Por Jaime Granda
*Maduro resucita el Grupo de Boston, con Rafael Lacava de motor en EE.UU, en un esfuerzo de socavado diálogo.
Pese a sus promesas de recomponer la situación, pocos confían en que el presidente Nicolás Maduro pueda superar la crisis económica, si no corrige la mala interpretación del socialismo.
La primera semana del presidente de la República de Venezuela, Nicolás Maduro, después de su reelección, transcurrió entre encuentros y reuniones con diferentes organizaciones del sector político nacional y acercamiento con el gobierno de Estados Unidos.
El domingo pasado el propio presidente la resumió así: «Ha sido una semana de intenso trabajo para garantizar la paz y la prosperidad del país; iniciamos una nueva etapa que abre camino a lo nuevo, al futuro y al bienestar de todas y todos los venezolanos».
Algunos católicos interpretaron ese comienzo como acto de contrición, la oración para mostrar arrepentimiento ante nuestras faltas contra Dios, contra nosotros mismos y contra el prójimo.
Esa primera semana incluyó la liberación del misionero mormón Joshua Holt y su esposa, la venezolana Thamara Caleño, quienes tenían dos años presos en Caracas y en la noche del sábado 26 de mayo fueron recibidos en la Casa Blanca en Washington por el presidente norteamericano Donald Trump. En ese acto también estuvieron la familia del misionero y varios legisladores implicados en el proceso que llevó a su liberación.
Fuentes del Consejo de Seguridad Nacional de EEUU aseguraron a CNN que no se dio nada a cambio para la puesta en libertad de Holt, un joven de 25 años del estado de Utah, arrestado en Caracas en junio de 2016 tras viajar allí para casarse con la que hoy es su esposa. El Gobierno de Nicolás Maduro lo acusó de espionaje y tenencia ilícita de armas.
Hasta su puesta en libertad estuvo junto a su mujer en los calabozos de El Helicoide.
De hecho, el gobierno de EEUU mantiene las sanciones aprobadas en contra de varios funcionarios del gobierno venezolano.
La liberación de Holt, anunciada por el propio Trump en Twitter el sábado por la mañana, se produce la misma semana en la que Caracas y Washington expulsaron mutuamente a sus diplomáticos de mayor rango en una escalada de la tensión tras las elecciones presidenciales en Venezuela y las sanciones financieras que el presidente estadounidense impuso al país latinoamericano como respuesta.
En Venezuela se espera que se concrete la liberación de más de 300 presos políticos, algunos con boletas de excarcelación expedidas por tribunales desde el año pasado y que el presidente Maduro prometió liberar.
El analista carabobeño Sergio Márquez Parales, mejor conocido como “El Monje de Camoruco”, escribió el domingo pasado sobre la liberación de Joshua Holt, el llamado Grupo de Boston y el gobernador de Carabobo, Rafael Lacava. Sería el llamado backchannel, canal secundario. Recordó que el Grupo Boston fue una comisión creada por parlamentarios de Estados Unidos y Venezuela, quienes acordaron reunirse fuera del país para tratar temas neurales para ambas naciones en un ambiente de menor polarización. Entre sus objetivos están el establecimiento y conservación de un sólido vínculo entre el congreso de Estados Unidos y el parlamento de Venezuela.
La mitad de los miembros venezolanos eran diputados opositores; y la otra, eran diputados oficialistas. Entre los miembros del grupo se encontraban Nicolás Maduro y John Kerry.
Dicho foro acordó nombrar un comité ejecutivo de seguimiento integrado por los para entonces diputados Pedro Díaz Blum y Calixto Ortega, y los congresistas William Delahunt, Gregory Meeks y Cass Ballenger, por el Congreso de los Estados Unidos de América, y entre los miembros destacaban: José Ramón Medina, Leopoldo Puchi, Luis Beltrán Franco, Carlos Tablante, Ángel E. Vera, Julio Montoya, Pastor Heydra, Néstor López, Rafael Parra Barrios, José Khan, Luis Acuña, Tania D’Amelio, Saúl Ortega, Victoria Mata, Francisco Solórzano, Amalia Sáez, Héctor Vargas y Rodolfo Gutiérrez.
La delegación norteamericana estuvo conformada por: John Kerry, Cass Ballenger, William D. Delahunt, Gregory Meeks, Edward Kennedy, Caleb Mc Carry, Ted Brennard y Paul Oustborg, entre otros.
Cabe destacar, que esos contactos siempre han estado vigentes, por lo que no es de extrañar la vinculación de algunos de sus integrantes con las conversaciones que entre los gobiernos de ambos países se mantienen a pesar de las dificultades propias de la política.
Recién juramentado Rafael Lacava como gobernador de Carabobo, se realizó un reencuentro de algunos de los integrantes del Grupo de Boston; y de inmediato, se retomó la comunicación permanente con importantes representantes del Congreso norteamericano y altos funcionarios de la gestión Trump; es así, como a raíz de dicha reunión, el presidente Nicolás Maduro ha encomendado al gobernador Rafael Lacava algunas misiones especiales, las cuales poco a poco se han venido ejecutando al pie de la letra y con resultados altamente positivos.
En la segunda semana, el presidente Nicolás Maduro se reunió en el Palacio de Miraflores con directivos de medios de comunicación públicos y privados y directivos de la Asociación Bancaria de Venezuela.
El presidente dijo que las empresas de comunicación impresa, audiovisual y electrónica «juegan un papel vital para todo el proceso y la dinámica del diálogo».
A unos propuso fortalecer la producción de contenidos audiovisuales y les garantizó resolver sus permisos pendientes. A los de medios impresos los invitó a asociarse con el gobierno en un proyecto de una planta para producir papel periódico.
Con los directivos de la asociación bancaria acordó posponer la reconversión monetaria que debía arrancar el próximo lunes 4 de junio. En principio será por 60 días, pero se estudiaba llevarla a 90 días.
Con el presidente de Cuba
En la tarde del miércoles pasado, el presidente de Venezuela recibió a su par cubano Miguel Díaz-Canel con quien acordó consolidar y renovar todos los proyectos y convenios de misiones y grandes misiones, entre ellas Misión Barrio Adentro, Misión Cultura, Misión Milagro, además de relanzar las corporaciones energéticas, económicas, comerciales y turísticas.
El presidente instruyó al vicepresidente Ejecutivo, Tareck El Aissami, para coordinar ayuda para al pueblo cubano que se ha visto afectado por lluvias e inundaciones provocadas por la tormenta Alberto.
La situación nacional
Pese a todas esas actividades, sobran críticas para el presidente Nicolás Maduro porque algunos consideran que debe enfrentar de inmediato a la hiperinflación y sus terribles consecuencias para casi todo el pueblo venezolano. Economistas allegados al chavismo consideran que la hiperinflación que azota a Venezuela no acepta embustes ni promesas electorales a largo plazo.
El ex presidente de PDVSA y ex ministro de Energía Rafael Ramírez dijo a la agencia AP que el presidente no ha dado indicios de que vaya a revertir las políticas culpables de la hiperinflación y la escasez generalizada y agregó que a menos que Maduro cambie el rumbo, la producción de PDVSA pronto podría caer a 900.000 barriles diarios, de los cuales la mayor parte ya ha sido vendida con una enorme pérdida a nivel nacional o usada para saldar deudas con China y Rusia.
El ex ministro de Energía Eléctrica Héctor Navarro celebró el martes la prórroga de la reconversión monetaria porque considera que la misma “era un diseño hecho por los enemigos de Nicolás Maduro que ocasionaría un caos mayor en el país”.
A los problemas económicos que el presidente Nicolás Maduro debe resolver, se suman peleas internas con directivos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) que, según dijo un diario español, jugaron a la abstención para rebajar el poder del presidente reelecto e impedir que siga aumentando su autoritarismo.
Esas diferencias venían desde antes de las elecciones y por eso el presidente Maduro apeló a crear el partido “Somos Venezuela”, pero el estrepitoso fracaso de esta organización que sumó poco más de 300 mil votos, dejó al mandatario expuesto a lo que imponga el PSUV y sus aliados internacionales.
Contra el presidente Maduro hay iniciativas para exigir que sea procesado por la Corte Penal Internacional. Igualmente, su esposa Cilia Flores fue incluida en recientes sanciones por parte de Canadá junto a otros 13 funcionarios del gobierno.
Pero, además, el presidente Nicolás Maduro enfrenta muchos problemas en las fuerzas armadas.
Hasta el 24 de mayo había 15 oficiales de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y de la Aviación Militar detenidos durante las últimas semanas por supuesto complot contra el Gobierno. Después de las elecciones del 20 de mayo detuvieron a otros 8 militares, entre ellos un general de división, un general de brigada, dos mayores, un teniente y tres sargentos, casi todos de la Guardia Nacional.
Es de suponer que Miguel Díaz-Canel haya advertido a Maduro la necesidad de superar los errores económicos que cometen los que han desvirtuado el socialismo, los que Cuba comenzó a corregir desde la llegada de Raúl Castro al poder y Díaz-Canel sigue haciendo. Igualmente debe haberlo alertado que en Cuba no ha habido hiperinflación ni corrupción en los cargos medios y bajos de la pirámide de mando, ni civiles ni militares.