DUDAMEL EN LA OPERA DE PARIS. A fines de noviembre y principios de diciembre, la Opera de París (La Bastille) estrenó una inusual puesta en escena de la obra de Puccini, La Bohème. En vez de la buhardilla parisina de hace dos siglos donde viven y sueñan los pintores, esta vez la trama se situa en una galaxia, o en la Luna, al estilo de Star Wars. La mayoría de los críticos fueron feroces, el del diario Les Echo, Philippe Venturini, llamó la puesta en escena «infantil y pretenciosa», pero reconoció que lo impecable del espectáculo fue la dirección de la orquesta dirigida por «la batuta mágica» de Gustavo Dudamel: «pero los más bellos momentos de la velada vienen del foso, colores diáfanos, matices infinitos de una orquesta de la Opera de Paris en estado de gracia» y de describir la perfección de cada sonido logrado por el director venezolano. Sólo cabe agregar, que los demás críticos también rivalizaron en elogios para Dudamel en un espectáculo donde para muchos, lo demás fue criticable e insólito. El exigente Forum Opéra, bajo la pluma del crítico Yannick Boussaert, titula su nota «Una traición», pero encuentra muchas palabras para elogiar a Dudamel: «El director venezolano logra una metamorfosis de la orquesta de la Opera de París, irreconocible desde los primeros compases. Riqueza de coloridos, tensión y concentración, (…) la falange responde al dedo y al ojo a la visión de Gustavo Dudamel», al que el crítico llama «uno de los mejores jefes de orquesta de su generación». En cuanto a Marie-Aude Roux, crítico musical del diario Le Monde, ella menciona en el título del artículo. que «…la varilla mágica de Dudamel suscita la admiración».

UNESCO INMORTALIZA LA MUSICA LLANERA. El Comité intergubernamental, formado por representantes de 24 países firmantes de la Convención de la Unesco para la salvaguarda del patrimonio cultural inmaterial, decidieron incluir la música del trabajo llanero de Venezuela y el este de Colombia, en la lista de patrimonio de la humanidad. Los cultores de ese género en Venezuela son numerosos,  siendo los de mayor repercusión internacional el centenario Juan Vicente Torrealba y el fallecido Simón Díaz, cuya hija, la musicóloga Bettsimar Díaz, fue entrevistada con motivo de la decisión de la UNESCO por el diario español El País:  «Estos cantos tienen notas largas y versos espaciados tanto en el arreo como en el ordeño. En el ordeño, los versos tienen un tono apegado a lo emocional que le sirven al ordeñador para desahogar sus penas y conseguir el apoyo de la vaca que se relaja. En el arreo, en cambio, el canto se llena de llamadas de atención a los animales para que no se pierdan y puedan seguir en grupo». Cantos tradicionales que son ahora, patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.

MUSICA NAVIDEÑA EN CARACAS. Pese a las inmensas dificultades que se viven en Venezuela, el  Canticum Noel, festival anual de música navideña coral organizado por Gaudeamus, Sociedad Venezolana de Canto bajo la dirección de Guntars Gedulis, inició sus conciertos navideños en noviembre conjuntamente con una constelación de otros coros. El programa culmina este año con un gran concierto conjunto en la Félix Ribas, el sábado 16 de diciembre. Será quizás, en medio de las tristezas, el momento para disfrutar la música coral navideña venezolana en todo el esplendor de una altísima factura musical.

SE OLVIDÓ  DE VIVIR. El fallecimiento en París del cantante Johnny Hallyday, seguidor europeo de Elvis Presley, quien se forjó su propia audiencia mundial, sacudió esta semana a toda Francia.  Falleció de cáncer de pulmón a la edad de 74 años. Su sepelio se proyecta como un evento nacional, el ataúd recorrerá los Campos Elíseos hasta la céntrica iglesia de La Madeleine, donde le rendirán homenaje en presencia de la pareja presidencial. No será un sepelio oficial, pero la asistencia del presidente de la república le otorgará la custodia protocolar. La muerte de Hallyday obliga a mencionar que a él se debe lo que se ha convertido en el canto del recuento de su vida «J´ai oublié de vivre», que luego también lo tradujo al español y lo canta Julio Iglesias: «Me olvidé de vivir». Fue en realidad Johnny quien lanzó esta canción escrita en 1977 por los franceses Pierre Billon y Jacques Revaux, cuando el cantante ya era una celebridad mundial y pensaba en su propia vida. Julio Iglesias, otro europeo que había conquistado el mundo y pensaba en volver a casarse, incluyó el tema en su repertorio a partir de 1978 en versión castellana firmada por el propio Iglesias. Cabe recordar que en la misma filosofía del hombre famoso que saca la cuenta de sus errores y aciertos para hablar del precio que paga por su fama, Frank Sinatra cosechó sus mayores aplausos con la canción «I did it my way». Cosas de los famosos. Campos Elíseos hasta la céntrica iglesia de La Madeleine, donde le rendirán homenaje en presencia de la pareja presidencial. No será un sepelio oficial, pero la asistencia del presidente de la república le otorgará la custodia protocolar. La muerte de Hallyday obliga a mencionar que a él se debe lo que se ha convertido en el canto del recuento de su vida «J´ai oublié de vivre», que luego también lo tradujo al español y lo canta Julio Iglesias: «Me olvidé de vivir». Fue en realidad Johnny quien lanzó esta canción escrita en 1977 por los franceses Pierre Billon y Jacques Revaux, cuando el cantante ya era una celebridad mundial y pensaba en su propia vida. Julio Iglesias, otro europeo que había conquistado el mundo y pensaba en volver a casarse, incluyó el tema en su repertorio a partir de 1978 en versión castellana firmada por el propio Iglesias. Cabe recordar que en la misma filosofía del hombre famoso que saca la cuenta de sus errores y aciertos para hablar del precio que paga por su fama, Frank Sinatra cosechó sus mayores aplausos con la canción «I did it my way». Cosas de los famosos.