Por.- Valentina Mejía
Van más de 50 años de conflicto armado en Colombia, siendo la última década la más importante en términos de llegar a un acuerdo de paz. No en vano, en los últimos cinco años se lograron avances debido al proceso de negociación con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y que tuvo su clímax con la firma del Acuerdo para la Terminación Definitiva del Conflicto en 2016.
Sin embargo, el panorama se torna incierto, pues no en ese mismo sentido se ha logrado avanzar con un acuerdo de paz que involucre al Ejército de Liberación Nacional (ELN), quienes a finales del pasado mes de enero realizaron tres ataques contra instituciones policiales colombianas en menos de 24 horas.
El primer atentado ocurrió contra una estación de Policía del barrio San José, en la ciudad colombiana de Barranquilla, en el que resultaron muertos cinco uniformados y 42 heridos. El siguiente fue contra un Centro de Atención Inmediata (CAI) del municipio de Soledad, también en Barranquilla. El tercero tuvo lugar en el municipio Santa Rosa, departamento de Bolívar, dejando dos policías fallecidos y dos heridos. El ELN solo se atribuyó el primero de ellos.
A raíz de estas acciones el presidente de la república, Juan Manuel
Santos, anunció la suspensión del diálogo de paz que se
efectuaba entre las partes. Estos atentados ocurrieron semanas después
de que se reunieran en la ciudad de Quito, Ecuador, los delegados del
gobierno y del ELN con el objetivo de reactivar las negociaciones de
paz destinadas a lograr un nuevo cese de hostilidades.
El ELN es una organización colombiana de insurgentes orientada al
marxismo-leninismo y pro revolución cubana. Este grupo guerrillero se conformó en Cuba en 1964, luego que estudiantes colombianos viajaran a la isla becados por el Gobierno de Fidel Castro. Al regresar a Colombia, comienzan a escoger zonas en las cuales se podía implantar su organización.
Es importante destacar que a lo largo de su historia el ELN ha tenido
presencia en zonas colombianas como el Catatumbo ubicado en el
departamento del Norte de Santander, también en los departamentos de
Arauca, Cesar, Bolívar, Boyacá, Casanare, Santander, Antioquia, Cauca
y Nariño.
Negociaciones de paz de vieja data
Estos intentos de diálogos de paz por parte del ELN y el Gobierno de
Colombia datan del año 1982, para entonces el presidente era Belisario
Betancur. Para 1987 ingresaron en la Coordinadora Nacional Guerrillera
(CNG) junto al Ejército Popular de Liberación (EPL) y las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en la Coordinadora, ya
participaban el M-19, el Comando Ricardo Franco Frente-Sur y el
Movimiento Armado Quintín Lame, posterior a esto la Coordinadora se
reestructuró y paso llamarse Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar
(CGSB), el propósito de ésta, era presentarse como un frente unido en
las negociaciones de paz.
Luego en el año 1998, fungía como presidente Ernesto Samper, el ELN
manifestó no quererse reunir con representantes del gobierno nacional
y si con la sociedad civil, producto de esa reunión se comprometieron
a impulsar la Convención Nacional, un año más tarde, en el gobierno de
Andrés Pastrana, se discutieron alternativas para poder llevar a cabo
dicha Convención.
Los intentos por lograr un alto al fuego continuaron en el gobierno
del expresidente Álvaro Uribe, desde el 2002 hasta el año 2010. Para
el año 2015 se anunció que se empezaría una fase exploratoria en
Quito, Ecuador, para tratar de concretar una agenda para los diálogos
de paz entre el gobierno colombiano y el ELN en 2016, finalmente en
ese mismo año ambas delegaciones anunciaron el inicio formal del
proceso de paz para acabar con el conflicto armado.
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¿Proceso de paz?
Una vez formalizada la agenda se establecieron 6 puntos a discutir
entre los que estaban, participación de la sociedad, democracia para
la paz, víctimas, transformaciones para la paz, seguridad para la paz
y dejación de las armas y garantías para el ejercicio de la acción
política.
Esta primera ronda estaba programada para iniciar en mayo de 2016 en
Ecuador, sin embargo el gobierno se negó a iniciar diálogos debido a
una serie de acciones violentas como la quema de vehículos y el
secuestro del excongresista Odín Sánchez Montes de Oca, este fue el
punto de quiebre para que el gobierno nacional se negara iniciar el
proceso.
A esto, hay que agregarle que en los meses siguientes el panorama se
obscureció más por el rechazo de los colombianos en referencia a los
Acuerdos de La Habana con la guerrilla de las FARC en el 2016, pese a
estos obstáculos el gobierno de Colombia y los negociadores del ELN
iniciaron la mesa de diálogos en Caracas, Venezuela ese mismo año
Finalmente en febrero de 2017 luego de que ambas partes cumplieran las
condiciones se instaló en Quito la fase publica de la negociación para
la culminación del conflicto armado, en septiembre se logró el primer
gran acuerdo pactando el cese del fuego bilateral entre el gobierno y
el ELN, esto se realizó en el marco de la visita del Papa Francisco a
Colombia.
Sin embargo el desenlace de esta mesa de negociación se vio teñida por
las acciones violentas que en pasados días el grupo guerrillero
ocasionó, pues con la perpetración del ataque al Comando de Acción
Inmediata de la Policía en la ciudad costera de Barranquilla, el
proceso de diálogo queda en la cuerda floja.
¿Por qué atacar de nuevo?
Luego de que los rebeldes se adjudicaran el ataque, manifestaron a
través de un comunicado que consideraban que el Gobierno se rehusaba a
“dar respuestas a las necesidades de la población” y que además
“inventa excusas (el Gobierno) para no garantizar sus derechos”,
agregando que “usa la fuerza pública para reprimir al pueblo”.
“Como ELN, persistimos con la misma determinación, en la solución
política al conflicto social y armado que vive el pueblo colombiano,
en un diálogo de paz que atienda las voces de los más necesitados y
excluidos”, reza el escrito.
A raíz de estos ataques el presidente Santos, ordenó al equipo
negociador no viajar a la reunión pactada en Quito para reanudar las
negociaciones de paz, así lo anunció el ex vicepresidente, Gustavo
Bell, quién es jefe de la delegación oficial.
El cese al fuego estuvo vigente desde el 1 de octubre de 2017 y se
daría de manera provisional hasta el 9 de enero de 2018, a medida que
la mesa de negociación fuese logrando avances sobre los puntos
acordados.