Por Aixa López
***Este Gobierno reformó de hecho el Código Penal con abuso del caso del diputado Juan Requesens. “Salir de su casa” es un nuevo tipo de flagrancia.
Para los demócratas, para los que verdaderamente creemos en la Democracia, y para los que tenemos un legado histórico en la lucha por la libertad, lucha contra la dictadura, en nuestro lenguaje y accionar nunca estará el golpe de Estado contra un Presidente, contra un gobierno por muy dictador que este sea, por muy violador de los derechos humanos de su pueblo, como la vía o solución para acabar con ese gobierno. Para los demócratas, la única vía posible para cambiar un mal gobierno es la vía electoral, de forma pacífica. Es la única vía posible que conozco, por ello rechazo y condeno lo sucedido el día sábado en la avenida Bolívar: el presunto intento de golpe contra Nicolás Maduro.
La violencia no es el camino. La paz es el camino para los cambios que requiere un pueblo. Condenamos este golpe, ya que creemos en la instituciones, por ello este episodio me hizo recodar los dos intentos de golpes de Estado en el año 1992 que dio el expresidente Chávez y muchos de los que hoy están en el gobierno, contra el entonces presidente constitucional Carlos Andrés Pérez, un verdadero presidente demócrata, y los golpistas de entonces se alzaron contra un gobierno por la vía violenta de las armas que la República les había confiado y que juraron usarlas únicamente para defenderla. Usaron las mismas contra el pueblo que juraron defender y contra su Comandante en Jefe a quien le debían obediencia.
Entre los supuestos que provocaron esta sublevación esta la corrupción galopante, el hambre del pueblo, problemas que hoy en día están presentes incrementados en un 10 mil por ciento. Lo que vivimos y padecemos hoy no tiene comparación con la felicidad del año 1992. Pero hago un llamado a la calma y a la reflexión del gobierno, que está haciendo señalamientos y acusaciones. Pedimos una investigación imparcial, objetiva y que no haya cacería de brujas contra el sector opositor, esto lo digo ya que uno de los detenidos en supuesta flagrancia fue el diputado Juan Requesens, el cual estaba en su casa y allí lo agarraron “flagrante” dos días después del evento.
“Flagrancia” es agarrar al presunto agresor en el acto cometiendo el delito. Con la detención del diputado se cometió exceso. Un funcionario de este carácter, electo de forma popular por la Constitución Nacional, goza de inmunidad parlamentaria y no puede el Tribunal Supremo de Justicia acordar enjuiciamiento a Juan Requesens, mucho menos ordenar la detención del diputado Julio Borges sin cumplir con lo estipulado como procedimiento para el allanamiento de la inmunidad de un parlamentario.
Con esta decisión se está violando la Carta Magna, porque la Asamblea Nacional Constituyente no es el órgano natural para aprobar el allanamiento de la inmunidad de los diputados Julio Borges y Juan Requesens. Es la legítima Asamblea Nacional la que debe conocer el caso. No soy defensora ni del diputado Juan Requesens ni de Julio Borges. Defiendo la majestad del cargo de diputado y la institución del Poder Legislativo, entiéndase Asamblea Nacional.
@aixaconcejalccs