Liliana Hernández: “La raya que paso el CNE no la había pasado nunca”

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Las elecciones pasaron pero dejaron una estela importante que puede marcar y determinar el futuro de la Unidad opositora de cara a futuros procesos electorales.

ENPaís converso con Liliana Hernández, quien se desempeñó como coordinadora electoral de la campaña.

-Previo al proceso se habló de las actas y de la importancia de defenderlas. Ahora se dice que el problema no son las actas, ¿son o no importantes?

LH: Son experiencias previas. Las actas siempre van a importar. En cualquier escenario normal, sin incidencias, el acta es perfecta.

Pero ocurren varios eventos. El punto rojo, el cual en 2004 tenía un valor. El domingo se vuelve a visualizar y a cobrar un nuevo valor. Lo que me lleva a decir que, mientras más pobreza haya, el gobierno ejercerá mayor coacción social y control del voto. El voto asistido que yo llamo tutelado; pega las sustituciones, pega la reubicaciones,  la violencia.

En el 2015 tú tuviste una avalancha de gente y pensamos que, en esta oportunidad, harían las mismas cosas y podríamos superarlas. Teníamos la abstención y se hizo una campaña pero, a veces, uno cree que una campaña contra la abstención es pro participación y no siempre se cruzan. Tuviste un proceso nuevo.

La raya que paso el Consejo Nacional Electoral (CNE) no la había pasado nunca.

-¿Los agarro desprevenidos el proceso?

LH: No.  Solo que hubo un factor importante. Esa elección del 30 fue el mejor simulacro que ellos tuvieron. Les permitió saber a quiénes movieron y a quiénes no. Nosotros no tuvimos esa posibilidad. Ellos se dedicaron a controlar sus votos.

El domingo además, se hace una triada importante que para mí es CNE-Fuerza Armada-Gobierno que, ciertamente, no opera en todos los centros pero sí en el interior, sobre todo en la Venezuela rural.

Y con eso, no puedes seguir asistiendo a procesos así. Asumimos el reto de que podíamos con todo eso pero entraron factores nuevos que nos demostraron que no se puede. El gobierno hizo una nueva ingeniería en materia de retraso del proceso: previo, en el día y en el caso de Bolívar, post evento.

-¿Estas elecciones los sobrepasaron? ¿Hubo fallas a lo interno para enfrentar estas elecciones?

LH: La última referencia es 2015 tuvimos seis meses para prepararnos. Por ejemplo, con los miembros que es otro detalle grave. Nosotros no tuvimos acceso a los miembros hasta el final. Los partidos deben tener acceso. Lo hiciste pero no a la misma velocidad del gobierno a quien el CNE se los dio completo. Arrancó la campaña y no teníamos la lista completa sino hasta 14 días antes de la elección.

La sensación de hoy es que parece que el gobierno quiere implosionar la vía electoral también. Le estás diciendo al elector que su voto no vale cuando emites decretos quitándole competencias a los gobernadores electos opositores.

Lo bueno de haber participado es que, prefiero haber visto actuando al gobierno duro como en los viejos tiempos, que haber ido a una presidencial con el criterio de que la avalancha nos podía salvar de la trampa y no lo hubiese hecho.

-Más allá de las denuncias y las dudas en el proceso, ¿Carlos Ocariz perdió, a diferencia de Velásquez que es el único entre los candidatos opositores que presento actas que lo dan como ganador?

LH: Claro. Ocariz está diciendo que esto es un proceso fraudulento y sin garantías. Él no está diciéndole al CNE “dame mi gobernación”. No. Está diciendo que hay que buscar la verdad. En el caso de Velásquez, es único en la historia porque es la primera vez que eso pasa con el sistema.

La MUD tiene que insistir en la auditoria internacional y como nunca, la auditoria de huellas. Creo que la presión internacional tiene que venir hacia eso. Y eso no tiene que ver con soberanía. La soberanía la da el elector.

-¿El 15 Fue la gota que derramó el vaso?

LH: Sí. Convencida. Si aquí no se recobra la confianza en el sistema electoral solo votara quien esté controlado socialmente por el gobierno.

-¿La oposición tuvo alguna “salida de emergencia” que haya dejado pasar?

LH: Las reubicaciones fueron un momento de quiebre. Estaban focalizadas y sentíamos que no afectarían a todos los estados y no fue así.

-¿Cómo cambias las normas y nombras nuevas rectoras?

LH: Ese es el detalle. Eso no va a pasar y por eso, para que haya garantías tiene que haber un mediador internacional. No hablo de un país, sino varios. Allí tienes una vía pero hay que buscar una salida a esto.

-La abstención, ¿es responsable o no? Porque la abstención también tienen un origen y una consecuencia política

LH: Yo no estoy de acuerdo con la abstención porque aquí no hay quórum de participación. Pero hay que pensar que, quizás el ciudadano no sintió clic con esta elección. Que sintiera que su objetivo mayor no se vio representada en esta elección y que también había discursos contrapuestos que lo confundían. Todo eso ocurrió.

Mi miedo es que la pobreza se convierta en un instrumento de control electoral.

-De cara a estas denuncias y ante la posibilidad de unas elecciones municipales en menos de un mes, a tu juicio, ¿la oposición debe ir?

LH: Si no hay garantías y normas claras del proceso, no lo creo. Yo no le diría a nadie si participar o no porque soy demócrata y creo en el voto pero, ¿cuál es el objetivo de participar si lo que estoy viendo es que, por ejemplo, los candidatos que ganaron no los quieren respetar?

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