Venezolanos se hunden en crisis total tras pago de deuda externa

Mientras la administración Maduro, que exhibe discursos en favor del pueblo, realiza pagos a los bancos e inversionistas extranjeros de bonos de deuda para no caer en impago, la renovada ausencia de divisas seguirá acelerando la hiperinflación, la escasez, el desempleo y la caída de la producción. Al mismo tiempo, Venezuela tiene un retraso de pagos de intereses por 500 millones de dólares.

Por ALEX VALLENILLA

El impago de deuda de Venezuela podría estar muy cerca. Los prin-cipales analistas de firmas extranjeras han admitido que de no producirse en noviembre de este año, para 2018 las probabilidades de que eso ocurra se ubican en 99,5% y es que para ese período el monto a pagar será de al menos 10 mil millones de dólares, que es lo que el Banco Central de Venezuela (BCV) tiene en sus reservas internacionales, según sus reportes. Mientras la administración Maduro, a pesar de tener ingresos petroleros en recuperación  luego de que al cierre de octubre la cesta venezolana se ubica en 49,91 dólares el barril, con una subida de 17,24% en el último año con una recuperación seguida por los últimos cuatro meses, – no se resuelve la crisis financiera que atraviesa Venezuela, por falta de transparencia en el manejo de recursos en divisas.

Los rusos han planteado al Ejecutivo que podrían ayudar ante la situación de asfixia, al proponer un refinanciamiento de deuda de unos 3 mil millones de dólares y un aplazamiento de pago, sin embargo se informa que sería un acuerdo bilateral, que podría ser firmado el próximo 24 de noviembre. Se trata de un aplazamiento de pagos que se vencen pronto: las partes no señalaron fechas, sin embargo los detalles del acuerdo están en su etapa final.

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Hay que recordar que los rusos han hecho préstamos a la administración Maduro, con la garantía de 49% de las acciones de Citgo, la petrolera venezolana que opera en Estados Unidos, dueña de tres refinerías y unas 4.500 estaciones de servicio que surten de gasolina a gran parte del oeste norteamericano. Venezuela de no pagar, perdería la mitad de esta compañía, sin embargo, por sanciones contra Rusia y su petrolera Rosneft de parte del gobierno estadounidense, esa operación sería imposible de realizar ya que no habría autorización local, debido a que se pone en riesgo la seguridad interna de los norteamericanos al poner la gasolina en manos rusas.

El presidente de la Asamblea Nacional (AN), Julio Borges, luego de su viaje a Rusia a sostener un encuentro con parlamentarios, ha acentuado las declaraciones en las que exige al Ejecutivo proceder con el refinanciamiento de la deuda externa. Este procedimiento ayudaría a aliviar las cuentas públicas y supondría que habría más dinero disponible para atender la crisis humanitaria que hay en Venezuela por la escasez de alimentos, medicinas, de equipos, maquinarias y repuestos para vehículos y por la galopante hiperinflación. Hay datos que permiten afirmar que los rusos han planteado que de proceder a realizarse el refinanciamiento, la AN lo avale. Es el único Poder que según la Constitución puede hacerlo. De esta manera, los rusos, los únicos en reconocer la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), se alinean al resto de países que sólo reconocen como legítima y única autorizada para avalar préstamos y reestructuración a la AN. La razón sería que por las sanciones impuestas por Donald Trump a Pdvsa y a sus bonos, es imposible en estos momentos negociar reestructuraciones en mercados norteamericanos. La presencia de Borges en Rusia, los acuerdos que plantean al oficialismo los mismos rusos y las últimas declaraciones del presidente del parlamento venezolano, indican la posibilidad de acuerdos que no habrían salido a la luz pública.

Ya hay retrasos de pagos

El pasado fin de semana, los mercados de deuda seguían buscando respuestas sobre el pago de bonos de Pdvsa y de Venezuela, según lo reseñaba Bloomberg. Ya hay una situación de retraso dentro de un período de gracia de 30 días, cuyos intereses que no se han cancelado. Se trata de cupones que se siguen acumulando. Pdvsa informó haber realizado las transferencias a JP Morgan, por unos 842 millones de dólares, para el pago de los bonos 2020. Para el lunes siguiente, los inversionistas informaban que en sus cuentas no habían llegado los pagos y que ya existía retraso. Para el momento de esta nota se anunciaba un pago para el 2 de noviembre, por el orden de 1,2 mil millones de dólares. Los intereses vencidos datan del pasado 10 de octubre y se van sumando vencimientos en sucesivas fechas hasta el 28 de octubre. De superarse la coyuntura financiera, queda entonces el nuevo ciclo de pagos el próximo año.

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El pago de bonos de deuda incide en la disposición de divisas en la administración Maduro. Esta situación se viene arrastrando desde años anteriores y cada vez que se procede a pagar el endeudamiento, la situación se hace más crítica en el país. El gobierno viene cercenando beneficios sociales, gasto público, el gasto que había con las “misiones”, que ya ni siquiera las nombran, eliminó los cupos de dólares, redujo la importación de alimentos en 80%, eliminó el pasaje preferencial estudiantil en los hechos, ha aumentado la base de personas que declaran el Impuesto Sobre La Renta (ISLR), se ha dolarizado algunos sectores, el sector salud en cuanto ala  provisión de medicamentos e insumos, quedó sujeto a los dólares del sistema Dicom, en que se produjo un alza del precio del dólar, desde que Maduro está en el poder en más de 80 mil por ciento.

El PIB se ha hundido según estimaciones del FMI en 8% en lo que va de año, con una hiperinflación estimada en 1.240% al cierre de 2017, Venezuela se ha hundido en una fuerte depresión económica, mientras se sigue haciendo esfuerzos de parte del Ejecutivo por mantener envío de petróleo a pérdidas a Petrocaribe y a Cuba, además de sostener un plan de intercambio de médicos cubanos, que le cuesta al país al menos 7 mil millones de dólares al año, que ya son también insostenibles pagarlos. La crisis ha devorado los salarios, el venezolano apenas lograr ganar 19,91 dólares al mes, según datos recopilados hasta septiembre de 2017.

A pesar que Venezuela y Pdvsa no se han declarado en impago de deuda, han estado muy cerca, visto que el año pasado se tuvo que realizar un canje de bonos que vencían este mes de noviembre y que se pospusieron para 2020, poniendo en garantía 51% de las acciones de Citgo a los inversionistas de deuda. La población es la que ha pagado los efectos como si el país estuviera sometido a un embargo financiero internacional, que se materializa en los hechos, gracias al bloqueo que el gobierno de Nicolás Maduro mantiene contra los venezolanos, al no permitirles acceso al mercado oficial de divisas, con prohibiciones de todo tipo, monopolizando el sector público, el flujo de dólares que se recibe por la petrolera Pdvsa, con prohibiciones en el sector productivo, el cual no puede superar más de 20% de la capacidad instalada por motivos de la misma crisis, lo que incide en la escasez de alimentos y de todo tipo.

La burla a los gobernadores

Los efectos económicos se harán sentir en próximas semanas. La situación generada tras las elecciones regionales, en que la población se ha hundido aun más en la desconfianza, producto del anuncio de triunfo de 18 gobernaciones de parte del oficialismo, además de la cuestionada juramentación ante la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), por la opinión pública de parte de un grupo de gobernadores, harán, que junto a la emisión ilimitada de dinero de parte del Ejecutivo, los precios sigan al alza sin detenerse. Una muestra de lo grave en que está todo esto, se percibe en los presupuestos que recientemente aprobó Nicolás Maduro a los gobernadores, en el pasado Consejo Federal de Gobierno, cuyos recursos no son suficientes para gestiones eficientes. El Ejecutivo anunció que entregaba 1,75 billones de bolívares a las regiones. Si este monto se convierte en algo básico como es la alimentación, al cambiarse en canastas alimentarias, eso sólo alcanzaría para 254.583 hogares para sólo un mes, en un país en que hay 6 millones de hogares que demandan todos los meses una de estas cestas, es decir, el monto que Maduro aprobó a los gobernadores, si sólo se invierte en alimentos, daría comida por un mes a apenas 4,24% de la población venezolana. A ello debe agregarse que se trata de dinero creado de la nada que seguirá hundiendo al país en la hiperinflación.

@alexvallenilla

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