Régimen mantiene control de la oposición

 

Por Jaime Granda

La facilidad de infiltración se evidencia por varias vías.

La ventaja del régimen es que puede infiltrar con facilidad a la oposición, mientras que el radicalismo opositor le impide infiltrar al régimen.

Agosto 2018 ha sido para Venezuela un mes de muchas dudas, contradicciones y confusiones que enturbian el panorama político.

El diario español El País publicó el miércoles 22 un reportaje que se aproxima mucho a lo que está ocurriendo, comenzando por su título: ”El caos por las medidas económicas de Maduro impide ver el impacto de la huelga general en Venezuela”.

Cuenta el diario español que el martes estaba convocado un paro nacional por una porción opositora y en los pocos negocios que abrieron, la mayoría expendios de comida y alimentos, el ambiente volvía a ser de confusión y preocupación tras la puesta en marcha el lunes 20 de agosto de la reconversión monetaria que le ha quitado cinco cifras a la moneda local.

El Gobierno había prometido publicar ese martes la lista de los nuevos precios de 25 productos de la canasta básica, pero no lo hizo y el miércoles dijo que lo haría este jueves 23.

Sobre el paro nacional convocado, el gremio de transportistas decidió suspender actividades durante dos días debido a la reconversión. No tienen billetes ni monedas con las que se puedan pagar las rezagadas tarifas de este servicio, que el gobierno no había actualizado, las cuales quedaron finalmente en 1 Bolivar Soberano de acuerdo a lo informado por Delcy Rodríguez tras reunirse con el gremio del transporte.

El dirigente de la Causa R, Andrés Velásquez, uno de los promotores del paro del martes, aseguró que el 60% del país acató el llamamiento a la paralización y en algunos estados el seguimiento llegó al 90%.

Velásquez dijo en rueda de prensa: “La medida económica más necesaria es la salida de Nicolás Maduro. Y este esfuerzo que hoy comienza va a tener su clímax en la huelga general indefinida”.

Sin embargo, El País de España advierte que el paro no pudo con la incertidumbre. Entre los comerciantes existe la preocupación de cómo se va a costear un salario mínimo que creció 35 veces de un día para otro por decreto de Maduro. El mandatario ha ofrecido a la pequeña y mediana industria asumir la nómina de sus empleados durante tres meses para minimizar el impacto de la medida y evitar el acelerado aumento de precios que estimula la hiperinflación y el descontrolado gasto fiscal del Gobierno, que hasta ahora no se ha detenido.

Los trabajadores del sector salud tenían dos meses de protestas exigiendo mejores salarios, pero se supone que lo levantaron aunque el nuevo salario de 1.800 bolívares soberanos, equivalente a 180 millones de bolívares fuertes, entra en vigencia a partir del primero de septiembre.

Muchos consideran que las medidas económicas aún sin definirse no son tan buenas como dice el régimen, pero tampoco tan malas, como asegura la oposición.

Se basan en que voceros del régimen han asegurado que los nuevos salarios van a fluctuar tal como lo hace el dólar del mercado paralelo y los trabajadores van a ganar como mínimo 30 dólares americanos, sin importar su fluctuación.

Control del régimen

Sin duda alguna, como se ha dicho antes, poco a poco se ha perdido la victoria de la oposición en diciembre de 2015 cuando tomó el control de la Asamblea Nacional en elecciones organizadas por el mismo Consejo Nacional Electoral (CNE) que ha organizado y supervisado los más recientes comicios y está preparando las elecciones municipales para el próximo diciembre.

Como si los veteranos líderes de la oposición no se dieran cuenta de las maniobras desde el régimen y sus asesores extranjeros, la Asamblea Nacional está dominada ahora por una fracción surgida de la nada.

Eso ha complicado la definición de estrategias en contra de la cúpula gobernante y demuestra que el régimen mantiene control sobre la oposición.

Algunos analistas consideran que la ventaja del régimen es que puede infiltrar con facilidad a la oposición, mientras que el radicalismo opositor le impide infiltrar al régimen.

 Una señal clara es lo ocurrido con la sentencia del TSJ en el exilio en contra de Nicolás Maduro. En la AN se estaban haciendo los locos hasta que el secretario general de la OEA, Luis Almagro, envió una dura carta el lunes al presidente del parlamento. El martes aprobaron apoyar la sentencia, pero quedaron evidencias de las discrepancias con los magistrados del TSJ. Todo eso llama la atención y obliga a pensar que eso no es gratis.

La crónica publicada el miércoles 22 por el diario caraqueño El Universal destaca las discrepancias entre opositores y cuenta lo ocurrido con la intervención del diputado Omar González, en representación de la fracción “16 de julio”, grupo que lidera en el exilio el ex alcalde Metropolitano Antonio Ledezma y la dirigente política María Corina Machado, quienes discrepan de la plataforma opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

Su posición estuvo centrada en la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia en el exilio que el pasado 15 de agosto condenó al presidente Maduro a 18 años de cárcel por corrupción y legitimación de capitales en el caso de Odebrecht.

González fue calificado por sus colegas opositores “fuera de orden” por considerar que el tema estaba acordado para ser debatido como segundo punto en el orden de la sesión extraordinaria.

En el salón de sesiones se enfrentaron a gritos diputados de PJ con los de la fracción 16 de julio, en tanto que el presidente de la AN, Omar Barboza, instaba a los asistentes evitar la discusión.

Intervino luego, en el derecho de palabra, el secretario general de Voluntad Popular (VP), Juan Andrés Mejía, quien llamó a la “unidad como el principal objetivo político de la oposición para lograr un cambio de gobierno”.

El debate sobre las medidas económicas fue cerrado por el secretario general de Acción Democrática (AD), Henry Ramos Allup, para quien la crisis del país debe ser resuelta por los venezolanos a través del voto como la vía para lograr un cambio político e institucional.

El dirigente político expresó su rechazo a un golpe militar y comentó que las subversiones militares, en las que señaló aparecen varios detenidos “fueron montadas por el gobierno”, pero que no tienen ninguna conexión con la sociedad civil.

La intervención de Ramos coincidió con el llamado de la AN al pueblo venezolano, “a seguir la lucha por el cambio político institucional, el cual es la única solución a la crisis que hoy padece nuestra Nación”.

Las “fake news” en Venezuela

Las llamadas “fake news” o noticias falsas forman parte de un complejo sistema de manipulaciones instalado en casi todo el mundo para aprovechar el alcance de las redes sociales e imponer entre sus pueblos la versión de los hechos que convenga a algunos gobiernos nada democráticos. Ese sistema también está funcionando en Venezuela en información de esta semana sobre las plataformas de las redes sociales y tienen mucho que ver con el panorama de dudas y confusiones que estamos viviendo los venezolanos.

Facebook, la empresa de Mark Zuckerberg, anunció el martes haber eliminado 652 páginas, grupos y cuentas falsas de dos campañas de desinformación no vinculadas -organizadas por Rusia e Irán- dirigidas a personas de todo el mundo.

Por su parte, Microsoft informó la noche del lunes la detección y cierre de seis sitios web falsos, incluidos algunos del Senado de Estados Unidos y de think tanks conservadores, creados por piratas informáticos vinculados con el Gobierno ruso. El objetivo de los hackers consistía en hacer creer a los usuarios que accedían a sitios conocidos para ellos, manejados por grupos políticos estadounidenses, pero en realidad eran redirigidos a páginas web falsas controladas por piratas cibernéticos, que robaban sus contraseñas y otros datos.

 

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