Hay muchas señales de deterio-ro irreversible del gobierno, pero hay que ser prudentes. Hay dirigentes mostrando tantas expectativas como las que despertaron durante las elecciones de gobernadores. El gobierno está mal. Es innegable, pero eso no puede interpretarse que caerá con la llegada de los Reyes Magos. El proceso necesita otros detalles. Se supone que el jueves 11 se reanudan las conversaciones políticas en República Dominicana. A cada encuentro, el sector gobierno va más debilitado, pero el sector oposición no ha sacado provecho evidente de eso.
La situación de Venezuela es de tal atraso que un análisis publicado en diciembre por Inter American Trends, una organización de investigación de políticas públicas, dedicada a los principios de la democracia, las ideas sociales y políticas, las amenazas a la seguridad y el mercado de la energía en la región, advierte que «Cuba, cuando el colapso de la Unión Soviética en 1991 y el embargo de Estados Unidos, presentó características similares a las que Venezuela proyecta el próximo año. El ‘período especial’ en Cuba ocurrió entre los años 1990-1993. El PIB se contrajo 36%. Se contrajo la oferta de combustibles, porque Rusia suspendió el envío de gasolina, diesel y productos refinados bajo los convenios de cooperación económica del Consejo de Ayuda Mutua Económica (Comecon). Las consecuencias en la población cubana fueron: malnutrición, el surgimiento de epidemias, incremento de la mortalidad materno-infantil y adultos mayores, y graves problemas de salud mental y de capacidad para vivir con normalidad en la población, producidos en la niñez».
El informe precisa que en Venezuela, «en 2018, la expansión de la liquidez monetaria continuará como consecuencia del financiamiento del déficit a PDVSA y al sector público. Lo que trae un incremento de la inflación al acompañarlo con la caída de la producción nacional y la devaluación de tipo de cambio libre. En el caso base se obtiene una hiperinflación de 3.350% (35% promedio mes) con un tipo de cambio de 360.000 bolívares por un dólar. Mientras que en el peor caso la inflación se ubicaría en 28.750% (60% promedio mes) con una tasa de cambio para el dólar estadounidense de 14 millones».
Todas las irregularidades cometidas en 2017 han reforzado en todo el mundo la fama de corrupto, mala paga y embustero del actual gobierno venezolano.
Las secuelas pueden afectar gran parte del patrimonio de PDVSA, incluyendo sus acciones en PDV Holding Inc, la matriz incorporada de Citgo en Delaware, Estados Unidos.
Resulta que Venezuela perdió un arbitraje internacional y se comprometió a pagar a la empresa minera canadiense Crystallex International Corp USD$1.200 millones, pero a finales de diciembre el pago seguía pendiente y la minera inició proceso de embargo de las acciones de PDVSA en Citgo. La empresa debe modificar su demanda porque debe dirigirla a PDVSA y no a Venezuela, como hizo esta semana.
Lo que está ahora en el panorama es que si Crystallex tiene éxito en su proyecto de apoderarse de Citgo, el caso podría abrir la vía para que más de una decena de compañías apunten a la refinería venezolana para cobrar las demandas de arbitraje internacional por activos expropiados bajo el mandado del desaparecido Hugo Chávez.
PDV Holding Inc., que es de PDVSA, es propietaria de Citgo Holding Inc., que a su vez posee Citgo Petroleum Corporation, que tiene tres refinerías y oleoductos en Estados Unidos.
Las refinerías de Citgo pueden refinar 749.000 barriles diarios y la refinería de Lake Charles es la sexta refinería más grande en Estados Unidos.
El panorama tiende a complicarse porque desde el año pasado se dijo que el presidente Nicolás Maduro había hipotecado a Citgo y que desde entonces la empresa rusa Rosneft tiene en su poder 49,99% de sus acciones.
El actual gobierno de Venezuela no le paga ni a países más cercanos a su proyecto político y el 15 de diciembre se supo que Cuba dejó fuera a Venezuela de la refinería Camilo Cienfuegos y explicó que el gobierno de Venezuela no pagó «los servicios profesionales prestados».
Algunos no descartan que Venezuela pierda definitivamente su reclamación de territorio que mantiene con Guyana y eso puede acelerarse ahora luego que el domingo 31 de diciembre de 2017 culminó el tiempo de Buenos Oficios estipulado por la ONU para resolver la disputa de Venezuela y Guyana. Potencias como Estados Unidos, China y Rusia están interesadas en la definición de ese pleito para poder iniciar la explotación de un cuantioso bolsón de petróleo y gas localizado en esa zona.
Sin duda alguna, todo eso afecta el proyecto del presidente Nicolás Maduro de ir a la reelección este año, aprovechando los errores de la oposición.
Su fama de embustero creció en diciembre al dejar a sus seguidores sin el pernil ofrecido y otras prebendas en recompensa por votar por la mayoría de alcaldes del chavismo. Eso ha desatado protestas en casi todo el país, además de reclamos por la falta de gasolina, gasoil, gas doméstico y fallas de electricidad, agua potable y caída del servicio telefónico. Todo eso se suma a los problemas en el transporte público, incluyendo el deteriorado servicio del Metro de Caracas.
Gobierno débil
A pesar de toda la propaganda oficial mostrando a un gobierno fuerte y triunfador en todas las recientes elecciones, lo cierto es que el gobierno de Nicolás Maduro sufre de creciente debilidad, a tal punto que en diciembre tuvo que aceptar poner en libertad a varios presos políticos, entre ellos el exalcalde del municipio Iribarren del estado Lara, Alfredo Ramos; el profesor Carlos Pérez, quien tenía más de tres años preso en el Helicoide en Caracas; Alejandro Zerpa, Miguel de Sousa, y los funcionarios de Polichacao Venus Medina, María Pérez, Alfredo Chirinos, Jorge Delgado, Ever Meneses, César Mijares, Darwin Herdes, Ángel Sánchez, Miguel Mora, Jonny Velásquez, Eduardo Salazar y Edgar González.
Como consecuencia de la presión internacional, especialmente después de eliminar las alcaldías metropolitanas de Caracas y Alto Apure, la Asamblea Nacional Constituyente acordó poner en libertad a 80 presos políticos, de los cuales resultaron beneficiados más de 40 y se espera que este fin de semana, con motivo del Día de Reyes, otros más recuperen su libertad.
El gobierno también tiene que lidiar con la nueva estrategia del gobierno de Estados Unidos que incluye el aislamiento de las dictaduras de Cuba y Venezuela porque son apoyadas por Rusia y China con el proyecto de expandir sus vínculos militares y la venta de armas en América Latina.
El gobierno norteamericano precisó en un comunicado: «En Venezuela y Cuba los gobiernos se aferran a modelos de izquierda autoritarios que continúan fallándole a su pueblo».
Dudas opositoras
El panorama político venezolano se completa con la incertidumbre dominante en las decisiones de la oposición.
Este jueves seguía sin saberse quién será el nuevo o la nueva presidente de la Asamblea Nacional para este 2018.
Lo acordado inicialmente es que este período le corresponde al partido Un Nuevo Tiempo (UNT), pero esa tolda está sorteando algunos roces con sus socios para definir su candidato o candidata.
Los nombres que se estaban barajando son los de Enrique Márquez, Delsa Solórzano y Stalin González.
El gremio de mujeres postuló a Delsa Solórzano para que sustituya a Julio Borges y su candidatura crecía en las primeras horas del jueves.