Por Rafael Bayed
Sólo la cultura y concientización del pueblo nos sacará de la oscuridad.
La situación del país no puede ser más grave. Unas elecciones adelantadas por la alerta del régimen cubano, que veía venir un estallido social; las mafias asociadas a la cúpula del poder desangrando a la nación, con el aditivo de los compromisos con países del exterior que hay que cumplir, aunque el pueblo venezolano padezca necesidades vitales para su existencia.
Miles de generales activos, con sus respectivos componentes de coroneles y comandantes, hacen lo que les viene en gana, pidiendo cada día más privilegios, extorsionando a la administración pública, y el régimen cubano extorsionando a la cúpula de la oficialidad de las Fuerzas Armadas, con comprobada incapacidad para las funciones en las cuales hay que aplicar la razón y la lógica, y no por instrucciones de mando.
Una administración pública al garete. Nóminas de funcionarios y enchufados al 1000 % de lo que requiere la República. Misiones, órganos y organizaciones para justificar el desagüe de la corrupción. Cuerpos de seguridad penetrados no solo por el G2 cubano, sino por delincuentes comunes. Las instituciones tradicionales de la nación están sin poder dar respuesta a las exigencias del administrado.
Un pueblo que paulatinamente ha venido perdiendo cultura, educación, civismo y moral. Genuflexo, sumiso, sin líderes que le hagan recuperar la esperanza de poder ayudar a restablecer el orden y la moral de las instituciones.
Una economía cerrada; un mercado exclusivo de los detentadores del poder; un control de cambio férreo para beneficiar la legitimación de capitales y privilegios sin límites para los lambe botas del régimen.
Alertamos en el año 2000 que se veía venir el adoctrinamiento y no la educación de adolescentes y jóvenes, hoy robots repitiendo el contenido de los chips incrustados en el consciente, repitiendo como loros, sin explicación, que hay una conspiración interna y externa para…, que el imperialismo norteamericano quiere…, que la derecha traidora quiere acabar con los logros del pueblo. ¿Cuáles logros? Las dádivas para mantener a un pueblo distraído con miseria y lenguaradas de discursos de principios del siglo pasado.
Ninguno de los ladrones, criminales y traficantes no solo de drogas sino de odio y miseria explican las verdaderas causas del deterioro de la vida del venezolano.
Se robaron lo de PDVSA; expoliaron el Banco Central de Venezuela. Ningún banco del régimen es auditable al igual que el resto de las dependencias públicas, y cuando países demócratas de gobiernos que no son cabrones ni encubridores toman medidas contra los corruptos de los funcionarios públicos, la alharaca es grande, y se esgrimen que las medidas son contra la República y el pueblo. ¡Desvergonzados! no pueden justificar su modo de vida ni la de los suyos.
El país saldrá de esta oscuridad cuando los dirigentes de todos los sectores dejen de ser cómplices de quien detente el poder.