Por Aixa López
La Comisión de delito es personalísima, y por ende no se hereda, ni es aplicable a familiares; pues cada quien responde por sus hechos.
Luego de la salida de AD de la MUD, los ataques contra nuestra organización política, así como a sus líderes regionales, municipales, parlamentarios, concejales -y sobre todo a la cabeza visible de la tolda política Henry Ramos Allup, secretario General de Acción Democrática- han sido feroces.
No cabe mi asombro. iQué bajos, bochornosos y repugnantes son, tantos los factores del gobierno como los llamados “opositores. Del gobierno puedo entenderlo pero de nuestro lado no. Creemos en la unidad como la vía para salir de este suplicio de Gobierno, pero por ahora AD se retira para bajar hacia el pueblo y dar respuestas contundentes.
En la MUD nos sentíamos encerrados y por estar allí debíamos esperar para que se reunieran y acordáramos documentos, vocería para responder al Gobierno y cuando esto sucedía ya el caso era un tema de ayer.
Señores, la saña y crueldad con que han fustigado a la familia de Henry Ramos no tiene nombre. Meterse con la familia es una bajeza. Cómo no pueden atacarlo a él se meten con su esposa y sus hijos. No hay nada más sagrado para cualquier persona que su familia. Eso no se toca. Es un acto vileza extrema.
Henry ha sido muy claro. Tratan de involúcralo a él en unos señalamientos sobre unas negociaciones que realizó su cuñado, Francisco D´agostino, hermano de su esposa. ¿Acaso debe Henry Ramos o el partido AD responder por algún hecho realizado por su cuñado? Dado el caso, es el Ministerio Publico el que debe abrir una investigación. No por el simple hecho de ser familia uno responde por lo malo o bueno que haga un familiar en grado de afinidad o consanguinidad. iNo, señores! Las responsabilidades son personalísimas. Cada quien responde por su acción o inacción.
Mi hermano es decano de la Facultad de Derecho de la UCV y yo también soy decana, y si él cometiera un hecho inapropiado no se me puede imputar a mí. ¿Muy simple, no? Por ello el grado de maldad en todos esos señalamientos. La gente sabe quién es AD; sabe su arraigo en el corazón del pueblo, que añora a ese partido que no te humillaba ni censaba para darte una pensión, una caja de CLAP o una ayuda. No le perdonan que AD se haya legitimado en dos ocasiones, sin recursos, sin estar en los medios, sin propagandas y resultó ser el primer partido de la Oposición. En AD no le tenemos miedo a Twitter, ni a Facebook; pero sí respetamos al pueblo, a nuestra militancia y a nuestra dirigencia.