Por Jaime Granda
***Cuando el borracho se queda sin dinero, es inevitable que sea echado del bar que antes le reía sus peores chistes.
A pesar de la difusión internacional que ha tenido la pieza de Gualberto Ibarreto “Cuerpo cobarde”, cuyo estribillo repite “a cuerpo cobarde, como se menea, yo cargo una pea, que dios me la guarde”, no todos en el mundo saben el significado del término o la palabra “pea”.
Hay que buscar en Internet páginas o portales con palabras propias de nuestro país, hay que escudriñar en sitios dedicados a venezolanismos.
Si uno consulta directamente sobre la palabra “pea” surge la seria explicación de que significa Población Económicamente Activa, lo que, por supuesto, incluye a los borrachos venezolanos que es de lo que queremos hablar en esta columna y no precisamente de las privaciones que sufren los borrachos en la Venezuela de hoy por la consentida hiperinflación a la que los gobernantes parecen proteger y muchos sospechan que eso no es de gratis.
El Diccionario de Venezolanismos, preparado por Daniel Castro Pumarega y editado por Signum, precisa que pea es borrachera, embriaguez.
Otra página denominada Venezolanismos, publicada en noviembre de 2015, trae el significado de “echarse los palos” que es beber licor y explica que al abolirse la esclavitud, los hacendados se negaron a pagarle a sus antiguos sirvientes con monedas de plata. Por lo que hacían tablillas con el sello de la hacienda para que pudieran ser canjeadas en las pulperías y bodegas por víveres. Muchos preferían comprar licor por lo que pedían “un palito de ron”, “un palo de miche”, etc. Al tener que contar en que habían despilfarrado las tablillas o palitos decían “me eché los palos”.
Todo este rodeo es necesario para llegar a la conseja popular que es costumbre arraigada y respetada en todo bar que se respete. La conseja es que borracho con real no estorba, pero una vez que se queda limpio, lo botan del negocio. Algunas veces, el borracho arruinado recibe golpes y hasta puede perder la vida. Las crónicas policiales están llenas de esos casos. Eso es lo más parecido a lo que está ocurriendo con la actual cúpula que arruinó al Estado y al resto de Venezuela.
Ese desenlace para todo borracho que se queda limpio es parte de la ley natural de la especie humana. Mientras tienes dinero se te pueden soportar algunas impertinencias, pero si manejas mal ese recurso y te quedas sin billetes frente al pueblo que te “chuleaba”, ese mismo pueblo rechazará hasta tu mejor chiste. Dejas de ser simpático y comienzan a encontrarte todos los defectos, habidos y por haber.
Así que la cúpula que quiere seguir derrochando la hacienda de todos los venezolanos debe entender que destruidas las empresas que aportaban recursos para comprar conciencias y chantajear a las mayorías, lo mejor es que vaya haciendo sus maletas porque en este bar llamado Venezuela no nos calamos borrachos limpios.
Sin dinero no la quieren ni los propios que la llevaron a ese sitial. Todo eso parece indicar, señores, el fin de la pea.
@jajogra