El director de Venenoticias, Manuel Corao alude a la falta de incongruencia advertida por los observadores internacionales en las reuniones gobierno-oposición en República Dominicana.
Por Manuel Corao
Para el momento de salir este contenido impreso, el diálogo político que se inició en 2017 en República Dominicana entre el gobierno de Maduro y parciales miembros de la oposición representados en la MUD se realiza bajo el manto noticioso de trágicos acontecimientos relacionados con el supuesto naufragio mortal de venezolanos en costa insular curazoleña.
Los observadores al conciliábulo cancilleres de México y Chile, Luis Videgaray y Heraldo Muñoz respectivamente, amenazan con distanciarse del encuentro al arrojar dudas sobre la verdadera intención de Maduro para concertar la paz en Venezuela.
Los expertos afirman que hay decisiones sobre los aspectos convenidos previamente: Elecciones presidenciales transparentes, escogencia de nuevas autoridades del poder electoral, ayuda humanitaria, respeto por los poderes constituidos constitucionalmente y libertad de presos políticos.
Todos estos tópicos sin excepción de urgente implementación este trimestre.
Heraldo Muñoz sentenció las rondas conciliatorias al expresar: “Pese a la seriedad del proceso en diciembre existe preocupación por las acciones incongruentes del gobierno”. Luego pone contra la pared adversarios y oficialistas: “Si no hay resultados no vale la pena seguir adelante”.
A las serias críticas formuladas se une el caso donde cuatro venezolanos fallecieron por la sorpresiva implementación del cierre unilateral por Maduro de la frontera marina con los cayos holandeses bajo un supuesto delito de contrabando que distraiga la atención en torno a la conexión de un dispositivo comunicacional o cable submarino con Cuba, conforme refleja la prensa.
La relación social y comercial entre las islas vecinas con el territorio continental cercano es muy estrecha.
El dictador venezolano al violentar las vías diplomáticas para la solución de conflictos obliga a trabajadores y empresarios a buscar otros sistemas de traslado hacia las Antillas y viceversa exponiendo sus vidas ante el riesgo de pérdida de puestos de trabajo e inversiones en industrias y comercios establecidos.
El mal manejo de este impase por un teórico suceso cuyos elementos probatorios no han sido expuestos para justificar la magnitud de la decisión, muestra la manera dictatorial como se conduce el país.
Una incipiente gerencia de daños hubiese informado de las consecuencias de tan pronta determinación la cual solo se activa en extremo riesgo de la nacionalidad, léase invasión armada del territorio; lo cual no es el caso.
El presidente Danilo Medina, anfitrión de buena voluntad en la reunión quisqueyana, debe estar consciente de que la renuncia de los destacados cancilleres a continuar asistiendo podría perjudicar su prestigio de estadista y mas cuando al final de la jornada del 2017 anunciara que solo faltaba aspectos técnicos para la firma de los acuerdos para la reconducción democrática que se realizaría este fin de semana del 2018.
Jorge Rodríguez en intento por descalificar la gestión de Luis Almagro, secretario General de la OEA, destaca que entre venezolanos sí se pueden lograr acuerdos para la paz del país.
Ante las exposiciones indicadas de México y Chile, sus ministros de asuntos exteriores -testigos de excepción y ayuda a solicitud de la MUD- temen que los adversarios solo están en el territorio primogénito de América montando un teatro o bailando un danzón