Cumbre de las Américas y corrupción

*Venezuela estará en el centro de las preocupaciones de la VIIIª Cumbre de las Américas por el tema de la corrupción, de las sanciones y de la crisis venezolana que se desborda por la región. Otros temas relevantes son el peligro que representan las organizaciones criminales internacionales enquistadas en varios de los gobiernos de la región y el efecto de la corrupción en nuestras democracias.

La VIIIª Cumbre de la Américas, que se efectuará en Lima este viernes 13 y sábado 14 de abril, tratará dos temas que nos atañen directamente. El formal: la corrupción- Y el extracurricular: la crisis de Venezuela. Esta será una oportunidad de medir, de nuevo, fuerzas entre los que apoyan la democracia y los derechos humanos en el continente, y los que no.

Corrupción

El tema central de esta VIIIª Cumbre es la “Gobernabilidad democrática frente a la corrupción”, tema muy apropiado luego de que la mayor red de corrupción de las Américas ha sido develada y han caído presidentes, expresidentes, vicepresidentes, parlamentarios, ministros y empresarios. Entre ellos, Lula Da Silva enviado a prisión por 12 años por delitos de corrupción mientras fue presidente de Brasil, y Pedro Pablo Kuczynski (PPK),  forzado a renunciar por la misma acusación. PPK ahora se suma a los otros los dos expresidentes peruanos que le antecedieron en el poder y enfrentan juicios por ese asunto.

La corrupción es un flagelo que, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), “está indisolublemente ligada al ejercicio y disfrute de los derechos humanos”, y “…debilita la gobernabilidad y las instituciones democráticas, fomenta la impunidad, socava el estado de derecho y exacerba la desigualdad”. La CIDH propone la independencia e imparcialidad de los sistemas de justicia, y la transparencia como ejes esenciales para combatir este flagelo.

La OEA y la ONU

En este sentido hay dos países que han optado por invitar a la OEA y a la ONU para que apoyen las investigaciones judiciales contra el crimen organizado: Honduras y Guatemala. Las experiencias han sido muy positivas. Baste decir que en el caso guatemalteco, la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, creada por acuerdos con la ONU en 2007, ha investigado casos como el del Presidente Otto Pérez Molina y su vice presidente Roxana Baldetti, quienes  fueron defenestrados y procesados judicialmente, así como el del expresidente Alfonso Portillo. En el caso hondureño se creó con la OEA (2016) la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras, allí han procesado casos como el de la ex-Primera Dama Rosa Elena Bonilla y el anterior presidente Porfirio Lobo.

Las acciones bilaterales

Varios países de la región han comenzado a imponer sanciones, como ha sido el caso de funcionarios venezolanos y las sanciones financieras que impuso EE.UU. al régimen de Maduro.  A las de EE.UU. y Canadá, se agregaron las sanciones impuestas por Panamá a 55 venezolanos.  Estas no son propiamente sanciones, sino una advertencia a las entidades financieras del istmo para que incrementen su supervisión, pues los nombrados ciudadanos, incluyendo al presidente en ejercicio de Venezuela, Nicolás Maduro,  son considerados “de alto riesgo” en términos de blanqueo de capitales y financiamiento del terrorismo.  Según fuentes bien informadas, EE.UU. está trabajando con gobiernos de la región para adaptar sus leyes a fin de que puedan ejercer este tipo de sanciones, así que no es de extrañar que se incrementen las sanciones hacia el gobierno venezolano.

Por cierto que el grupo central del Grupo de Lima, es decir, Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Honduras, Guatemala, México, Paraguay y Perú, en un comunicado, rechazaron la retaliación hecha por Maduro a Panamá, por “carecer de sustento y de marco jurídico”.

No todo es político

En el área no gubernamental se darán tres foros: de la sociedad civil, de la juventud y de los indígenas, junto a la Cumbre Empresarial y III Encuentro de la Red de Parlamento Abierto de ParlAméricas.

La Cumbre Empresarial reunirá más de 700 empresarios del continente. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) la considera “el evento de negocios más importante del hemisferio”.  Ya el ex canciller estadounidense Rex Tillerson había anunciado la importancia de que EE.UU. volviera a tener presencia en la región frente a rusos y chinos. Los chinos son el principal socio comercial de los grandes: Argentina, Brasil, Chile, Perú y Uruguay, y el segundo de México. Frente a esto, Trump promueve que EE.UU. se convierta o vuelva a ser el “socio preferente” de América Latina.

En este sentido, de las 40 compañías que harán presentaciones en esta cumbre, más de la mitad son estadounidenses. Entre ellas las siguientes multinacionales: Google, Facebook y Amazon, también Salesforce y Microsoft, así como General Electric y AES Corporation, el fabricante de aviones Boeing y las financieras Mastercard y Citi. Entre los participantes están el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur L. Ross y el presidente de la Cámara de Comercio estadounidense, Thomas J. Donohue.

Un peligro regional

Uno de los asuntos más relevantes del flagelo de la corrupción es que ya no es un asunto doméstico. La red de corrupción que instaló la compañía carioca Odebrecht es un ejemplo de ello. Pero más allá, está el crimen trasnacional organizado, que mueve contrabando de materiales preciosos y estratégicos, y droga, además de que blanquea dinero y apoya movimientos guerrilleros y terroristas.  Tillerson, en su reciente viaje por la región advirtió que “la amenaza más inmediata para nuestro hemisferio son las organizaciones delictivas transnacionales”.  Son estas organizaciones las que están penetrando a varios gobiernos, lo cual es considerado un peligro para EE.UU. y la región.

Para el político y académico boliviano Carlos Sánchez Berzaín, entre los regímenes con Delincuencia Organizada están, además de Venezuela, Cuba, Bolivia y Nicaragua, pues sus “crímenes van mucho más allá de la corrupción en sus contratos gubernamentales”. Venezuela es un caso patético donde se han articulado, en una especie de Paravatocracia o “pranato”, estos  males con una dirección filocubana de orientación marxista, que ha corrompido a buena parte de las FAN venezolana y que se ha articulado internacionalmente con potencias y países extracontinentales como China, Rusia e Irán, en alineación con gobiernos totalitarios alrededor del mundo. A lo que se debe agregar que estos regímenes están articulados regionalmente entre ellos (ALBA) así como con otros movimientos latinoamericanos de la izquierda que hacen vida en el Foro de San Pablo.

Para Sánchez Berzaín, “el tema principal de la Cumbre de las Américas de Lima es: ¿Qué harán los gobiernos democráticos contra el crimen organizado inculcado en el poder político de Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua?”

La crisis venezolana

La crisis venezolana será tratada, fuera de agenda, en el diálogo privado que mantendrán los mandatarios en el encuentro y seguramente en los pasillos del Centro de Convenciones de Lima donde se realizará la Cumbre.

EE.UU. lleva varias propuestas, entre ellas: acuerdos comerciales (tarifas), compromisos “concretos” en el área de la corrupción y, por supuesto, coordinar y endurecer la respuesta regional ante la crisis en Venezuela; aunque no anunciará nuevas medidas. El castrochavismo va preparado, todos sus aliados protestaron la desinvitación de Maduro, pero ninguno dejará de asistir. Castro, en una de sus últimas apariciones, abogará contra el “embargo” y las sanciones al régimen venezolano, pero sin grandilocuencias y junto a los de la ALBA tratará de no dejar bien parado al Vicepresdente Micke Pence quien sustituirá  a Donald Trump, quien  a su vez finalmente no viajó a la Cumbre.

¿Qué medidas concretas se deberán tomar en forma bilateral y multilateral para sancionar a funcionarios y gobiernos corruptos que violan los derechos humanos y la democracia? Es una de las preguntas que se espera se responda en Lima. Aunque un consenso final es casi imposible.