No hay Gobierno democrático que no haya sentido el insulto de una “diplomacia de carritos chocones” en Venezuela

Panamá, Canadá, Chile, Colombia, Estados Unidos, España  y Paraguay han sido algunos de los países que han llamado a consulta a su embajador y posteriormente varios los han retirado. Esta historia se ha repetido durante 19 años que tiene el régimen.

Como si la tensión no fuese suficiente, Maduro llamó esta semana a consulta al embajador venezolano en Madrid, Mario Isea y dos días después expulsó al embajador de España en Venezuela, dándole 72 horas para salir del país, complicando esta crisis diplomática que obscurece más el panorama.

Según fuentes del Ministerio de Exteriores español, el embajador Jesús Silva Fernández, además de ser condicionado a abandonar el país, recibió un comunicado oficial en el que Venezuela lo declara como “persona no grata”, la razón por la que expulsan al embajador, es por unos comentarios que el país ibérico realizó sobre la política interna de Venezuela.

Esta decisión la anunció el ministro de Asuntos Exteriores venezolano, Jorge Arreaza, a través de un comunicado que publicó en su cuenta de Twitter. Estas acciones por parte del régimen iniciaron con el envío de una nota de protesta a diplomáticos de la Unión Europea, acreditados en el país, por las sanciones comunitarias en contra de siete altos funcionarios pertenecientes al gabinete de Maduro.

Reacciones sobre expulsión del embajador español

Las reacciones no se hicieron esperar, el ministro de Exteriores de España, Alfonso Dastis, advirtió que su gobierno responderá con “proporcionalidad y reciprocidad” a las medidas anunciadas,  además indicó que seguirán trabajando por “todas las vías” para mejorar la situación del pueblo venezolano.

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En este sentido el portavoz del Partido Popular de España, Esteban González Pons, aseguró que “la Unión Europea (UE) debe responder unida y con firmeza a la expulsión del embajador español de Venezuela”.  «El régimen de Maduro intenta reaccionar a través de España y del embajador Jesús Silva Fernández a estas sanciones europeas, que fueron apoyadas unánimemente por los 28 países de la UE, no solo por España”.

Añadió que Maduro busca un “enemigo exterior para desviar la atención» de la situación que se vive en el país sin dejar de mencionar la “profunda crisis económica y social a la que ha llevado a su país y a su población».

En relación a esto el equipo del El Nuevo País, consultó con el exembajador de Venezuela ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), Milos Alcalay, sobre cómo estas acciones pueden incidir en la ya deteriorada situación diplomática del país.

-¿Qué implica que un país llame a consulta a su embajador? 

Milos Alcalay.- En el ejercicio de las relaciones diplomáticas la  “llamada  a consultas del Jefe de Misión” es una figura jurídica que le permite  al Ministro de Relaciones Exteriores  resaltar el desagrado del Gobierno ante alguna situación en el país ante el cual está encargado el diplomático. Pero lo que es absurdo es usar dos figuras contradictorias como lo que acaba de suceder con la expulsión del Embajador de España de Venezuela. Es posible la reacción de Madrid que por  reciprocidad también expulsen al diplomático bolivariano acreditado en España. Y eso afectaría no solo las relaciones ibero-venezolanas sino también agravaría  las ya tensas relaciones euro-venezolanas.

-¿Cuántos embajadores han sido llamados a consulta y retirados durante estos 19 años?

MA.-Son tantos, que no llevo la cuenta. Pero lo que puedo señalar es que no hay Gobierno democrático o civilizado que no haya sentido el insulto de una “diplomacia de carritos chocones” lo que muestra el primitivismo que en los casi 20 años de desastre nacional, cada vez más, fortalece una dictadura rechazada en el mundo.

-¿Que significa que a un embajador lo declaren persona non grata?

MA.-La Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas regula la declaración de persona non grata como una figura jurídica por medio de la cual el Estado receptor considera al Jefe de Misión Diplomática del país que lo acredita, como inaceptable. Ello significa que es el fin de su Misión y debe regresar a su país.

Esta es una medida extrema que se usa con muy poca frecuencia en el ámbito del Derecho Internacional. Lamentablemente el uso y abuso de esta figura por parte de la Cancillería “bolivariana” muestra el manejo primitivo de las relaciones internacionales, y en vez de cumplir su cometido, aísla cada vez más a Venezuela.

-¿Qué pasa cuando «sacan» a un embajador?

MA.-Es la antesala de una situación que podría derivar reacciones del Gobierno afectado, por lo que normalmente se suele  invocar reciprocidad y actuar de la misma manera declarando non grato al Embajador de Venezuela en España.

-En ese caso, ¿se rompen relaciones?

MA.-No es automático. La Misión Diplomática queda dirigida por un Encargado de Negocios, si es que no proceden como en el caso de Israel en la que todos los diplomáticos fueron expulsados. Podría significar que el paso siguiente seria declarar la ruptura de relaciones diplomáticas, con lo cual Venezuela quedaría más aislada

– ¿Qué tipo de consecuencias pueden traer para los países?

 MA.- Para los países agredidos, con la posición de rechazar el chantaje, demuestran la dignidad y el apego a la Democracia. Para las autoridades bolivarianas agresoras, reitero que el aislamiento cada vez mayor.

-El Grupo de Lima, México, EEUU y Colombia han tomado una decisión, ¿qué puede pasar con estas reacciones?

MA:-Como acaba de afirmar el Secretario General de la OEA Luis Almagro, si Miraflores sigue “burlándose” de las medidas y no hace caso a las advertencias de derecho internacional, se irán adoptando posiciones más contundentes para aislar al régimen de Venezuela

-¿Qué se puede esperar, qué viene para Venezuela a nivel internacional?

 MA.- Venezuela ha quedado excluida del ideario integracionista latinoamericano, de la relación con Europa y con las Democracias de Canadá y Estados Unidos. No me extraña que la grave situación venezolana, nuevamente pueda entrar a ser considerada como tema de la agenda en el marco del Consejo de Seguridad de la ONU, que es la única entidad que tiene la posibilidad del uso legítimo de la fuerza para remediar el colapso venezolano.

 

 

 

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