Cualquier acción que sirva para lograr la libertad es legítima cuando se trata de un preso político

Por Aixa López

Cualquier acción que sirva para lograr la libertad es legítima cuando se trata de un preso político, por eso no debemos juzgar a nuestros hermanos de lucha política por aceptar las condiciones del Gobierno para ser liberados.

La cantidad de sentimientos encontrados que estamos teniendo los venezolanos de bien, que creemos en la verdadera libertad y la democracia plena, son innumerables; pues qué mayor felicidad podemos encontrar al saber que a pesar de la forma están obteniendo su libertad nuestros presos políticos que jamás han debido estar encerrados por causa de disentir del gobierno nacional.

Todos y cada uno de ellos son inocentes de las patrañas que les inventó el gobierno para capturarlos y vulnerar sus derechos fundamentales, sobre todo uno de los más importantes que es el derecho a la libertad. Yo celebro que todos y cada uno de los que están siendo liberados de las cadenas y el yugo bajo el cual estaban -hasta sufriendo tratos crueles, tanto físicos como psicológicos- han podido abrazar a sus familiares y amigos, aunado a que la gran mayoría de los venezolanos les están dando un abrazo simbólico al darles la bienvenida a la Libertad.

Siempre tendremos voces que estarán inconformes con todo, pero mi mensaje hacia ellos se une al de muchos que les envían el mensaje, que es preferible que hayan tenido que pasar por la ignominia de tener que acudir ante la Asamblea Nacional Constituyente para sortear esa alcabala puesta por el gobierno para que los soltaran, que si bien en todos los casos son libertades condicionadas a regímenes de presentación o cualquier otra medida cautelar que se le haya ocurrido a sus carceleros imponerles, pero el fin lo atenúa todo y es que están en sus casas.

¿Acaso quienes somos madres podemos decir que preferimos a un hijo inocente tras las rejas bajo condiciones inhumanas con tal de no aceptar las condiciones impuestas por sus carceleros para liberarlos, o que preferimos a nuestros hermanos o padres encarcelados a verlos beneficiados de esa libertad a medias otorgada por el gobierno?  No, señores, hay que tener más sindéresis y no precipitarnos a juzgar tan cruelmente a nuestros hermanos de lucha política que por fin están en las calles. Su libertad es nuestra libertad.

Quise hacer esta reflexión primero, antes de entrar en el tema, porque estoy alarmada por la decisión del gobierno nacional de desterrar al dirigente estudiantil detenido por el SEBIN el pasado 31 de enero Vilca Fernández. Su delito fue simplemente emitir opiniones vía redes sociales contra un alto personero del mismo. Cuatro días más tarde era aprehendido por los cuerpos de inteligencia nacional y trasladado a la sede ubicada en El Helicoide, donde permaneció hasta el día 14 de junio de donde salió al mediodía para ser trasladado directamente hasta el Aeropuerto Internacional de Maiquetía para “expulsarlo” de su país.

Hemos retrocedido a los años de la antigua Grecia y Roma, donde los disidentes de quienes ostentaban el poder eran expatriados. En nuestra legislación vigente no existe este tipo de penalidad para ser aplicada por un órgano de justicia a una persona nacida en esta tierra, mucho menos por el Ejecutivo Nacional ni cualquier otro poder público. He ahí el dilema de los sentimientos, pues me alegro al ver otro inocente liberado; pero la tristeza de ver a un compatriota expulsado de su propia tierra solo por querer una Venezuela mejor, libre y con oportunidades para todos por igual.

@aixaconcejalccs