Por Alfredo Michelena
***El pranato logra mantenerse a través de tres mecanismos: la represión, el sometimiento y la destrucción de la oposición. Al final, o te sometes o migras o resistes activamente, una resistencia que solo tiene sentido para debilitar alguno de los mecanismos de sostenimiento.
Las nuevas medidas económicas están agudizando la crisis humanitaria que desde hace mucho tiempo habría acabado con un gobierno democrático, pero que dado a su creciente magnitud aún puede llevarse en los cachos al “pranato” que nos somete.
Para mantenerse en el poder han desarrollado tres mecanismos vitales: la represión, el sometimiento y la destrucción de la oposición.
La represión ha sido usada a diestra y siniestra, pero de manera selectiva pues al final del día lo importante es crear el pánico a expresarse y movilizarse. Y esto se ha dado en dos formas: contra los que se movilizan organizadamente se ha usado la represión directa como sucedió en 2014 y 2017. Con su secuela de muertos, heridos, torturados y miles de presos políticos, algunos tras las rejas y otros con medidas que restringen su libertad. Para los que lo hacen espontáneamente han promovido al máximo la antipolítica, a fin de evitar que las cientos de protestas que se realizan el en país puedan articularse en un movimiento sinérgico con los partidos políticos que pueda dar al traste el pranato que nos gobierna.
Los militares saben que el debilitamiento del enemigo, y mejor su atomización, es la mejor manera de derrotarlo. Y eso han hecho sistemáticamente. Para la destrucción de la oposición, es decir a su desarticulación, promueven cizaña y divisiones entre los nuestros. Es lamentable que un lote importante de la misma oposición haya caído en esto, acusando con malicia a la otra de tarifada, vendida y traidora. Claro que ha habido errores y fallas, sin descartar las ansias de poder. Pero en verdad ha sido una oposición que no ha estado preparada para enfrentar a un régimen castrochavista donde los asidos al poder no están dispuestos a cederlo bajo ninguna circunstancia, como dijo Delcy Eloína. Para ellos es “patria socialista o muerte” y cada vez es más aparente que no jugarán el juego democrático si no están seguros de ganar; ya pifiaron en 2015 y no lo repetirá. Para conquistar el poder se requiere unidad y un liderazgo fuerte, pero ninguna de ellas es fácil obtener y menos bajo fuego “amigo”. Además, en mi opinión los partidos de masas con orientación electoral no están preparados para enfrentar este tipo de enemigos.
Para asegurarse el control de la represión el régimen debe corromper, minar y/o mimar a los militares para que comprar su lealtad. Así como mantenerlos bajo sospecha todo el tiempo, a través de labores de inteligencia dirigidas por los cubanos sobre sus compañeros. Cada vez aumentan los militare dignos que son apresados por “conspiración”, lo que crea más pánico entre los demás. “Pórtate bien y cobra completo”, como los astronómicos aumentos de sueldo que recibieron recientemente o mejor cuando los ponen “donde haiga”, para que se corrompan y teman un cambio que les supondrá cárcel.
Esa también es la macabra intensión del Carnet de la Patria. Es el símbolo de la discriminación política o “apartheid” por hambre y el sometimiento. Quienes lo tengan saben que están en la lista de los pobres privilegiados que obtienen las dádivas del régimen, sus bolsas CLAP, su gasolina subsidiada su sueldo e incluso pensión. No, no es como dicen una tarjeta de racionamiento -a la cubana- sino una tarjeta que muestra que aceptaste someterte y ser controlado por ellos como lo hicieron los nazis con el Carnet del partido.
Al final, o te sometes y te sacas el Carnet de la Patria para sobrevivir o migras como sea o resistes activamente. Si optas por la tercera entiende que la lucha contra el socialismo es una lucha a muerte, al menos de parte de ellos. Y que si no te organizas y actúas de nada servirán tus críticas y tus llantos. El objetivo es desarticular al “pranato” gobernante debilitando alguno de sus mecanismos de sostenimiento. Tus líderes deben ser los que tengan eso como objetivo y no la sola crítica al “pranato” y a los demás líderes sobre todo cuando son hechas con malicia.