El exministro de obras públicas y exgobernador de Falcón José Curiel llama la atención sobre la necesidad de que los sectores democráticos del país creen un gran frente nacional para salir de la tragedia en que vivimos.
El año 2018 será un tiempo decisivo para Venezuela. Estaremos ante una encrucijada: o vamos por la trocha que nos lleve al despeñadero del colapso económico y del exterminio de la población venezolana por hambre y enfermedades, o tomamos el camino difícil pero obligante del cambio para reconstruir el país.
El régimen se resiste a entregar el poder haciendo uso de una diabólica estrategia; aplicando en forma abusiva los mecanismos de poder político y sometiendo a la población hambrienta al chantaje de cambiar voto por alimento y a la entrega de la libertad de decisión de su futuro por una bolsa de comida. El gobierno se ha apoderado de la gran mayoría de las alcaldías del país.
En las pasadas elecciones de alcaldes utilizó el poder de forma inmisericorde, desmotivando a los electores con el argumento de que su voto poco valía y que no había que molestarse por votar, lo que provocó una abstención del 80%. Sumado a ello, motivó el lanzamiento de muchos candidatos de oposición, que cayeron en la trampa de dividir las fuerzas del adversario.
No tengo duda de que van a repetir la misma estrategia en los próximos comicios de concejales, de diputados regionales y en las elecciones presidenciales de la República para arropar con un falso manto de legalidad al régimen incapaz, corrupto, fraudulento, represivo, tiránico y vendepatria.
¡BASTA YA! El país requiere de la construcción urgente de un gran frente nacional que agrupe a todos los sectores democráticos, políticos, económicos, sociales, culturales, laborales, gremiales y estudiantiles para salir de esta pesadilla y emprender la difícil pero indispensable tarea de reconstruir a Venezuela.