Para iniciar la reconstrucción de Venezuela, una de las medidas urgentes es solicitar ayuda humanitaria en alimentos, medicamentos e insumos para la producción alimentaria.
El pasado 28 de febrero se presentó ante una numerosa y calificada audiencia la publicación “El día después”, patrocinada por el Grupo de Análisis Político (GAP), la cual es una organización que tiene como objetivo promover un cambio democrático en Venezuela y contribuir a la reconstrucción del país. La publicación trata sobre 18 temas de interés nacional y presenta en cada uno una comparación cuantitativa de datos del año 1998 con el año 2017, así como también define las prioridades urgentes y a corto, mediano y largo plazo que sirvan de guía a los funcionarios de la próxima administración democrática.
El tema alimentario correspondió presentarlo a Luis Hidalgo Parisca y a Carlos Giménez, quienes son expertos en la materia. Allí pudimos constatar que la producción nacional per cápita bajó de manera alarmante entre 1998 y 2017 en los siguientes rubros: arroz, maíz, sorgo, caraotas, soya, algodón, yuca, papas, cambur, mango, naranjas, cebolla, tomate, pimentón, café, caña de azúcar, carne y huevos, o sea, todos los productos más necesarios.
Este es el resultado dramático de 18 años de expropiaciones, de confiscaciones y de invasiones de las tierras productivas para convertirlas en puro monte.
Esto, sumado al hundimiento de la producción nacional, a la falta de recursos para importar y a la negativa del gobierno de permitir una ayuda humanitaria ofrecida por varios países, ha producido una pavorosa inflación y una severa escasez en el país. El régimen le echa la culpa al imperio y a «Dolar Today» como culpables de esta tragedia, cuando la cruda verdad es que es producto de una gigantesca ineficiencia y corrupción así como de un diseño comunista diabólico que empobreció a la población venezolana para subyugarla.
¿Qué podemos hacer? Como medidas de extrema urgencia los expertos opinan que hay que:
1) Solicitar la ayuda humanitaria en alimentos, medicamentos e insumos para la producción alimentaria a la ONU, así como a países e instituciones internacionales que la han ofrecido.
2) Agenciar la obtención rápida de divisas para la importación de semillas, fertilizantes, agroquímicos, maquinarias y equipos que permitan salvar el ciclo de siembras.
3) Instrumentar un plan de seguridad rural para garantizar la vida y los bienes de los productores y trabajadores agrícolas.
4) Reparar la vialidad rural.
5) Reactivar convenios con las gobernaciones y alcaldías para impulsar los programas sociales alimentarios, en especial para atender a la población más vulnerable como son los niños, los jóvenes, las madres embarazadas y las personas de la tercera edad.
Todo esto debe comenzar por salir de este gobierno insensible al que no le importa la vida ni la salud de los venezolanos.