Por Rafael Bayed
Los países vecinos están preocupados por la situación de Venezuela, porque ante una hecatombe el pueblo correrá a las fronteras y desestabilizará los países vecinos.
La planificación de instaurar un régimen para satisfacer las ambiciones del criminal del continente, Fidel Castro, son de vieja data. Todo comenzó cuando se tambalea el comunismo y se debilita la guerra fría, cuyo hijo, en América, era Cuba.
Castro millonario al igual que sus cercanos, pero un país arruinado tenía que oxigenarse, y a través de otro criminal, proyectó una forma para doblegar a los habitantes del continente, y chulear, no solo a los países sometidos sino al Imperio Norteamericano con la ayuda de gobiernos socialistas de Europa.
La base era establecer un pueblo que paulatinamente perdiera cultura, educación, civismo y moral, genuflexo, sumiso, sin líderes que le hagan recuperar la esperanza de poder salir de la esclavitud permanente.
Desde que se desvió la forma y los valores de la democracia, los partidos comenzaron a parecer todos por igual. La diferencia era la doctrina, ah, pero todos tenían la etiqueta de socialistas, porque así el pueblo veía movimientos cercanos para satisfacer sus necesidades, con populismo y demagogia, planes sociales, para motivar el clientelismo, la holgazanería, y la falta de responsabilidad en sus obligaciones.
Hugo Chávez, con carisma populista, nada de intelectualidad, engañador y falso, como nadie (“ser rico es malo”) y fue el corrupto más grande que presidio este país, permitiendo que todos los suyos incondicionales rapiñaran a la nación igual que Nicolás Maduro.
Hoy, a pocos días de culminar la farsa electorera, dice el vago mayor de la República, sí vago mayor porque nunca trabajó, incompetente y bruto, el amigo Tonito Espinoza Prieto, se alarmó cuando le permitieron ser Presidente de la Asamblea Nacional, y luego Canciller, y alarmado, en las tenidas decía, pero si el papá dice que no sirve para nada. Estos son ciegos o lo ¿designan adrede? y ahora el hijo digno heredero de la vagancia y la buena vida, anda por los mismos pasos entre el pasto.
Volviendo a la trampa electoral, eufórico, grita en los saraos, con buena escenografía, costosísima, que si gana acabara con la corrupción y mejorara la economía. Bueno tendrá que traer más cubanos, nicaragüenses y bolivianos para formar gobierno, porque deberá comenzar por la familia, los ministros, los jefes de cualquier batallón o escuadra de cualquier vaina que inventan para justificar el desagüe del dinero de la República, a través de los planes sociales.
Habrá que construir a la brevedad cárceles por todo el país para poner a buen resguardo tanto malandro, ladrón y traficante. Ah, algunos sostienen que no han cogido nada, sí pero usan el poder para beneficio propio y de los suyos, para los ignaros. Eso se llama peculado de uso.
La lista de los corruptos del régimen de Chávez y la de Maduro asciende a casi un millón de ratas, que vivían en ranchos de barriadas humildes y ahora se tongonean en urbanizaciones de clase media, los modestos, porque los otros, en las grandes urbanizaciones, de esos que ellos llaman oligarcas vende patria, y algunos que a cuenta de empresarios que tienen que vivir también se recuestan en oscuros negocios.
Quienes están preocupados de la situación de Venezuela son los países vecinos, porque ante una hecatombe el pueblo correrá a las fronteras y desestabilizará los países vecinos, desequilibrando la geopolítica del Continente, por ello el gobierno de USA sabe que a medida que pasa el tiempo con estos criminales en la jefatura del poder, la situación de tranquilidad se agrava.
Estamos sobre un polvorín que algunos lo llevan a la ligera, con un buen whisky o vino de buena cepa.