Está planteado que se declare en Venezuela la Emergencia Humanitaria que permitirá solicitarle a la ONU ayuda humanitaria en alimentos, medicinas e insumos agrícolas.
El pasado miércoles, en acto público en Caracas, hecho por el Grupo de Análisis Político (GAP) que coordina José Curiel Rodríguez se informó sobre una publicación que sintetiza, para cada tema fundamental, una comparación cuantitativa y cualitativa de la situación de 1998 con la de 2017.
Así mismo, hace énfasis en las acciones urgentes y de mediano y largo plazo que debe acometer el próximo gobierno democrático para levantar a Venezuela de la gravísima situación actual. El nombre de esta publicación es “El día después”, la cual retrata la imperiosa tarea que deberán llevar adelante los responsables del próximo gobierno democrático desde el mismo comienzo de la nueva gestión.
Participaron en este análisis destacados especialistas en economía, agricultura y cría, pesca y acuicultura, petróleo, vivienda y desarrollo urbano, vialidad agrícola y urbana, sistema ferroviario, puertos y aeropuertos, hospitales, disposición de residuos, abastecimiento de agua, electricidad, salud, educación, seguridad y defensa, y situación socioeconómica de los venezolanos.
Se plantea declarar la existencia en Venezuela de una situación de Emergencia Humanitaria Compleja y solicitar de inmediato a la ONU el otorgamiento de ayuda humanitaria en alimentos, medicinas e insumos para la producción agrícola, que permita atender los requerimientos de la población. Agenciar la obtención rápida de divisas para la importación de semillas, fertilizantes, agroquímicos, maquinarias y equipos, que salven el ciclo de siembras de inmediato. Instrumentar la aplicación de un Plan de Seguridad Rural que garantice la vida y los bienes de los productores agropecuarios y de sus trabajadores, quienes reiniciarán la actividad agroproductiva.
Que se garantice la gobernabilidad como medida inmediata de emergencia. Una fuerte lucha contra la delincuencia y el narcotráfico. Igualmente la independencia y autonomía de los poderes públicos, así como, sin discriminación política, el flujo de recursos que por ley le corresponden a los estados, como el Situado Constitucional y los aportes del Fondo Intergubernamental para la Descentralización (FIDES). Se requiere reducir el tamaño del Estado y erradicar la corrupción. Reducir la burocracia y el populismo basado en la renta petrolera.
Se destaca que las empresas públicas sean centros de excelencia de negocios, a través de las reglas de gobierno corporativo y que operen de trasparentemente, no importando en qué municipio o gobernación estén. Reducir la discrecionalidad del Ejecutivo en las operaciones de PDVSA incrementando la supervisión y control de los organismos públicos.
Estos y otros temas prioritarios son tarea fundamental para empezar a trabajar en la reconstrucción de un país arrasado tras 18 años de un gobierno incapaz, corrupto y comunista que hambreó al pueblo para subyugarlo.
Tal iniciativa del Grupo GAP, que merece nuestro reconocimiento forma parte de la destacada suma de voluntades de valiosos ciudadanos preocupados por la suerte de nuestro país, quienes se agrupan en procura de un cambio en el destino de Venezuela para que sea un país libre y próspero.