Por Roberto Mansilla Blanco. Corresponsal en España.
*Un nombre suena con fuerza para suceder a Mariano Rajoy al frente del Partido Popular (PP): el actual presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo.
Las próximas elecciones primarias en el PP previstas para finales de julio prometen ser muy disputadas, pero con una firme apuesta por Feijoo como futuro líder frente a su eventual contrincante, la ex vicepresidenta de gobierno Soraya Sáez de Santamaría.
La reciente caída del gobierno de Mariano Rajoy, tras la moción de censura que llevó al palacio de gobierno de La Moncloa al socialista Pedro Sánchez, ha abierto la veda de una inevitable de sucesión “post-Rajoy” en el Partido Popular (PP).
Con las cábalas y las cartas de sucesión en la mesa, Rajoy anunció la semana pasada su renuncia a presidir el PP, abriendo así el camino a una sucesión que se anuncia intensa y polarizada. En este contexto, reaparecieron líderes del pasado que han mostrado un notable distanciamiento con Rajoy, como es el caso del ex presidente de gobierno José María Aznar, precisamente el hombre que entronizó a Rajoy al frente del PP desde 2003.
Apenas Rajoy dejó la presidencia, Aznar dio un paso al frente para “reconstruir la centroderecha española”. Pero su mensaje parece haber caído en saco roto. Son otros tiempos, y otros líderes los que se vislumbran en el horizonte.
El panorama 2018 es diametralmente diferente. El halo de corrupción que ha carcomido al PP desde 2012 con la trama Gürtel, y que provocó la caída del gobierno de Rajoy hace dos semanas, intuye una etapa de renovación en el principal partido de la derecha española. Una renovación en la cual Aznar parece no tener cabida.
Toda vez, los partidos que anunciaban la “nueva política” contraria al hegemónico bipartidismo entre el PP y el PSOE, siendo estos la centroderecha de Ciudadanos y la izquierda de PODEMOS, se ven notablemente neutralizados en la preferencia de voto, de acuerdo a las últimas encuestas.
Esta semana, Rajoy dio el pistoletazo de salida para su sucesión en el PP. Ante la ejecutiva nacional del partido, Rajoy anunció un Congreso extraordinario a celebrarse entre el 20 y 21 de julio, que certificará su relevo. Con ello, la carrera para su sucesión está marcada en el calendario.
¿La hora de Feijoo?
Una vez Rajoy renunciara a la presidencia del PP, las cábalas y las expectativas sobre su sucesión han apuntado a dos nombres: Alberto Núñez Feijoo, presidente de la Xunta de Galicia desde 2009, y Soraya Sáez de Santamaría, ex vicepresidenta de Gobierno durante la era Rajoy en La Moncloa, y su mano derecha más fiel y firme.
Con todo, la súbita aparición de Aznar una vez Rajoy anunciara su renuncia a presidir el PP ha dejado entrever diversas expectativas hacia otras candidaturas, como puede ser la de la actual secretaria general del PP, María Dolores De Cospedal.
La “opción Aznar” es una incógnita, toda vez parece más bien un efecto sorpresa motivado por la exclusividad del momento. Difícilmente Aznar escenifique una vuelta al ruedo político tras varios años ausente de las directrices de un PP dominado por Rajoy y Soraya Sáez de Santamaría. Un hecho curioso es el regreso de Aznar, en lo que respecta a la posibilidad de que él mismo se erija ahora como un eventual sucesor precisamente a Rajoy, a quien nombró como su sucesor al frente del PP en 2003.
Este maremágnum de rumores, expectativas y luchas intestinas dentro del PP parecen clarificar una rivalidad inobjetable para suceder a Rajoy y encauzar al partido hacia una renovación política a todas luces inevitable. Esa rivalidad cobra cada vez más dimensión en las pretensiones de Feijoo y Soraya por ser los abanderados del “nuevo PP” que espera su momento político en las elecciones municipales de 2019 y las generales previstas para 2020.
La presión parece ser más acuciante para Feijoo. Al frente de la Xunta de Galicia precisamente hasta 2020, nadie en el PP gallego duda de las aspiraciones de Feijoo para intentar llegar a La Moncloa. Los plazos para presentar su candidatura están a la vista. Entre el 18 y 20 de junio deben definirse las candidaturas de sucesión de Rajoy para el Congreso extraordinario de finales de julio y, hasta ahora, Feijoo y Soraya han navegado en las turbulentas aguas del silencio y las intenciones inocultables. Pero en los predios del PP en su sede madrileña de la calle Génova dan por hecho que ambos serán los principales candidatos.
El pulso Feijoo-Soraya es, por tanto, silencioso y enigmático. En este sentido, existen apuestas de todo tipo. Feijoo parece salir muy bien parado, porque simbolizaría un relevo político necesario en el PP tras los duros varapalos causados por la trama Gürtel y las secuelas que estos escándalos de corrupción han causado en un PP muy diezmado en cuanto a sus cuadros dirigentes.
Por su parte, Soraya ha mantenido un particular pulso con De Cospedal, otra candidata que nunca ha ocultado sus intenciones por suceder a Rajoy pero que recientemente se ha caracterizado por su silencio prudencial. El problema: ambas, Soraya y De Cospedal han sido colaboradoras importantes del equipo de Rajoy, un aspecto que puede afectarla en cuanto a su imagen política, particularmente ante las presiones de las bases del PP por iniciar una renovación de su ejecutiva que, a priori, parece simbolizar Feijoo.
Con todo, diversas encuestas internas parecen favorecer a Soraya entre los militantes. Las valoraciones realizadas por consultoras políticas sobre el gobierno de Rajoy otorgan a Soraya las mejores expectativas, un caudal que puede ser aprovechado en sus intenciones por presidir el “nuevo PP”.
A sus 47 años, oriúnda de Valladolid, Soraya entroniza las opciones del PP “castellano” que en su momento dominara otro “castellano”, el ex preesidente Aznar, frente al tradicional predominio del PP “gallego” a nivel español. Una clave importante, la de la procedencia regional, que se balancea dentro de la actual sucesión en el PP.
A pesar de su silencio, el presidente de la Xunta de Galicia parece avanzar decidido hacia la presidencia del PP. A sus 57 años, Feijoo lleva ganadas tres mayorías absolutas en Galicia desde su triunfo en 2009. La trama Gürtel no le ha afectado directamente, toda vez parece haber dejado bien atado su eventual sucesión en la Xunta en caso de que se decida ir a Madrid a liderar el PP. Su vicepresidente Alfonso Rueda suena como su posible sucesor en la Xunta de Galicia.
Con todo, Feijoo tiene una sombra detrás. Unas fotografías con un conocido narcotraficante gallego, Marcial Dorado, que datan de principios de 2000, en tiempos en que la Xunta de Galicia estaba presidida por otro gallego ilustre del PP, el fallecido Manuel Fraga Iribarne. Precisamente, fue Feijoo el sucesor de Fraga al frente del PP gallego y ahora aspira a suceder a su paisano Rajoy en el PP español, con el camino enfocado en La Moncloa.
Con Feijoo parece garantizada una especie de dinastía gallega que predomina en la derecha española, y en particular en el PP. Desde Fraga hasta Rajoy, el PP ha tenido en Galicia una cantera política de alto nivel. Feijoo puede ser el próximo en la lista.