 de octubre, la Fundación Paúl Moreno llevó a cabo su primera gran actividad en Maracaibo, de donde es oriunda la familia, específicamente en la comunidad de San Jacinto, donde vivió toda la vida el joven. “Es un proyecto muy, muy joven, apenas estamos formándonos, dando los primeros pasos; el 2 de Octubre pasado, el Día Internacional de la No Violencia, se realizó el lanzamiento como tal de la plataforma en la Universidad del Zulia con la representación de las autoridades universitarias, ya después de haber transitado por una serie de registros tanto en España y en Venezuela. El 14 de octubre fue, oficialmente, la primera jornada médica gratuita que nosotros hacemos en alianza con la Cruz Verde, la Organización Primeros Auxilios Luz, que es donde mi hermano destacaba como voluntario”, dice Carlos. Cerca de 300 personas fueron atendidas en la iglesia La Candelaria y contó con consultas de cardiología, traumatología, pediatría, nutrición, oftalmología, neurología y cirugía pediátrica. Varias de las familias chequeadas pudieron a la par gozar de una breve dotación de medicamentos básicos.
La fundación tiene tres áreas de trabajo que representan todo lo que es Paúl Moreno. “Hicimos una organización en función de las líneas que él representaba: la salud, la formación en jóvenes médicos o jóvenes que están estudiando medicina y en el debate de la Democracia y los DDHH. La salud precisamente porque mi hermano era un estudiante de medicina ya a punto de graduarse y era su sueño ser médico. ¿Qué vamos a hacer en la salud? Bueno entendemos cuáles son todos los puentes que están rotos en Venezuela, tanto de ingreso de medicinas, envío de medicinas, insumos médicos; eso trataremos de sortearlo de alguna forma para hacer llegar las medicinas. Además, vamos a establecer una planificación detallada para llevar a cabo las jornadas médicas gratuitas en los lugares más necesitados del Zulia y, si Dios quiere, del resto del país. En cuanto a la Formación, pues hay estudiantes que tienen que trabajar duro para tomar el transporte, llegar a la Universidad, comprarse un estetoscopio, un tensiómetro, una guía, un libro, una computadora, lo que sea para funcionar, y en la Universidad del Zulia como lo habrá en otras universidades, hay estudiantes que se las ven duras y nosotros queremos también aportar en ello, que tengan para desarrollarse en el estudio de una carrera que es sumamente costosa allá y que mucha gente no tiene la posibilidad de pagar. Además, en esta área, también estamos trabajando para hacer convenios entre universidades venezolanas y españolas para tratar de establecer algún convenio bilateral de comunicación, de información, de líneas de investigación, de colaboración extranjera, que exista la posibilidad de becas de especializaciones acá en Europa. Nosotros estamos trazando unas ideas iniciales, pero lo que pueda salir de todo esto, bienvenido sea”, explicó Carlos.
La tercera línea de la Fundación Paúl Venezuela es la de Democracia y Derechos Humanos, áreas duramente cuestionadas en este momento en nuestro país y Carlos nos ha desglosado un poco cómo piensan trabajar en este sentido. “En mi caso, el periodismo me ha dejado una serie de relaciones importantes en el Zulia: analistas, intelectuales, representantes académicos, estudiosos, investigadores, con los que nosotros queremos planificar una serie de foros, debates, conversatorios, distintas propuestas ante un auditorio, discusiones sobre lo que es la reinstitucionalización del país, innovación institucional, análisis de lo que está sucediendo, de lo que se debe hacer, pero muy enfilado a lo que nosotros hemos calificado como “El gran proyecto de la reconstrucción Nacional”, que no es otra cosa que es establecer unas bases promedio de todos los equipos venezolanos que están trabajando en eso, dentro y fuera del país. Esa es la línea más intelectual de todo el proyecto; lo otro es muy activo y hasta espiritual, poder ayudar y de poder acercarnos a la gente, estar allí, cuerpo a cuerpo, es nuestra manera de aportar todo lo que esté en nuestras manos para poder ayudar a la mayor cantidad de gente, para ayudarla efectivamente, no es que pasamos un día, nos fuimos y nos olvidamos; sino llevar registros, llevar conteos, historias, eso se está trabajando”, agregó.
Para poder mantenerse financieramente, toda asociación tiene sus propios mecanismos. Para Carlos es sumamente importante la transparencia con la que se manejen los recursos económicos y nos ha explicado que, en principio, la Fundación Paúl Venezuela, “como todas las Asociaciones, es que todos sus miembros aporten una cuota normal o una cuota extraordinaria, dependiendo del caso, pero son cuotas que van a estar ajustadas a la naturaleza del proyecto que va naciendo, y ya después podrá ser en función de las posibilidades de cada quién, del crecimiento y los resultados demostrados. Por ejemplo, aquí en España, nosotros podemos decir: una cuota mensual de 1 euro y lo que tú quieras dar. Si tu quieres dar en un mes 20 euros, da los 20 euros; igual va a operar en EEUU y en el resto de países de América donde también hay esos familiares directos y esos amigos directos que ya se comienzan a insertar. Esa es la primera modalidad de financiación. En Venezuela igual, todo el que quiera va a haber un registro donde te vas a afiliar y si quieres y te mueve el proyecto vas a donar lo que tu quieras donar en ese sentido. Hay algo importante y yo lo destaco y es que a partir del día 1 de que ya comiencen a recibirse fondos, hasta que Dios quiera; eso va a estar debidamente registrado, debidamente contabilizado y cada miembro que esté con nosotros le llegará evidentemente una descripción de a dónde fue, a dónde se invirtió, qué se hizo, en qué se transformó su aporte. La transparencia para nosotros es un valor fundamental, porque sin transparencia nosotros no vamos a cumplir nada de lo que nos hemos trazado. Con transparencia podemos cumplir todo y más. Eso nos va a ayudar a crecer y eso es un valor fundamental para nosotros”, insistió.
Finalmente, Carlos Moreno envió un mensaje de reflexión a los venezolanos: “Yo creo que nosotros tenemos que, como sociedad, hacer un grandísimo mea culpa de todo lo que ha sucedido hasta el día de hoy. Creo que todos tenemos que reevaluarnos profundamente y comenzar ya a reconstruir un país basado en esperanza, en ciencia, en progreso, en relaciones, basado en un Estado de Derecho que no existe y levantar eso cuesta, pero hay que comenzar a dar pasos. Hay gente que lo ha dicho y lo dice con total certeza y con mucho tino, que los más de 150 jóvenes que murieron en los choques de los meses pasados contra el Gobierno, nadie los va a recordar y eso es verdad. Hay una escritora compañera – Milagros Socorro – escribió un artículo de ese olvido y dijo: “Yo soy capaz de preguntarle a cualquier venezolano, dígame 5 nombres de los jóvenes que murieron y no me va a decir 3”. Yo creo que es así. Los venezolanos tenemos que, definitivamente ya todos como un conjunto social, apegarnos más al amor por lo intelectual, por un progreso bien sostenido con unas leyes sólidas y execrar el olvido y las vivezas criollas que siempre nos han marcado. El tema político afecta mucho, hay que romper con una política que devastó al país y armar otra y para eso necesitamos juventud, esa juventud que corre el riesgo de ser olvidada y que en nuestro caso, no solo queremos representar a Paul sino a muchos de los jóvenes que cayeron, a todos esos jóvenes que dieron su vida por un país mejor, ellos están también en nuestros sueños. Yo cuando hablé en el entierro de mi hermano dije una frase que vuelvo a usar acá: “Que la sangre de Paúl sirva para fertilizar el nuevo suelo de la Venezuela que debe renacer” y no tenemos otra salida que renacer, no hay otra y hacia allá tenemos que ir”, terminó Carlos Moreno.