Por.- Valentina Mejía
Venezuela está atravesando por una crisis económica, política y social sin precedentes. La calidad de vida de los habitantes ha disminuido de manera preocupante, generando un éxodo masivo de venezolanos hacia diferentes partes del mundo, especialmente hacia Colombia, situación que ha generado una profunda preocupación a las autoridades de ese país.
Pero, ¿por qué Colombia? Quizás porque es el país de “al lado” y por ende mucho más fácil de ingresar; o porque “somos países hermanos” y la familia no se abandona en momentos difíciles; o porque “el amigo de un amigo se fue para Colombia por Cúcuta y le fue bien”, y si le fue bien a él, me podría ir bien a mí, ¿cierto? Cualquiera de estas podrían ser las razones por las que un elevado número de personas ha decidido irse y resuelto instalarse en la vecina ciudad de Cúcuta o en cualquier otra ciudad fronteriza con Venezuela, bien sea de manera temporal o permanente.
Aproximadamente más de 35.000 personas cruzan diariamente los puentes internacionales que conectan ambos países, de acuerdo a cifras publicadas por Migración Colombia el pasado mes de enero, lo cual genera innumerables problemas, puesto que Cúcuta se ha convertido en el refugio de todos esos venezolanos que salieron en busca de un mejor futuro y que no tienen a donde llegar e incluso ni para comer.
Pero no es solo esto lo que preocupa a las autoridades colombianas, pues tal como lo ha informado el director general de Migración Colombia, Cristian Krüger, se estima que hay más de 550.000 venezolanos en ese país, 62 % más que el año anterior. Es importante resaltar que el 50 % de los venezolanos que emigran hacia Colombia lo hacen como un destino transitorio para luego avanzar a otros países del Cono Sur.
Orden en la frontera
En relación a esta cantidad masiva de personas que están pasando por la frontera colombo-venezolana, la canciller de Colombia, María Ángela Holguín, informó que el Gobierno de Colombia busca “ponerle orden” a la migración de venezolanos y en ese sentido el presidente, Juan Manuel Santos, anunció un serie de acciones desde Cúcuta.
Holguín indicó que la implementación de los permisos especiales de permanencia para los venezolanos será en beneficio de aquellos venezolanos que se hayan excedido de los 90 días en el país con la condición de que asistan a las oficinas de migración para sellar su pasaporte y de esa manera poder permanecer hasta dos años en el país.
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El presidente Santos viajó a Cúcuta el jueves 08 de febrero con la finalidad de iniciar reuniones para evaluar la situación migratoria en la ciudad fronteriza. En dicha reunión participó el coordinador de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Colombia, Matín Santiago, a quien el presidente colombiano expresó su agradecimiento por la ayuda que le ha brindado en relación el tema.
Entre los anuncios están varias medidas para atender la situación humanitaria en las zonas de frontera, que surge a consecuencia de la migración de venezolanos, como por ejemplo, la apertura de un centro para atender inmigrantes y se realizará en conjunto con la ONU. Este centro podrá albergar alrededor de dos mil personas. También se destinará la cantidad de un millón de pesos para generar empleos en esta parte del país (Cúcuta), relacionados a la confección.
Detenido el proceso de solicitud de Tarjeta de Movilidad Fronteriza (TMF)
En mayo de 2007, comenzó a funcionar una nueva plataforma de identificación para venezolanos llamada Tarjeta de Movilidad Fronteriza (TMF) que servía para controlar el movimiento de los venezolanos en los corredores fronterizos. Dicho trámite se podía realizar por las oficinas de la Personería y la Defensoría del Pueblo en toda Colombia. Sin embargo, Santos ordenó detener el registro, y quien desee ingresar a Colombia desde ahora deberá presentar el pasaporte vigente o la TMF expedita por Migración Colombiana.
La diáspora venezolana no avizora un pronto fin. La situación en el país caribeño sigue complicándose cada día y el régimen no da su brazo a torcer en cuanto a las políticas que afectan a los ciudadanos, impidiéndoles disfrutar de las garantías y bondades que como nación rica pudiese ofrecerles.
El futuro de Venezuela es una gran incógnita que afecta a muchos países de la región y otras partes del mundo, en la que sus ciudadanos guardan el anhelo de poder retornar a la democracia y libertad que el régimen de Maduro les ha arrebatado.