Por.- Alex Vallenilla / @alexvallenilla
-La reconversión monetaria hizo saltar la oferta de dinero en 20.565,73% en el último año, lejos está la promesa del oficialismo de dejar de emitir dinero
Para llevar adelante el proceso de reconversión monetaria, como parte de un plan económico según el mandatario Nicolás Maduro, el mismo tuvo que duplicar la cantidad de dinero circulante, a pesar que dentro de las ofertas que le realizó al país destaca que ya dejarían de emitir dinero desde el Banco Central de Venezuela (BCV), una de las causas o fundamentos de la hiperinflación que sufre Venezuela.
La liquidez monetaria aumentó en un mes, de julio a agosto de este año en 117,41%, al pasar de 3.067 billones de bolívares fuertes a 6.670 billones de bolívares fuertes, que ahora corresponden a 66.700 millones de bolívares soberanos, la nueva denominación de la moneda de curso legal en Venezuela.
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El BCV bate el récord en emisión y en un año ha aumentado en 20.565,73% la cantidad de dinero circulante, que hasta ahora es casi en su totalidad dinero de manera electrónica, ya que persisten las gigantescas colas en los bancos venezolanos y el racionamiento de dinero efectivo. Lo anterior es una señal de que el oficialismo continuará emitiendo bolívares soberanos y es que lo hacen ya a través de los bonos que entregan a buena parte de la población que posee el carné de la patria.
Tal condición no ayuda a reducir o frenar el alza inflacionaria. Los precios de los rubros básicos se han disparado, correspondiente a lo que ocurre en todos los sectores. El dólar paralelo, uno de los objetivos de la administración Maduro, que quedaría fuera de circulación, al contrario ha tomado más protagonismo y ya supera los 105 bolívares soberanos según los marcadores en la frontera con Colombia.
El bolívar soberano hereda los problemas del bolívar fuerte, no se consigue mucho y se sigue vendiendo en la frontera, donde pagan dos pesos colombianos por cada bolívar soberano. Los colombianos captan el dinero en efectivo de Venezuela para pagar de vuelta el contrabando de gasolina que genera un gigantesco negocio ilegal de al menos unos 12 mil millones de dólares al año, pérdidas que asume Pdvsa y cubre el BCV con “dinero inorgánico”, lo que sigue aumentando la oferta monetaria y con esta los precios de los bienes y servicios.