Por Rafael Bayed
***La solución a nuestra tragedia está en el pueblo venezolano y en su reacción a no seguir aceptando más ignominia de la cúpula, incluyendo a las FANB.
El terrorismo de Estado consiste en la utilización de métodos ilegítimos por parte de unos regímenes, los cuales están orientados a inducir miedo o terror en la población civil para alcanzar sus objetivos o fomentar comportamientos que no se producirían por sí mismos. Dichas actuaciones se justificarían por razones ideológicas de los regímenes totalitarios. Muchos son los países cuyas cúpulas de poder usan medios persuasivos pocos ortodoxos para tener al pueblo, ese pueblo del que dicen los regímenes defender, genuflexo y arrodillado.
También es terrorismo de Estado la actividad del régimen totalitario -socialista, comunista, anarquista- tratando de imponer regímenes similares, en las esferas de acción de su entorno; verbo y gracia, Cuba, violentando normas legales de convivencia local o mundial.
La conducta de los tiranos, en su mayoría, se excede al no tienen moderación, ni pudor. Son, además, mitómanos y sicópatas.
Claro, como son de pueblos con cultura democrática arraigada, estas poblaciones aceptan a quienes les manipulan su miseria y sentimientos. El último, similar a los hermanos Castro y a Idi Amín Dada, un cavernícola, descarado y abusivo igual que sus pares totalitarios.
En estos días, un escolta del regente Maduro le graba un vídeo, que es una cortina de humo bien manejada. Para los que no conocen la conducta y el carácter de los habitantes del Medio Oriente, a estos personajes les encanta adularle a quien esté en el poder o cerca.
La convivencia del pueblo venezolano cada día es más crítica e insoportable. No hay conspiración contra la economía. Lo que hay es dolarización de la economía por el sistema impuesto por los ladrones que detentan el poder, ¿o es que el desvalijamiento de PDVSA es una conspiración de la oposición o del Imperio Yankee? La situación de FOGADE es también parte de la conspiración de la dirigencia de la oposición democrática, así como otras tantas instituciones públicas y las privadas expoliadas.
Volvamos a la cortina de humo de la glotonería del regente. Eso tiene una simbología para deprimir y subordinar al pueblo.
A decir verdad, el muerto de hambre que consume una botella de coñac de 7000 euros, o un menú de carne de cordero lechal de 200 euros, por persona, o el habano (por cierto Cohíba) especial, mandado a hacer con tiempo es una simbología de abundancia y desprecio por quienes se lamentan.
Eso de estar esperando que lluevan los soldados de una fuerza multinacional es un sueño imposible. Ahí está Cuba: 60 años desequilibrando no solo a los países democráticos de latinoamérica, sino del Medio Oriente, África y Asia. ¿Qué han hecho los países democráticos del mundo para execrar a un régimen de malhechores?
La solución está en el pueblo venezolano y en su reacción a no seguir aceptando más ignominia de la cúpula de delincuentes, claro incluyendo a las FANB.