Hay formas de decir las cosas. Puedes ser muy frontal o puedes ser muy ambiguo -o cuidadoso, lo llamarían algunos-. El actual presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha decidido ser esto último, según parece. “No se puede decir que Venezuela es una democracia cuando hay presos políticos”, ha dicho, en lugar de decir directamente que es una dictadura.
El presidente Sánchez ha mostrado su “gran preocupación” por la situación, pero defendió que no debe haber “injerencias” de España ante la crisis venezolana. Según la Real Academia Española de la Lengua, injerencia es relativo a injerir, cuya acepción más cercana al contexto en el que estamos hablando, sería «Entremeterse, introducirse en una dependencia o negocio». La dependencia sería el territorio, bien. Pero ¿el negocio? ¿Podría referirse al negocio de la narco-dictadura? ¿O al negocio del arco minero? ¿O al negocio del petróleo? ¿O al negocio de hacer pasar hambre, miserias de todo tipo y muerte a los venezolanos con tal de perpetuarse en el poder?
No, señor, Sánchez. No estamos hablando de injerencia. Estamos hablando de una crisis humanitaria sin precedentes en la región y sin precedentes en un país «hermano» de España como lo es Venezuela. No somos más que nadie, pero tampoco menos. Los venezolanos están MURIENDO en las calles, en los hospitales, en las fronteras, en el extranjero… Están muriendo de hambre, de todo tipo de enfermedades que en cualquier otro lugar del mundo se pueden evitar o curar, pero en Venezuela es una odisea conseguir un paracetamol.
Recientemente, Sánchez ha visitado nuestro país vecino, Colombia, cuyo gobierno ha asegurado que «se siente incapaz de atender sin ayuda internacional el creciente éxodo de venezolanos que salen de su país por la crisis política y económica, según afirmó este lunes el ministro de Relaciones Exteriores, Carlos Holmes Trujillo. Para entrar en contexto: Migración Colombia, organismo adscrito al Ministerio de Relaciones Exteriores, reveló el pasado 01 de septiembre, que la cifra de venezolanos que han ingresado al país en los últimos meses se está aproximando a un millón. El reporte precisó que de 935.593 venezolanos que han llegado al país, 468.428 se encuentran de forma regular, 361.399 ya iniciaron el proceso para obtener el permiso de estadía y 105.766 están de forma irregular. De nuevo, estamos hablando de una crisis humanitaria, señor Sánchez. No de injerencia. No es política, no es economía, es la vida de las personas.
El Gobierno de España ha hecho sus oficios. Pero no el actual Gobierno, sino el anterior, el de Mariano Rajoy
Los 35 millones de la UE para la crisis migratoria
Pero en lo que sí no ha sido ambiguo ni cuidados el presidente español, ha sido en atribuirse la aprobación de 35 millones de euros que la Unión Europea donará para ayudar a palear la grave crisis migratoria venezolana que enfrenta la región.
«El Gobierno de España ha hecho sus oficios también en el marco de la Unión Europea y hoy precisamente en Bruselas se ha acordado en que vayan a ser 35 millones de euros los que la Unión Europea ponga a disposición de la región de América Latina para hacer frente a esta crisis migratoria», dijo Sánchez en Bogotá tras reunirse con el presidente colombiano, Iván Duque.
Y sí, tiene razón, el Gobierno de España ha hecho sus oficios. Pero no el actual Gobierno, sino el anterior, el de Mariano Rajoy, pues ese paquete que Sánchez aseguró que se había aprobado el 30 de junio, mientras él estaba en Bogotá, realmente se había aprobado el pasado 7 de junio, cuando él a penas estaba entrando de sopetón en La Moncloa hacía escasos 5 días y sus ministros -ese mismo 7/06- estaban tomando posesión.
Todo este tema lo ha aclarado muy bien la vicepresidenta de la subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo, Beatriz Becerra en este hilo de Twitter en el que explica con detalle el procedimiento que se ha seguido para que esta partida se aprobara mucho antes de que Sánchez llegara de improvisto a la Presidencia de España.
La eurodiputada ha explicado que Sánchez «no ha tenido nada que ver» en la aprobación de esta resolución y que «muchas de las partidas están ya asignadas, el dinero está movilizado. El presidente está mintiendo cuando dice que ayer se acordó», aseguró.
La eurodiputada concluye señalando que «los venezolanos necesitan a España y a la UE, y nosotros tenemos el deber de ayudarlos a recuperar la libertad y la prosperidad. Pido a Sánchez, otra vez, que se tome en serio una crisis que tiene ya unas dimensiones regionales. Y que no mienta ni se atribuya acciones que no le corresponden».
En definitiva, como ya hemos dicho en numerosas ocasiones, estamos infinitamente agradecidos por la solidaridad demostrada a nuestro país por parte de muchos organismos internacionales, Gobiernos y demócratas del mundo, pero la situación que atraviesa Venezuela es absolutamente inhumana y crítica. No hay tiempo para la burocracia, para pedir permiso, para pensar y repensar. Es tiempo de actuar, de poner los pies sobre la tierra y extender la mano para salvar la vida de cientos de miles de venezolanos que la están perdiendo en manos de la desidia y el cinismo del tirano y ante la mirada inmóvil de la Comunidad Internacional.