Comienza su primer viaje del 2018 en Latinoamérica. La diáspora venezolana en Chile y Perú, cada día más numerosa, tendrá por lo tanto la oportunidad de ver al Papa en esas tierras de su asilo.
Por MACKY ARENAS
La primera visita papal en la agenda del 2018 será la gira pastoral a Chile. Se realizará del 15 al 18 de enero de 2018, e incluirá las ciudades de Santiago, Temuco e Iquique. Será la segunda visita papal realizada a dicho país, luego de la visita de Juan Pablo II en 1987. Tras su visita a Chile, Francisco viajará a Perú, donde visitará las ciudades de Lima, Puerto Maldonado y Trujillo.
Después de la confirmación de la visita – a mediados del año pasado_, el Gobierno de Chile valoró la realización del viaje papal y anunció medidas de seguridad durante toda la estadía del pontífice, particularmente durante su presencia en la Región de la Araucanía, donde ocurrió una seguidilla de quema de iglesias en 2016. El 22 de junio la presidenta Michelle Bachelet nombró a Benito Baranda como coordinador del Estado de Chile para la visita papal.
El Gobierno chileno anunció la implementación de una serie de medidas fronterizas para recibir a más de un millón de turistas, de cara a la visita del papa Francisco al país, entre el 15 y el 18 de enero próximo. Por su parte, las autoridades argentinas estiman la salida de alrededor de un millón de compatriotas, motivados por la visita del Papa a Chile, ya que este no ha visitado el país vecino y no lo hará en el breve plazo.
La comisión nacional que organiza la gira papal proyectó que llegará también una «importante» ola de peruanos cuando Francisco esté en la norteña ciudad de Iquique, pese a que su próximo destino es Perú. Se espera también que arriben al país centenares de bolivianos, brasileños y colombianos, entre otros extranjeros, que se sumarán a la cuantiosa llegada de turistas a raíz de la temporada de vacaciones que comienza este mes en el país sudamericano.
El 18 de Enero el Santo Padre aterriza en territorio peruano para una visita pastoral de tres días.
El pasado 3 de enero las redacciones de toda América recibían un adolorido mensaje del Papa Francisco expresando su pesar tras el trágico accidente ocurrido en ese país, en el que fallecieron 51 personas el martes 2 de enero. Sobre las 11:40 a.m., un autobús chocó con un camión y cayó a un abismo de 100 metros, a la altura del kilómetro 19 del llamado «serpentín» de Pasamayo. En breves días tendrá ocasión, el jefe de la Iglesia Católica, para encontrar al sufrimiento del pueblo peruano a través de los marginados, apartados o «descartados», como él prefiere llamarlos, los indígenas.
Irá a la capital, pero también a Puerto Maldonado, en la selva peruana, y a Trujillo, al norte del país. La capital de la Región de Madre de Dios, en la selva peruana, «es como símbolo de los pueblos originarios, de los pueblos amazónicos», aclararon los obispos que vienen preparando esta visita que, remarcaron, es apostólica y pastoral, con el foco puesto en la encíclica «Laudato Si'» sobre el cuidado de la creación. El tema ecológico tendrá preeminencia pues Puerto Maldonado, con una población de aproximadamente 92 mil personas, es considerada la «capital de la biodiversidad» del Perú y se encuentra cerca de la frontera con Bolivia y con Brasil.
A pesar de la biodiversidad de la región, con importantes reservas naturales como el Parque Nacional del Manu, y del gran número de poblaciones indígenas, Madre de Dios sufre el flagelo de la minería ilegal, el contrabando y el narcotráfico.
Para Mons. David Martínez de Aguirre Guinea, Obispo del Vicariato de Puerto Maldonado, la visita del Papa es «una oportunidad única para despertar y reactivar nuestra vida de seguidores de Cristo. Un incentivo grande para asumir nuestra identidad amazónica y responder desde el Evangelio al grito de la tierra y al grito de los pobres, tal y como nos dice el Papa en la Encíclica Laudato Sí».
El obispo recordó que el Papa, en el citado mensaje, afirma «que los pueblos indígenas son minorías a los que debemos tener en cuenta porque nos están dando la posibilidad de buscar otros rumbos a nuestra humanidad».
En cuanto a Trujillo, capital de la Región La Libertad con casi un millón de habitantes, en el norte peruano, esa ciudad fue duramente afectada por el fenómeno de El Niño Costero a inicios de 2017.
De acuerdo al Gobierno Regional de La Libertad, esta zona del país fue la más afectada por las lluvias e inundaciones producidas en los primeros meses del año en la costa norte y centro del país. A nivel nacional, más de 100 personas fallecieron por El Niño Costero.
El Vicariato reiteró que, durante su permanencia en Puerto Maldonado, Francisco «ofrecerá su mensaje a los pueblos indígenas y no indígenas de la Amazonía», y también podrá reunirse con nativos de Brasil y Bolivia, ya que Madre de Dios es una región fronteriza con esos países.
De este encuentro, la iglesia peruana espera mucho y así lo ha hecho saber: «Que los pueblos indígenas sean reconocidos como actores importantes que deben sentarse en las mesas de negociación de nuestro mundo, no solo para las políticas que afecten a sus territorios, sino también para las políticas nacionales y a nivel mundial», señaló.
Lima, la capital del país, fue desde su fundación el centro del Virreinato del Perú, durante la época colonial, que abarcaba los actuales países de Perú, Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Panamá, y parte de Brasil.
En esta ciudad vivieron Santa Rosa, la primera santa de América; Santo Toribio de Mogrovejo, segundo Arzobispo de Lima; San Martín de Porres, el primer santo negro de América; San Juan Macías y San Francisco Solano.
El mismo día 19, la primera actividad del Papa es un encuentro con los indígenas. Será esta su primera gran actividad pública en Perú -incluso antes de su agenda en Lima. Con ello Francisco, muy dado a actuar con gestos claramente testimoniales, envía un mensaje que no deja lugar a dudas acerca de la importancia central que concede al tema ambiental y social planteado en su gran encíclica Laudato Si. «Preocupa al Papa la salvación del Amazonas, en grave peligro ante todas las desbocadas actividades depredadoras que la agobian, incluyendo planes como los del ominoso Arco Minero desde Venezuela», escribió el ambientalista y exembajador de Venezuela en la India, además de reconocido activista por la no violencia, Frank Bracho.
El Ministro de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) del Perú, Eduardo Ferreyros, indicó que la visita del Papa Francisco este mes de enero generará un impacto económico superior a los 88 millones de dólares.
El pontífice cerrará su periplo en Lima con una misa al aire libre en la base aérea Las Palmas, en el distrito de Surco, donde se espera la asistencia de más de un millón de personas.