Por Julio Borges
La presión del mundo civilizado sobre el gobierno de Venezuela avanza firme para conducir al país de vuelta al sendero democrático.
Se necesita tener un cambio en este modelo económico que sólo ha traído ruina y miseria a los venezolanos, ya que la cifra de inflación alcanzó un récord en mayo de 110,1 %.
Esto convierte a Venezuela en el país con la hiperinflación más grande de la historia de América Latina, superando incluso a Nicaragua.
El cierre de más de ocho mil empresas como consecuencia de la destrucción de la producción nacional y la impresión de dinero inorgánico, son las principales causas de la inflación que agobia al pueblo venezolano.
Estamos produciendo la misma cantidad de petróleo que hace 60 años. Estamos retrocediendo cada día más. Ahorita en Venezuela el valor de un dólar está superando el salario mínimo y es imposible salir de la miseria de esta manera.
De acuerdo al índice inflacionario que publicó la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, en el mes de mayo la inflación fue con una variación diaria de 110,1 %, 2,4 %. Mientras que entre mayo 2017 y mayo 2018, en los últimos 12 meses, la inflación se totaliza en un 24.571 %
El rubro de alimentos es el que registra el mayor incremento de precios. Según el CENDAS todos los alimentos registran un incremento del 100 %. Esto se traduce en más hambre y desnutrición. Los venezolanos ya no comemos tres veces al día. Eliminamos de nuestra dieta el consumo de proteínas: carne, pollo y huevo por su alto costo y ya ni siquiera puede consumir verduras y hortalizas por el desabastecimiento.
La solución para el hambre en Venezuela es apoyar lo “Hecho en Venezuela”, cosa que el gobierno nacional no quiere hacer. Pero es necesario que el Ejecutivo incentive la producción nacional brindando insumos, fertilizantes, semillas, agroquímicos, repuestos para el transporte de los alimentos y seguridad jurídica a nuestros productores nacionales para garantizar la siembra y la cosecha, sólo así se podrá aumentar la oferta y disminuir los costos de los alimentos.
Actualmente, la producción nacional sólo alcanza para abastecer el 25 % del consumo. En algunos rubros existe un déficit del 80 % como es el caso del maíz, el azúcar, la cebolla y el pimentón. Venezuela dejó de ser uno de los países exportadores de café y la producción sólo abastece el 30 % de la demanda y la producción de arroz sólo alcanza para cubrir el 35 % del consumo de los venezolanos, según datos de Fedeagro.
Mientras el Gobierno Nacional mantenga una política de importación de productos alimenticios que cuesten cinco veces más que producirlos en el país existirá escasez y desabastecimiento. Es necesario apoyar lo “Hecho en Venezuela” y reactivar la producción nacional para evitar la desnutrición en mujeres embarazas, lactantes, bebes y adultos mayores quienes son los más afectados por la crisis alimentaria.
Dentro de las actividades que se continúa haciendo en el marco del Frente Amplio Internacional vienen más medidas, investigaciones y acciones contra los funcionarios del Gobierno involucrados en casos de corrupción y delitos en contra de la Constitución.
El mundo libre está decidido a continuar la presión democrática hasta lograr la democratización del país. No sintamos que esta crisis que padece el país será así para siempre, pronto saldremos de esta Venezuela dividida.