Pedro Pablo Kuczynski (PPK) quedó entrampado en la pelea sin cuartel que se ha desatado entre los dos herederos políticos de Alberto Fujimori, sus hijos Keiko y Kenji. Al momento de escribir este informe, el empresario todavía es presidente del Perú, pero se estima que sea solo por unas horas ya que el Congreso aprobaría su renuncia y no declararía su vacancia. Luego de llegar a un acuerdo con Kenji en diciembre para abortar la vacancia que le tenía preparada Keiko, PPK vio como su rival en las últimas elecciones presidenciales volvía a la carga gracias a unos videos en los cuales se probaría como el oficialismo ofrecía contratos públicos a cambio de votos en el parlamento. Keiko logró su venganza por partida doble, ya que su hermano también se ve salpicado en el escándalo.
La renuncia de PPK tendrá sus efectos en la región, cuyo mayor problema actualmente es la crisis venezolana. El todavía presidente peruano ha encabezado junto a sus pares Juan Manuel Santos (Colombia) y Mauricio Macri (Argentina) los esfuerzos sudamericanos para atajar las consecuencias del régimen dictatorial que se ha instaurado en Caracas. Además de las violaciones de los Derechos Humanos, el cono sur se ha visto inundado por la migración de venezolanos que huyen en situación de emergencia de la marcada escasez de alimentos, medicinas y oportunidades en líneas generales. Las fronteras de Colombia y Brasil han sido las más afectadas, con hospitales y mercados en situación de colapso por quienes acuden en emergencia desde Venezuela.
El gobierno de PPK ha sido particularmente solidario con la crisis venezolana. Ha convertido a Perú en uno de los destinos preferidos por los venezolanos aprobándoles el estatus migratorio sin mayores trabas y homologando títulos universitarios, por ejemplo. Además, el saliente presidente peruano fue el promotor del grupo de países americanos que discute periódicamente acciones conjuntas para colaborar con la restitución de las libertades en Venezuela. De hecho, el conjunto se llama Grupo de Lima.
Asume Vizcarra, ¿qué cambia?
Al hacerse oficial la renuncia de PPK, la Constitución de Perú puntualiza que el cargo de presidente debe ser asumido por el Primer Vicepresidente. Es decir, Martín Vizcarra, quien también venía ejerciendo como embajador de su país en Canadá. Este dirigente no viene con la hoja limpia de polémicas. De hecho, fue a parar en el cargo diplomático en Norteamérica por un escándalo de corrupción en el que se vio involucrado cuando era ministro de Transportes y Comunicaciones. En mayo 2017 tuvo que renunciar a la cartera ministerial por irregularidades en un proyecto del aeropuerto de Cusco. Fue enviado a Canadá y ahora regresa para asumir el cargo de presidente, ya que siempre mantuvo el de primer vicepresidente.
De Vizcarra se espera que mantenga la estrategia en materia internacional trazada por PPK, con un Perú protagonista en los principales temas que ocupan a la región y con buena relación con Washington. En ese sentido, los venezolanos no deberían temer por los beneficios migratorios que han recibido.
En cuanto a la venidera Cumbre de Las Américas, entre el 13 y 14 de abril, se estima que sea pospuesta ya que el anfitrión es precisamente Perú. El evento ha generado polémica por la negativa del gobierno de PPK de recibir oficialmente a Nicolás Maduro por su deriva dictatorial. Ahora, según reporte del diario argentino La Nación, el presidente Macri telefoneo a su par Santos y acordaron no asistir si PPK era forzado a renunciar, como en efecto ha ocurrido.
En principio, la situación es un respiro para el régimen de Caracas, ya que se esperaba en la Cumbre al presidente estadounidense Donald Trump, quien aprovecharía la ocasión para presionar a los mandatarios regionales en sus esfuerzos contra el madurismo. Seguramente el nuevo gobierno de Vizcarra necesite unos días para poner la casa en orden antes de recibir invitados, para lo cual tendrá que llegar a acuerdos políticos con un Congreso en pie de guerra. ¿Podrá darse la reunión antes de las elecciones que convocó fraudulentamente Maduro para el 20 de mayo? No es imposible pero tampoco será fácil, por lo que se podría perder una oportunidad de oro para forzar condiciones electorales justas en Venezuela.